Por Alfredo Calva
Anquilosado se encuentra en el PRI, cuando menos en Playas de Rosarito, los procesos democráticos, para la selección de dirigentes de los diversos organismos que conforman los sectores de este Instituto Político. Su resistencia a desterrar las viejas prácticas del ¨dedazo¨ y la ¨imposición¨, son el común denominador en ese partido, que en contra parte y de manera mediática, proclama su transformación.La asunción de Rodrigo Montes a la dirigencia del Foro de Profesionistas y Técnicos de Playas de Rosarito, es un vivo ejemplo de este juego de doble cara partidista. Este personaje, que mal se desempeña en la actual administración municipal que preside Javier Robles Aguirre, como Director de Comunicación Social, fue integrado al citado Foro, gracias al capricho y voluntad del líder municipal de la CNOP, en Rosarito, el regidor Antonio Serret.
La parafernalia que llevaron a cabo para la imposición de Rodrigo Montes, estuvo marcada por un solo factor, la mediocridad, pese a la presencia del primer edil, la cual se reflejo en el número y tipo de asistentes (30 personas), quienes en su totalidad eran funcionarios del gobierno local.
La democracia es tal en los organismos priistas, que la líder de ese asociación, Ivón Cervantes, duro en el cargo seis años, sin que a nadie, en la dirigencia estatal del Foro le interesara cambiar o renovar los cuadros, pero ahora, con el triunfo del tricolor en el municipio y la posibilidad de subirse al camión de la contienda federal, quienes manipulan los desatinos de ese partido en Rosarito (Roberto Perales, Antonio Serret y Javier Robles), requieren de tener y mantener el control de todos los entes afines a su partido, bajo estricto control.
Y para ello, que mejor que colocar en el liderazgo del Foro, a un individuo que ha mostrado y demostrado grandes talentos, y no precisamente en el desarrollo de sus actividades como titular de Comunicación del gobierno municipal, estas habilidades le permiten transitar y mutar en el mundo de la política, como son, el servilismo, la traición, la insidia, la intriga, y la lisonjearía.
Para este fin, trajeron al dirigente estatal de la CNOP, Enrique Acosta, quien por cierto, fue destapado como futuro senador, como en las viejas prácticas priistas, por otro servil lisonjero, el líder estatal del Foro de Profesionistas, Antonio Lomelí Sedano, como testigo de honor, y al alcalde para que tomara la protesta al ungido ¨democráticamente¨ por el dedo gracioso y grasoso de Antonio Serret.
La democracia que practica hacia su interior el PRI, se contrasta con la democracia que dice, debe de existir en este país.
Doble dioscuros, doble cara política partidista.
Anquilosadas las viejas mañas.
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