Por Gilberto Lavenant
El movimiento estudiantil, surgido a partir de la visita del candidato presidencial priísta, a la universidad Iberoamericana, está teniendo un reencausamiento.
Contra los deseos, y por lo tanto quizás hasta desgrado, de algunos actores políticos, los jóvenes están definiendo sus propuestas hacia dos áreas fundamentales : su participación electoral y el reclamo de la democratización de los medios de difusión.
Inicialmente se observó que el punto central lo era un rechazo a Peña Nieto. Por esa vía, las pasiones amenazaban con desbordarse, con riesgo de volverse incontrolables y de paso ser motivo de fricciones con grupos de jóvenes que pudiesen salir a las calles en defensa del priísta.
Seguramente muchos de los jóvenes integrantes del movimiento #Yo soy 132, notaron que había quienes buscaban “jalar agua para sus molinos”. Por lo tanto, poco a poco empezaron a deslindarse de aquellos motivados por cuestiones netamente partidistas y se apartaron los que decidieron la vía estrictamente electoral. Claro, además de insistir en la democratización de los medios.
No se ha dicho, pero evidentemente así ocurrió, los directivos de las universidades públicas y privadas, hablaron con sus estudiantes, para exhortarlos a precisar objetivos y a observarles que el movimiento, enarbolando cuestiones político-partidistas, los mostraba como seres sujetos a manipulaciones.
Bajo ese tenor, por cuanto hace a la vía electoral, #Yo soy 132 reclamó que el segundo debate de los candidatos presidenciales, programado para el 10 de Junio en Guadalajara, Jalisco, sea transmitido en cadena nacional. El primero en dar respuesta al reclamo fue Emilio Azcarra Jean, propietario de Televisa, quien anunció que lo transmitirá a través del Canal 2, en tiempo estelar. Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, casi de inmediato se sumó y dijo que lo transmitirá por el Canal 13, pues al final de cuentas no habrá partido de futbol en esa fecha.
Una nota informativa, refiere lo expresado por uno de esos jóvenes : “…Lo que exigimos, es que la mayor cantidad de gente en éste país, tenga acceso a la información que surgirá a raíz del debate presidencial. No es posible que en un momento tan importante para el país, las concesionarias de este país se nieguen a transmitir algo de suma importancia”. Esto, por aquello de que las televisoras nacionales se negaron a transmitir el primer debate, optando por transmitir un partido de futbol.
Parece ser que el reclamo de los jóvenes, para este segundo debate, en cuanto a la transmisión televisiva del mismo, tendrá una respuesta efectiva. Valdría la pena que ahora reclamaran a los candidatos, que en sus participaciones, hagan a un lado los ataques y descalificaciones y se dediquen a hacer propuestas.
Como algo adicional, #Yosoy132 editó un video, en donde bajo el lema : “no soy porro, no soy acarreado, soy ciudadano y voy a ser observador electoral”, invitaron a los jóvenes a participar en los comicios del 1 de julio próximo, como observadores electorales. Hubo quienes de inmediato acudieron al IFE a registrarse como tales. Otros lo harán en sus respectivos distritos electorales.
Esos son los jóvenes que requiere el país, jóvenes responsables, conscientes de sus deberes cívicos. Su participación será más efectiva, si acuden a las urnas a emitir su voto, que saliendo a las calles en manifestaciones de protestas que pudiesen resultar incendiarias.
Hay un dicho popular que claramente advierte : “lo cortés, no quita lo valiente”, que adquiere un valor especial cuando se complementa con otros, como aquel que indica que “hablando se entiende la gente”, o el que señala : “en el pedir, está el dar”.
Hay quienes apuestan a revivir viejos coflictos estudiantiles, que dejaron huellas fatales en la historia de México. Esos que quisieran que los jóvenes siguieran en las calles, enarbolando cuestiones político partidistas, utilizando pancartas y proclamas groseras y retadoras. Todo, porque así conviene a los intereses personales de unos cuantos.
El poeta Javier Sicilia y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, pusieron la muestra de que no es del todo necesario tomar las calles para presionar a los candidatos presidenciales. Ni mucho menos para decirles sus verdades.
El lunes, en el Castillo de Chapultepec, en la capital del país, Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri Alatorre, supieron lo que se siente estar sentados en el banquillo de los acusados. Uno a uno los fustigaron. Les recriminaron actitudes personales y de sus respectivos grupos políticos. Ninguno quedó del todo a salvo.
El reencausamiento del movimiento juvenil, puede dar mejores resultados que los esperados. Para muchos de ellos, este 1 de julio, será su primer experiencia electoral. Qué pena que no la aprovecharan positivamente. Su participación en las urnas, puede ser un ejemplo para muchos mexicanos que han caído en la apatía, en el desinterés por las cuestiones electorales.
Después de esto, el compromiso de los jóvenes será el de convocar a reuniones de trabajo para la búsqueda de soluciones a problemas tan serios como el desempleo, el de la deficiente calidad educativa, el de la pobreza general.
Se acude a las aulas universitarias, para superarse. Para prepararse, a fin de enfrentar la vida en mejores condiciones. Salir a las calles a protestar, casi cualesquiera puede hacerlo. Las cuestiones electorales, son importantes, sin duda alguna, pero son sólo una parte. Que voten, por quienes, desde su perspectiva y conocimiento, consideren que serán los gobernantes que México requiere en estos tiempos de crisis. México no concluye en un proceso electoral, apenas empieza.
gil_lavenants@hotmail.com
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