miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cuando crimen y política se juntan

Por Jesusa Cervantes, Arturo Rodríguez y Luciano Campos (Proceso)
El ataque al casino Royale de Monterrey destapó un entramado de corrupción entre empresarios, autoridades y la delincuencia organizada, que conviven en la industria del juego o bien se la disputan violentamente. El individuo más representativo de esa amalgama es conocido como El Zar de los Casinos, cuyo dinero se ha usado presuntamente en las campañas de varios políticos panistas
En este circuito de componendas destacan los hermanos Larrazabal, uno sorprendido en muy probables actos de corrupción, y el otro, alcalde de Monterrey; Raúl Gracia Guzmán, consejero de la Judicatura nuevoleonesa, y Zeferino Salgado Almaguer, delegado de Comunicaciones y Transportes en la entidad. Una fuente del PAN sostiene que los tres últimos recibieron una orden de Felipe Calderón: respaldar al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, en sus aspiraciones presidenciales.

El ataque al casino Royale de Monterrey el pasado 25 de agosto exhibe los intereses de la industria del juego y el entretenimiento en Nuevo León que reditúan ganancias anuales estimadas en 24 millones de dólares por cada casa de apuestas; desnuda también la red de complicidades entre permisionarios y operadores de esos establecimientos con autoridades de los tres niveles de gobierno y aun de la jerarquía católica nacional.



Y esa mezcla de poder político y dinero la encarna Juan José Rojas Cardona, El Zar de los Casinos. Algunos de sus exsocios aseguran que él suele apoyar campañas políticas de panistas de Nuevo León, como los exalcaldes de Monterrey, Adalberto Madero, y de San Nicolás, Zeferino Salgado Almaguer, así como de senadores.



Rojas Cardona, comentan, logró incluso que el cardenal Norberto Rivera Carrera inaugurara, el 25 de febrero de 2008, una de sus propiedades, y sus competidores en el mundo del juego comentan, aun sin aportar datos, sus posibles vínculos con el crimen organizado.



En Nuevo León, Rojas Cardona tiene 12 casinos y es el principal rival de los permisionarios de Atracciones y Emociones Vallarta, propietarios del casino Royale.­ Su hermano Arturo Rojas Cardona es quien figura como el dueño del permiso para juegos que le entregó la Secretaría de Gobernación el 25 de mayo de 2005, cuando el panista Santiago Creel Miranda era el titular de la dependencia.



Arturo posee también tres inmobiliarias, 22 operadoras para instalar casas de juego, tres negocios dedicados a la publicidad política y una empresa de taxis aéreos.







Nuevo León, territorio libre







Las entidades que cuentan con más casinos son el Distrito Federal, Baja California y Nuevo León, de acuerdo con un informe de la Asociación de Permisionarios de Juegos y Sorteos fechado en julio pasado.



La primera tiene 74, de las cuales 33 son de Administradora Mexicana de Hipódromo, S.A. de C.V., cuyo operador es CIE Internacional, socia de Televisa en OCESA; en Baja California son 59 los establecimientos, 47 de ellos pertenecen a Jorge Hank Rhon, y en Nuevo León son 57 negocios



En esta última entidad, 12 casas son del permisionario de Atracciones y Emociones Vallarta, propietario del casino Royale; otros 12 centros los regentea Rojas Cardona a través de su hermano Arturo, quien tiene el permiso de Gobernación; Hank Rhon tiene 10; CIE cuenta con seis, igual que Televisa, y Megasport tres.



El Palacio de los Números, de la familia de Rogelio Garza, dueños también de los tables dance, tiene cuatro; Comercial de Juegos de la Frontera, dos, lo mismo que Petolof, en uno de los cuales, el Red, presuntamente fue grabado Jonás Larrazabal, hermano del presidente municipal de Monterrey, el panista Fernando Larrazabal, en el momento en que recibía un fajo de dinero.



