Por Alfredo Calva
El día de ayer, la delegación de Coparmex en Playas de Rosarito, llevo a efecto el debate entre quienes aspiran llegar a la cámara baja del Congreso de la Unión, representando los intereses de los ciudadanos que radican en el VIII distrito electoral federal, evento que resulto deplorable y paupérrimo para quienes tuvieron la osadía de asistir.
Las participaciones de Hugo Monrroy, del PANAL, Lourdes Moya, de la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano, Ruth Hernández, del PAN y Mayra Robles, de la alianza PRI-PEVM, no solo fueron decepcionantes, sino que resultaron un fiasco, con pequeños destellos de coherencia y congruencia del panalista, por lo que lo que lo sitúa en lo rescatable del acto, mas no en el mejor.
Al inicio señalo que el evento tránsito entre lo deplorable y paupérrimo, de lo primero, porque, lamentablemente fueron altas las expectativas que genero entre los miembros de la Coparmex y la ciudadanía en general, la competencia de ideas y propuestas que cada uno de los aspirantes traen en su portafolio, hecho que nunca se dio gracias al formato que se utilizo.
Paupérrimo por el contenido de las respuestas a los diferentes cuestionamientos que se les hicieron con su respectiva réplica y contrarréplica, que también siendo justos, las preguntas elaboradas por Coparmex dejaron mucho que desear, fueron sosas y fuera de contexto con relación a la pregunta en cuestión, se mostraron amorfos, sin estructura política sin coherencia, como si no supieran de lo que los interrogaban, en suma, en un caos mental y verbal.
Abordaron sin rumbo y sentido temas como la Seguridad, Educación, Desarrollo Económico, Competitividad, Reformas Laboral, Hacendaria, repitiendo como loros las posturas de sus respectivos candidatos a la presidencia de la republica.
Existieron algunos instantes en que el representante de los intereses del PANAL, Hugo Monrroy, mostro un poco de coherencia en sus respuestas, dio ligeros toques de frescura política a sus exposiciones, sin embargo, no fue suficiente para considerar que este abanderado fue el mejor participante del evento.
En fin, es triste reconocer que se perdió una excelente oportunidad para los rosaritenses de conocer verdaderas propuestas enfocadas a las necesidades y carencias de la demarcación correspondiente al VIII distrito electoral federal que compete a Playas de Rosarito y Tijuana, esto tal parece quedara para mejor ocasión.
Como conclusión diremos que no hubo ganadores, solo perdedores.
Los medios de comunicación, perdieron el tiempo.
Los asistentes, entre ciudadanos y militantes, perdieron el tiempo y los 200 pesos que pagaron como cuota de recuperación.
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