lunes, 30 de enero de 2012

Palco de Prensa: Atole con el dedo

Por Gilberto Lavenant
Cuando un bebé está llore que llore, seguramente por hambre, es común que la mamá le dé atole con el dedo. No le sacia el hambre, pero al menos le calma. La medida se adopta cuando, por prescriupción médica, no se le debe dar alimentos, o la madre quiere más tiempo para prepararlos. Cualquiera de las dos opciones, es válida.




Lo que no es válido, es que a los adultos, sobre todo a empresarios que requieren de apoyos fiscales, les hagan creer que les van a apoyar y al final de cuentas les dan “gato por liebre”. Y esto fue lo que finalmente les pasó a los empresarios bajacalifornianos. Añorando el antiguo régimen fiscal de la llamada Zona Libre, durante muchos meses han realizado gestiones diversas ante el gobierno calderonista para la creación de una Zona Económica Estrategia.



Han ido y venido a la capital del país, han tocado cuantas puertas oficiales les ha sido posible. Casi siempre se han topado con una sordera crónica, con una enorme tibieza, con falta de voluntad política para resolver favorablemente las peticiones. Al final, migajas les han dado.



En agosto del 2011, se generaron enormes expectativas ante la visita del Presidente Calderón. Llamó la atención de que convocaron a quienes consideraron como líderes sociales y económicos. Se pensó que era evidente que habría el esperado anuncio de la creación de la ZEE.



La reunión con don Felipe se llevó a cabo en El Cubo del Centro Cultural Tijuana. Durante aproximádamente 30 minutos el Presidente habló de los supuestos logros de su administración, en tanto que los ahí presentes, desesperados, decepcionados, veían que ni por accidente abordaba el tan anhelado tema.



Fue hasta la etapa de preguntas y respuestas, cuando Calderón se vió obligado a responder sobre la factibilidad de la creación de la ZEE. Les dijo, ante el azoro de los oyentes, que no había sido posible concretarla, pues necesitaba consensos a nivel nacional y les pidió que le ayudaran a convencer a los sectores del centro sobre esta necesidad. Dicho en otras palabras, les dijo que no podía crearla, porque había sectores del centro de México, que se oponían.



Pero por si hubiese alguna duda entre los presentes, la voz presidencial les hizo una confesión : “…No tengo la fuerza política para hacer una medida así”. No lo podían creer, que el Presidente de la República careciera de fuerza política para atender un reclamo tan importante de los fronterizos. Quizás era la primera ocasión en que escuchaban de voz del propio Primer Mandatario, que no podía hacer algo.



El Gobernador José Guadalupe Osuna Millan salió al quite de Calderón, quien no obstante que afirmó simpatizar con el proyecto, el pronunciamiento no bastó para confortar a los decepcionados bajacalifornianos. Osuna Millán trató de justificar la postura calderonista y refirió que el proyecto de la Zona Económica Estratégica, estaba enfrentando fuerte oposición de sectores de la industria nacional que ni siquiera concurren a esta entidad. El ánimo de los empresarios locales no cambió. Fueron falsas las expectativas generadas ante la visita presidencial.



Después de eso, los representantes del sector empresarial de Baja California, encabezados por Osuna Millán, empezaron a hacer promociones dizque para lograr consensos en otras entidades e incluso con los propios opositores. Cabe observar que en aquel entonces se insistió en que por falta de ZEE anualmente se fugan 6 mil millones de pesos de Baja California. En diciembre del 2011, se eliminaron 204 fracciones arancelarias, lo que fue bien recibido, pero era un mero paliativo. Simplemente “atole con el dedo”.



En días pasados, de nueva cuenta se anuncia otra visita presidencial y vuelven a generar expectativas sobre la posibilidad de que ahora sí el Presidente Calderón venía a anunciar la creación de la tan anhelada Zona Económica Estratégica. En un acto jactancioso, Calderón firmó en público un decreto para derogar 200 fracciones arancelarias, que aunadas a las 204 de diciembre, sumaban 404. El hecho se anunció como si fuese la primera parte de la ZEE, aunque en principio los empresarios locales no entendieron por qué se le refirió oficialmente como la Zona Económica Fronteriza.



Hubo quienes trataron de desgarrarse la vestidura, en agradecimiento por la medida presidencial. Pasado el asombró, empezaron a reconocer públicamente, que las 404 fracciones arancelarias eliminadas, sólo representan el 2.5 % de los aranceles requeridos en la zona fronteriza. Que de nueva cuenta Calderón les dió “atole con el dedo”.



Lo que deben entender los señores empresarios es de que Felipe Caldrón no tiene la voluntad política necesaria y requerida para mejorar las condiciones económicas de Baja California. Que si la tuviera, aunque no les otorgara la Zona Económica Estratégica, ya hubiera retirado el SIAVE o cancelado las restricciones en el manejo de los dólares.



En agosto del 2011 les confesó que no tenía la fuerza política para crear la Zona Económica Estratégica y resultaba evidente que lo que le faltaba, más que todo, era voluntad política.



Sin embargo, si ha tenido la audacia de engañar a los bajacalifornianos, haciéndoles creer que ahora sí, que ya merito, que poco a poco, les dará el régimen fiscal que tanto anhelan. Pero no solamente se ha atrevido a vacilarlos, una y otra vez, sino que además les ha dado “gato por liebre”, pues le piden Zona Económica Estratégica y les da Zona Económica Fronteriza. De las 16 mil fracciones que operan, en base a las cuales pagan impuestos, para realizar importaciones, mediante dos decretos, apenas si les ha dado el 2.5 %.



Como a los niños, Calderón les ha dado “atole con el dedo”, y les ha envaucado, haciéndolos participar en su estrategia política, para apuntalar a su Partido Acción Nacional, que está en una situación desventajosa en la presente sucesión presidencial. En especial aquí en Baja California. Síganle creyendo.



gil_lavenants@hotmail.com

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