Por Gilberto Lavenant
El viernes 30 de septiembre, aquí en Palco de Prensa, bajo el título de “Las imposiciones”, hacía referencia a manifestaciones de inconformidad por parte de priístas, respecto al sistema tradicional del “viejo PRI”, en el que las imposiciones o “dedazos”, eran algo común. Advertía que no presumiera ningún priísta, que hubiese ocupado algún puesto de elección popular e incluso cargos directivos en el PRI, que llegaron por méritos propios. Que si lo hacían, sin duda alguna que estarían mintiendo.
Comentaba que era tan conocido el protocolo del “dedazo”, que constantemente muchos viajaban al centro del país, al DF, para ser más exactos, a “picar piedra”. Que iban a hacer méritos, a tratar de cultivar amistad con los “gallones”, con la esperanza de que si estos llegaban a puestos importantes, les tomaran en cuenta a la hora del reparto de posiciones.
Pero dicen que el actual PRI, ya no es como el viejo PRI, como tratando de aseverar que las viejas costumbres, ya fueron echadas a la basura. Que en el nuevo PRI, ahora sí cuentan los méritos personales, la trayectoria partidista, la experiencia lograda en la función pública.
Esto fue a propóposito del discurso del exalcalde tijuanense René Treviño Arredondo, el sábado 24 de septiembre, durante el acto de toma de protesta del comité directivo del grupo Expresión Política de Baja California, encabezado por Jorge Armando Barboza Cobián.
El exalcalde tijuanense, un tanto alejado de la política durante los últimos años, contundente y enjundioso, señaló que los priístas que han decidido apoyar a Enrique Peña Nieto, para que sea candidato a la Presidencia de la República, en el proceso electoral del 2012, no permitirán imposiciones de nadie en las candidaturas, sea cual sea su nivel partidista o cargo de representación política. “…No debemos –dijo- permitir que ningún funcionario, ni del PRI, ni que esté muy bien ubicado y con muy buena posición en poderes federales o estatales, nos venga a decir quiénes van a ser los candidatos”.
En otra parte de su discurso, don René, dijo que se debe exigir a la dirigencia estatal del tricolor, para que se realicen encuestas entre la militancia, para seleccionar candidatos, y que no sea un grupo de personas en particular, quien intervenga en un proceso que debe ser incluyente y abierto.
Hacemos a un lado el resto de dicho comentario, que abundaba en conjeturas en torno a las presuntas imposiciones de candidatos priístas, aunque sí vale la pena insistir en que tradicionalmente, los “propuestos”, antes de ser postulados, son “palomeados” por el candidato presidencial o sus allegados. No es tan simple como decir : “yo quiero ser”, y de inmediato se le postula. Lo de los méritos personales, es secundario.
Previo al pronunciamiento de Treviño Arredondo, entre los priístas se daba como un hecho, que las dos candidaturas al Senado, por Baja California, serían para el dirigente estatal priísta, René Mendívil Acosta y para el dirigente estatal de la CNOP, Enrique Acosta Fregoso. El segundo de estos, prácticamente se dedicó a hacer campaña para ello. Presumía que ya estaba “amarrado” para ir al Senado a “sacrificarse” por los bajacalifornianos.
Sin embargo, se “descompuso el cuadro”. El panorama político nacional priísta, cambió totalmente. Primero con la declinación de Manlio Fabio Beltrones, quien renunció a sus aspiraciones para contender por la candidatura presidencial, “por el bien del partido”. Optó por no bloquear el camino al mexiquense Enrique Peña Nieto y mejor dijo : ”mañana, empiezo otra vez”. El camino que inició, a partir del día siguiente de su retirada, tiene como meta la candidatura presidencial priísta en el 2018. Bueno, si es que algún otro priísta no se le cruza a su paso.
El otro factor que afectó las condiciones priístas, fue la “renuncia voluntaria” del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, otro “sacrificio”, también por el partido, pues el gobierno calderonista ya le andaba pisando los talones por el asunto del endeudamiento irregular del gobierno de Coahuila.
Al salirse Moreira, y sobre todo Manlio Fabio, los “amarres” que ya se habían establecido, en base a los cuales ya estaban “etiquetadas” las candidaturas al Senado, al menos por Baja California, se rompieron y éstas quedaron sueltas.
Ya se había avanzado un tanto en ese sentido, cuando Enrique Martínez y Martínez, recién designado Secretario Regional del PRI, llegó por primera vez a Baja California y encontró a muchos amigos. Más de los que se imaginaba. Con ellos platicó largo y tendido y le explicaron las condiciones prevalecientes en la entidad.
El caso es que las cosas cambiaron radicalmente. Ya nadie tiene candidatura alguna en la bolsa. Prueba de ello es que la Agrupación Política de Baja California, integrada por viejos priístas, -que conste, no es lo mismo que priístas viejos- decidieron destapar a Treviño Arredondo como precandidato al Senado. El escrito solicitud está dirigida a Pedro Joaquín Coldwell, nuevo dirigente nacional del PRI y a Martínez y Martínez, secretario regional del tricolor.
El 24 de septiembre, don René decía, a voz en cuello, que : “…No debemos permitir que ningún funcionario, ni del PRI, ni que esté muy bien ubicado y con muy buena posición en poderes federales o estatales, nos venga a decir quiénes van a ser los candidatos”.
¿Su destape, querrá decir que no habrá imposiciones, o bien, que fue el “espíritu santo” el que le dijo que habría una candidatura en su camino, y no algún funcionario, ni del PRI, ni alguien muy bien ubicado y con muy buena posición en poderes federales o estatales?
Lo cierto es que las candidaturas priístas, para los comicios del 2012, serán las manzanas de muchas discordias y los que se presumían candidatos, seguramente se quedarán con las ganas de serlo. Bien dicen que del plato a la boca, se cae la sopa.
gil_lavenants@hotmail.com
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