Si eres hombre y en plena acción pierdes toda la potencia o si eres mujer y a tu pareja le sucede… Ambos casos padecen del gatillazo sexual. Casi de manera sorpresiva la erección se pierde, así de la nada.
Es una especie de impotencia sexual situacional, que no obedece a ninguna disfunción mayor ni a un problema realmente grave. Simplemente pasa y ya está.
Puede ser normal si no afecta a más del 50 por ciento de los coitos, pero incluso en ese porcentaje, es ya difícil de llevar y hablar sobre el tema al interior de la pareja. La comunicación entre ambos es básica.Es una especie de impotencia sexual situacional, que no obedece a ninguna disfunción mayor ni a un problema realmente grave. Simplemente pasa y ya está.
Son diversas las causas, la principal es el descenso progresivo de la producción de una hormona masculina, andrógenos; otras, el consumo de alcohol y tabaco, y algunas medicaciones como antidepresivos.
En ocasiones un hombre puede estar plenamente excitado, pero tener un gatillazo sexual y seguir excitado igualmente, consternado sólo con la situación que le ocurre. Al mismo tiempo, es ello lo que puede hacerle sentir estresado: querer y no poder hacerlo.
La situación de estrés o problemas personales, ajenos al sexo, también llegan a influir para esa pérdida súbita de erección.
La buena noticia es, que el 90 por ciento de los casos son tratables. Y, aunque se supone que el gatillazo sexual, oficialmente son casos masculinos, también les ocurre a las mujeres que con el mismo tipo de causas pueden suspender súbitamente su actividad sexual: el consumo de tabaco, alcohol, medicaciones, estrés, cansancio, nervios o miedo al embarazo.
Hay que saber que si ocurre no pasa nada, no se trata de algo realmente grave y que le ha ocurrido a un 90 por ciento de los hombres. Ojo, si ocurre en un nivel superior al 50 por ciento de los coitos, entonces sí habría que visitar a un especialista.
Fuente: Salud Sexual
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