Por Gilberto Lavenant
Si la “guerra sucia” en el proceso de la sucesión presidencial, ha llamado la atención a propios y extraños, seguramente los panistas deben estar sumamente preocupados con la “declaración de guerra” que hizo ayer la líder nacional del magisterio Elba Esther Gordillo en contra de la candidata panista Josefina Vázquez Mota.
En la “guerra sucia” en contra del candidato priísta, Enrique Peña Nieto, panistas y seguidores de López Obrador, se han dado gusto embistiendo al mexiquense con todo tipo de acusaciones. Aunque el mexiquense se ha defendido, no ha sido en la misma intensidad y grado de suciedad. Sin embargo, los señalamientos en contra del exgobernador del Estado de México, no han dado los efectos esperados, pues en los resultados de las encuestas continua como puntero y con una enorme diferencia en las preferencias electorales. Es obvio que la “guerra sucia” será mucho más intensa y aún más sucia en los próximos días.
Sin embargo, la “otra guerra”, la que inicia a partir de ayer en forma directa, la de la maestra Gordillo, en contra de Vázquez Mota, es de pronósticos reservados. Se sabe de la experiencia y el poder político de la líder magisterial. Podría decirse, pugilísticamente hablando, que será un encuentro desigual, una “peso completo”, contra una “peso pluma”.
Pero ni modo, la candidata panista había estado tratando de lucirse, lanzando pullas, diciendo que ellá sí había logrado controlar a la líder magisterial, que ella no permitiría extorsiones, que ya basta de cacicazgos en el sindicato de maestros, que la problemática educativa prácticamente es culpa de los profesores, por su mala preparación.
Se había dado una controversia por la pretensión gubernamental de aplicar una evaluación universal a los maestros del país. El sindicato se oponía, pues advertía que era con la intención de dañar a los trabajadores de la educación, al exhibirlos como deficientes en su capacitación e incluso preparar su separación del empleo por ello.
Pues bien, por fin se pusieron de acuerdo, hicieron ajustes a la pretensión inicial y aprovecharon el evento de celebración del Día del Maestro, ayer lunes, para dar a conocer la solución de este conflicto. Pero quien mejor aprovechó la oportunidad, fue la maestra Gordillo, pues frente al Presidente Felipe Calderón, “declaró la guerra” a la candidata presidencial panista y exSecretaria de Educación Josefina Vázquez Mota. Esta última no estuvo presente en el evento, pero de inmediato se enteró de ello.
La líder magisterial se lanzó abiertamente en contra de Vázquez Mota, de quien dijo que como Secretaria de Educación, en la administración calderonista, envileció el diólogo con el magisterio, por la cortedad de miras. Para nadie es desconocido que los enfrentamientos fueron constantes y al final de cuentas la líder magisterial salía ganando, pues el Presidente Calderón le debía compromisos adquiridos durante su contienda electoral para llegar a la Presidencia de México. El pacto entre ambos, lo sacó a relucir la Gordillo recientemente, poco antes de que iniciara la contienda electoral.
La líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, también tuvo para atacar al actual secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova, al responsablizarlo de ser el culpable de no concretar los acuerdos para que se realizara la Evaluación Universal a los profesores.
Pero lo interesante fueron los señalamientos en contra de Vázquez Mota. Dijo que luego del retiro de ésta de la Secretaría de Educación Pública, “…A partir de abril de 2009, iniciamos los trabajos con un nuevo titular de la SEP, con quien recuperamos el diálogo que se había envilecido por la cortedad de miras con que antes se realizaba la educación, la cual tiene que desarrollarse viendo siempre más allá del tiempo y circunstancia que nos implica como seres humanos y jamás supeditada a una ambición personal carente de autoridad moral". ¡Gulp..!
Así mismo, señaló que debido al deterioro de la salud de Alonso Lujambio, quien fuera titular de la SEP, y “la inoperancia” de quien se quedó a cargo del despacho, Córdova Villalobos, “…nos hicieron perder mucho tiempo para el cumplimiento de los objetivos que nos propusimos alcanzar”.
Explicó que ante la demora en los diálogos para llegar a un acuerdo, el 19 de abril se envió un oficio a la SEP para solicitar información sobre el avance alcanzado para la implementación del Programa de Evaluación Universal, “…Ya que la desinformación existente por parte de la Secretaría de Educación Pública, dañó severamente la confianza en sus objetivos e instrumentos “, dijo.
La dirigente sindical se dió tiempo para advertir que se debe mirar más allá de las campañas mediáticas “…regidas por el cálculo al intentar politizar un tema altamente sensible para todos, poniendo en riesgo la gobernabilidad indispensable para llevarla a cabo” y aclaró que las desaveniencias entre magisterio y gobierno, no fueron por la parte sindical. “…No fue el SNTE, fueron otros intereses”, afirmó.
Sin duda alguna esto desconcertó al propio Presidente de la República. La líder magisterial evidenció la poca estatura de la candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, y no pudo hacer nada para salir en su defensa. Además, sabe perfectamente que ésta pugna entre ambas viene de atrás tiempo y el pronunciamiento en su contra fue porque la “candidata diferente” se lo buscó al estar retando a Gordillo en su campaña electoral.
Esto implica que Gordillo ha dado la voz de ataque a todo el magisterio nacional, bajo su control, al márgen de que a la vez Vázquez Mota es rival del candidato del Panal, Gabriel Quadri, y lanzarse en contra de la panista, podría bajarle el porcentaje de preferencias electorales que ha logrado hasta el momento y mejorar las del “profesor chiflado”, con el propósito de conservar el registro de su partido.
Envalentonada, y porque no le quedaba otra, Vázquez Mota respondió los señalamientos de la líder magisterial. Se pronunció en contra de cualquier liderazgo o cacicazgo que esté impidiendo el avance de la calidad educativa. Lo cierto es que la “otra guera”, la que a partir de hoy se desata, es la más seria que enfrentará Josefgina en sus aspiraciones presidenciales.
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