El “político” pobre y millonario

Por Francisco Nuberg

Existió un dinosaurio de la política mexicana que acostumbraba a decir: “un político pobre, es un pobre político. Esa frase tan corta, pero tan significativa, ha marcado toda una cultura en la región que ha instalado la idea de que cualquier persona con dinero puede convertirse en un “líder político”.




Desafortunadamente, en algunos casos, la realidad nos enseña que esto cada vez más se convierte en una verdad. La historia reciente de nuestros países nos ha demostrado que cualquier persona puede llegar a una alta posición de poder a golpe de billetera. Quizá este hecho se ha convertido en uno de los pocos males que ha traído consigo los procesos democráticos en Latinoamérica.



La meritocracia, el liderazgo social, la capacidad y el talento son común denominadores en un pequeño grupo de políticos profesionales que cada día pierden más vigencia. El dinero sucio de la corrupción y de los intereses más perversos hace que existan muchos personajes con pretensiones de “estadistas”.



Sin embargo, este tipo de modelos, como muchos otros, se agotarán en el tiempo. A lo largo del devenir de la historia contemporánea hemos podido ser testigos del declive de modelos de gestión basados en el atropello, la manipulación y el abuso del Poder. El gran aporte de la democracia, es que siempre busca la manera de poner en su justa dimensión las actitudes que consistentemente han causado mayor daño a nuestras sociedades, a veces estos procesos son lentos…. pero siempre llegan.



Pienso que no existe cosa más denigrante para una persona que basar su supuesto “liderazgo” en la compra de conciencias y voluntades mediante el desvió abusivo de fondos públicos o el uso de recursos de origen ilícito. A mediano plazo, esto tiene un efecto devastador para el propio comerciante con etiqueta de “político”. De alguna u otra manera las consecuencias siempre le cobran, muy pocos han pasado a la historia con la oportunidad de reivindicarse y limpiar su imagen.



Es importante reconocer que las causas de estos fenómenos están íntimamente ligadas a la actual crisis de representación política que vivimos en nuestros Países. Lo grandes desafíos y problemas de Desarrollo Humano y Social hacen todavía más profunda la intolerancia (permisiva) hacia esa masa de “políticos” que no fueron preparados para gestionar poder.



Por ello es muy evidente notar aquel líder fabricado, que ante asuntos que son fundamentales para conseguir su trascendencia política, siempre se achican y se vuelven nada. No hay carácter, porque no tienen historia, ni preparación. Nunca entendieron como vinieron, por ello así mismo se irán. Todo eso les aterra y es entonces cuando su origen salta como una liebre en pánico al ver que el dinero ya no es el camino y que no da los resultados de antes



Es aquí cuando el poder ciudadano se hace grande y despierta….se manifiesta. Un llamado de atención, un ya basta y un NO….



Lamentablemente, son reacciones cíclicas de nuestro sistema democrático imperfecto y socialmente costoso…pero es lo que tenemos y hasta el momento, es lo mejor (siempre será perfectible en la medida que queramos)



Seguro que seguiremos viendo comerciantes travestidos de “líderes políticos”. Lo importante es que ya los reconocemos mejor. Algunas de sus características son: No tienen historia, ni tradición de servicio social, son coyunturas de un periodo, siempre beneficiados por la corrupción y el crimen, sin talento, inflados mediáticamente, gastando el dinero a lo pendejo y con mucha capacidad de resolver (sus problemas claro, no los de ustedes).



Usted puede hacer un comparativo en su comunidad, un antes y un después del modo de vivir, y entonces se dará cuenta fácilmente quienes son…Apunte!



Francisco Nuberg

@F_Nuberg