Por Gilberto Lavenant
Ya se les hacia tarde. Apenas se bajó de la contienda presidencial el sonorense Manlio Fabio Beltrones, y el viejo PRI parece haber resucitado : Súbitamente surge la cargada a favor del único precandidato, Enrique Peña Nieto, lo que supuestamente se pretendía evitar, con la “corrección” que el dirigente nacional, Humberto Moreira, hizo a la convocatoria.Para nadie pasó desapercibido. Esta semana, se volcaron las “simpatías”, hacia el mexiquense, Se habían frenado, porque Beltrones también aparecía como precandidato y cualquier pronunciamiento podría abrir viejas heridas.
Además, el sonorense había venido desempeñando el papel de “conciencia moralista”, la que advertía a los priístas, que no se aceleraran, que se trataba de demostrar que son un nuevo PRI, que ya habían quedado en el pasado las prácticas priístas tradicionales, como el “dedazo”, las “cargadas”, el “candidato de unidad”.
Retirado Beltones -aunque hay quienes afirman que lo retiraron- el viejo PRI, regresa a escena. Como en los tiempos de antaño, de pronto hay una coincidencia masiva a favor de un solo hombre, de pronto todos descubren que es el mejor hombre, el que reúne todas las condiciones y características para ser el abanderado priísta.
Dos eventos fueron suficientes para que el viejo PRI hiciera su retorno. La presentación de un libro, presuntamente escrito por el mexiquense, y un evento de cambio de directiva del Organismo Nacional de Mujeres Priístas. Las crónicas periodísticas, hacen recordar viejos tiempos. “Sectores del Partido Revolucionario Institucional iniciaron un masivo cierre de filas en torno a la inminente candidatura de Enrique Perña Nieto a la Presidencia de la República”, señala en la correspondiente nota, el periódico capitalino El Universal.
Señala que la Confederación Nacional de Organismos Populares, conocida más comúnmente por sus siglas CNOP, así como el Organismo Nacional de Mujeres Priístas, manifestaron su respaldo absoluto al mexiquense, para enfrentar la contienda presidencial del próximo año.
Al viejo estilo priísta, los vitores, los gritos y las porras, llaman Presidente a Peña Nieto, cuando ni siquiera se ha registrado como precandidato, lo que supuestamente habrá de hacer este próximo domingo. A meses de su postulación, en cualquier momento empezará la lluvia de pronunciamientos a favor del exgobernador mexiquense.
Muchos presumirán, y se lo dirán sin rubor alguno, que siempre estuvieron con él, que sabían que sería el abanderado priísta, que es el mejor priísta del país, que no hay ningún otro como él. Se aprenderán de memoria su curriculum, sus poses, su forma de vestir. En especial, su peinado.
Por cierto, la presentación de su libro, no le salió tan bien, como suponía. Uno de los presentadores, Alejandro Aguilar Camín, aprovechó la ocasión para hacer referencia a los “puntos negros” del priísmo. “…El escándalo público que rodea hoy al PRI, precisamente por falta de rendición de cuentas contraídas por visibles políticos priístas” contradice el corazón del libro : la creación de una reforma fiscal “que sólo puede generarse con transparencia y rendición de cuentas”. Dicen que Peña Nieto, hizo como que no escuchó. Como cuando dicen que alguien “tragó camote”.
En otra parte de su intervención, Aguilar Camín, sin mencionarla por su nombre, resaltó la antiética alianza con la maestra Elba Esther Gordillo y su PANAL. “Algo semejante –dijo- puede decirse de las alianzas electorales recientes del PRI. ¿Puede imaginarse una reforma educativa como la aquí propuesta, de la mano de Nueva Alianza, el partido político del sindicato magisterial y de su dirigente ?” Se observa que los dueños de Nueva Alianza han sido, hasta ahora, más parte del problema, que de la solución, en el reto educativo de México.
Y otra más. El presentador cuestionó : ¿ Puede esperarse algo en materia de desarrollo sustentable, noción también importante en este libro, de la mano de un Partido Verde del que no sabemos sino escándalos privados y campañas públicas a favor de la pena de muerte?
El cuasicandidato, luego de un silencio sepulcral, defiende los compromisos partidistas y le dá una salida política a los incómodos señalamientos. Dijo que sólo con el apoyo de maestros, es posible enrutar a México en la vía del progreso.
Estos dos primeros eventos, pusieron en evidencia que el PRI inicia su presunto retorno a la Presidencia de la República, con serios compromisos, incómodos, algunos un tanto impúdicos. Como acostumbraba el viejo PRI.
También evidenció, que el cuasicandidato presidencial, hará alarde de malabarismos verbales, para justificar lo injustificable, para atajar críticas y señalamientos. En lugar de llamar las cosas por su nombre, de buscar nuevas formas en la práctica política, que no dé lugar a cuestionamientos.
A 82 años de su fundación, pese a que se habla de un nuevo PRI, sigue siendo el mismo. El tiempo no perdona nada. Sobre todo, no perdona los excesos, las fallas. A la primera, se observa que es el viejo PRI, ni vistiéndolo de rockero sesentero. Quizás será por aquello de que “árbol que nace torcido, nunca endereza”.
Se requiere meditar mucho sobre todo esto. No quisieron escuchar los consejos de Manlio Fabio. Regresar al poder, luego de 12 años, para volver a hacer lo mismo. Absurdo.
Ahora que sí insisten en presumir juventudes, como le ocurre a los hombres maduros, que hacen el ridículo al adoptar posturas juveniles, el PRI corre el riesgo de que le griten por ahí ¡Viejo Rabo Verde ! Si es así, habría que cambiar sus siglas, de PRI a VRB.
gil_lavenants@hotmail.com
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