Viene del latín fellare, chupar, en términos sexuales tiene que ver con el miembro masculino; en las relaciones una mujer realiza la felación de su pareja para producir una erección, para proporcionar placer, lubricar o lograr todos estos objetivos al mismo tiempo.
En el Kamasutra, su autor Vatsiaiana, habla de que la felación es una práctica realizada por “mujeres no castas” y asegura que cualquier hombre sabio no debería caer en esa forma de cópula.
Hoy, aunque no se encuentre en ningún texto hindú ni forme parte de una cultura antigua, la felación es practicada en todo el mundo.
Y como no se nace sabiendo, recopilamos algunas consideraciones para aprender algo sobre el tema:
1 Empezar por el preámbulo de caricias. Usar preservativo si no es una pareja segura, sana o estable; los hay de sabores y aromas para que el sabor del látex no apague la emoción.
2 Bajar hacia el miembro masculino y comenzar lenta y suavemente. No hay prisa. Las zonas más sensibles son la corona del glande y el frenillo.
3 Tomar con firmeza el tronco o base del pene siempre. Dar pequeños besos o lamer despacio, de abajo hacia arriba. Es importante hacer presión con los labios sobre el pene erecto en un punto medio, que no lastime.
4 No dejar a las manos sin hacer nada. Puedes tener una mano en la base y otra en el cuerpo del pene para ayudarte a subir y bajar. También puedes acariciar alguna otra parte del cuerpo (que te quede al alcance) o buscar el perineo de tu pareja con alguno de tus dedos.
5 Los testículos son parte importante. Cuando él esté en su punto más álgido de excitación, acaricia y pasa suavemente la lengua por sus testículos. Te darás cuenta que está súper excitado cuando estos se encuentren más contraídos y tensos.
6 El ritmo es imprescindible. Que el movimiento tenga sincronía. Ni demasiado rápido en un minuto y al siguiente la calma total. Ni le rompas tampoco la concentración bajando el nivel, porque así interrumpirás también su orgasmo.
7 Cuando se encuentre más excitado, introducir todo el cuerpo del pene en la boca. Cuando llegue la hora de la eyaculación será tu decisión cómo acaba tu pareja y en dónde.
8 No lavar los dientes antes ni inmediatamente después de una felación. Esto puede ocasionar pequeñas heridas que en contacto con el semen o secreción de tu pareja puede provocar una enfermedad de transmisión sexual. Siempre usa preservativo o una barrera de látex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario