Por Gilberto Lavenant
En el 2013, habrá elecciones en Baja California, para renovar al titular de la gubernatura, los diputados estatales y los Alcaldes. Aunque faltan varios meses para que inicie formalmente dicho proceso electoral, pocas veces, como en esta ocasión, se percibe tanta incertidumbre.
Ningún político, del partido que sea, puede presumir que ya tiene “amarrada” alguna candidatura. Esto es sumamente interesante. En cada partido político prevalecen condiciones distintas, pero al final de cuentas todos enfrentan un panorama incierto. Quizás por ello, cada uno por su lado, se ha dedicado a promoverse por todos los medios a su alcance y conforme a sus habilidades, experiencias y capacidades económicas. Portales de internet, carteleras, cumpleaños o simples “reuniones expontáneas”, son pretexto suficiente para proyectar su imagen. Remedos de encuestas o encuestas hechas a la medida de quien las contrata, las redes sociales. El enviar saludos a diestra y siniestra, el establecer “amistad” con quien sea, con la única condicionante de que tengan credencial electoral. Incluso el acudir a cuanta entrevista radial o televisiva, o simples entrevistas “de banqueta”, dizque expontáneas, para decir cosas tantas veces dichas o hacer declaraciones sin trascendencia alguna. Cualquier recurso les parece válido. Como el caso de exdiputado panista, en un programa radiofónico, quien esta semana presumió que seguía “trabajando” y refiere como prueba de ello, que había regalado 5 balones de futbol y un par de tenis blancos a un estudiante que no dejaban entrar a un plantel educativo, precisamente por carecer de ese tipo de calzado. ¡Ufff ! ha de ser cansado eso. A la mayoría de ellos nunca se le vió en Baja California, durante los tres años en que ostentaron la diputación federal, a los Senadores azules, menos, pero ahora presumen que trabajaron mucho por los bajacalifornianos. Seguramente nadie se enteró de su “intensa labor”, porque son sumamente modestos. Pero volvamos al tema de la incertidumbre. En la cancha de los priístas, cada día se acumulan los aspirantes –o suspirantes- a la gubernatura estatal, sin que nadie los frene, pero también sin que ninguno de ellos se atreva a decir que ya recibió “la bendición del Señor”. A los nombres de Fernando Castro Trenti y Jorge Hank Rhon, se agregan el de Carlos Bustamante Anchondo, el de Humberto Lepe Lepe, Francisco Pérez Tejada, Eduardo Martínez Palomera y otros más por ahí que se suman a la lista, tan sólo con la intención de que los tomen en cuenta para posiciones de menor rango. Como en el regateo mercantil : pide mucho, para que te den algo, aunque sea muy poco. Pero no sólo eso, algo sumamente importante, es que los priístas, prácticamente huérfanos, políticamente hablando, durante 12 años, ahora tienen que esperar, como en el viejo PRI, la “línea presidencial”, para saber quien es el “elegido del Señor”. Vuelve a cobrar vigencia aquella fatal frase del líder cetemista Fidel Velázquez : el que se mueve, no sale en la foto. Hay quienes opinan que en el priísmo, como en los mejores tiempos del viejo PRI, habrá “tapado” para la candidatura a la gubernatura estatal. Por ello nadie se atreve a realizar actividades proselitistas en forma abierta. Saben perfectamente que si se acelerán, pueden causar el enojo presidencial. Se dice también que varios de los pretensos, súbitamente iniciarán carrera diplomática. Que por instrucciones superiores, tendrán que viajar muy lejos a representar a México, con la advertencia de que no deberán regresar a Baja California, por ningún motivo. Incluso, que ni siquiera se podrán comunicar con alguien en ésta entidad. Aún se recuerda cómo extrañamente los políticos veían deteriorar su salud de un momento a otro, y renunciaban a sus cargos, “por motivos de salud”, o eran seleccionados para atender encargos presidenciales en el servicio exterior mexicano. Que conste, el columnista para nada mencionó el nombre del exGobernador Xicoténcatl Leyva Mortera y por lo tanto cualquier coincidencia o parecido, es mera coincidencia. Similar incertidumbre prevalece en el ámbito blanquiazul. Por una parte, hay quienes sospechan de que el exdiputado federal Gastón Luken, está siendo perfilado para ser designado candidato del PAN a la gubernatura. Lo que no saben es si Felipe Calderón se atreverá a hacerlo, y si los panistas tendrán la velentía y el coraje suficiente para impedirlo. El pretexto de tal pretensión, que supuestamente es avalada por el propio Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, es que ante las debilidades del PAN, requieren aliarse con partidos opositores al PRI, para no permitir que les quiten la gubernatura, y que Gastón es el idóneo para ello, por sus amplias o estrechas relaciones con el PRD, toda vez que fue cercano colaborador del líder moral de los perredistas, Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, cuando este fue jefe del gobierno del Distrito Federal. Los perredistas, por su parte, enfrentan serios problemas visuales y de percepción. Sienten que son una enorme fuerza política, por el número de votos que captaron durante los comicios presidenciales del pasado 1 de julio, pero se niegan a reconocer que los votos no fueron precisamente para el Partido de la Revolución Democrática, sino para el candidato de las izquierdas, el polémico y controvertido Andrés Manuel López Obrador. No obstante, coquetean con la idea de las alianzas, pero, como dice la canción, pretenden vender caro su amor, cuál aventurera. Sin AMLO, los partidos de izquierda no existen en Baja California, ni pueden garantizar votos para nadie. La mayor causa de tanta incertidumbre, en todos los partidos políticos, es que si toman una decisión equivocada, a la hora de las postulaciones, lo único a que pueden llegar a aspirar, es a lograr derrotas electorales. De ese tamaño están las cosas para todos. gil_lavenants@hotmail.com
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