Juan José Rojas Cardona inició su emporio de casinos antes de que la Secretaria de Gobernación entregara el permiso a su hermano Arturo para operarlos. En 2002, cuando Fernando Larrazabal era alcalde de San Nicolás, El Zar de los Casinos instaló su primera casa de apuestas, el casino Bellavista.



El negocio sólo funcionó dos años. El 22 de octubre de 2004 fue clausurado por un pleito que interpuso la empresa International Thunderbird Gaming Corporation contra México por el uso de cierto tipo de máquinas de juego.



Mario Games, quien por aquellas fechas trabajaba en Multimedios, fue quien presentó a Rojas Cardona y a Fernando Larrazabal. Desde entonces trabaron una amistad que aún perdura.



Quienes lo conocen aseguran que Larrazabal fue quien permitió la apertura del Bellavista, aun sin contar con el permiso de Gobernación (el número DGAJS/SCEVF/P-06/2005), otorgado el 25 de mayo de 2005 por 25 años para que Rojas Cardona operara 100 salas de juego, 50 centros de apuestas remotas y 50 de sorteos de número. Hoy sólo tiene seis de cada una en Nuevo León.



En el trienio 2006-2009 ocupó la alcaldía de San Nicolás el panista Zeferino Salgado Almaguer, quien actualmente es delegado federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Nuevo León. Su campaña electoral fue diseñada por la empresa Tango Publicidad y Medios México, S.A. de C.V., propiedad de los hermanos Rojas Cardona.



En enero de 2008, Salgado recibió una donación anónima de un helicóptero para la seguridad pública, que bautizaron como Águila Azul. El diario El Norte reveló que el pago por el helicóptero entregado en comodato al ayuntamiento lo hizo la empresa Inmobiliaria Archov, de Arturo Rojas Cardona, fundada el 17 de agosto de 2004, según consta en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Nuevo León.



El 3 de abril de 2008, ante las críticas abiertas, Raúl Betancurt, apoderado legal del Zar de los Casinos, pidió al ayuntamiento que regresara el helicóptero Robinson R-44, modelo Raven2, matrícula provisional XB-KKY, ya que se estaba dañando “la imagen de su cliente”, pero sobre todo porque se había violado la cláusula de confidencialidad firmada cuando fue entregado en comodato.



Durante su administración, Salgado Almaguer autorizó el uso de suelo para dos casinos y nombró director general del Instituto de Planeación y Desarrollo Municipal a Iván Paul Garza Téllez, quien dictaminaba los cambios de uso de suelo que demandaran los particulares.



Al término de su gestión, Garza Téllez se trasladó a la Ciudad de México, donde el actual presidente nacional del PAN, Gustavo E. Madero Muñoz, lo nombró director del Registro Nacional de Miembros de ese partido.



Entre los panistas circula la versión de que la campaña del dirigente nacional del PAN fue respaldada económicamente por El Zar de los Casinos. Sin embargo, su vocero Raúl Reynoso Nuño la rechaza.



Cuando Salgado Almaguer estuvo al frente del ayuntamiento de San Nicolás, Monterrey estaban en manos del panista Adalberto Madero, quien en su trienio (2006-2009) autorizó la instalación de 10 casinos. En noviembre de 2007, el abogado Roberto de la Rosa Lozoya, representante de la casa de apuestas Bingo de la Suerte, cuestionó a Adalberto Madero que clausurara sólo las casas de juego que no pertenecen a Rojas Cardona.







Presunto apoyo a Calderón







Al Zar de los Casinos no sólo se le relaciona con políticos menores, también con piezas clave en los estados; William Andrew Graven, uno de sus antiguos socios, lo acusa incluso de entregar dinero ilícito a la campaña presidencial de Felipe Calderón.



Graven, quien participó con Rojas Cardona en la instalación de 16 operadoras de casinos (cuyas actas obtuvo Proceso), lo acusó de haberlo defraudado con 3 millones de dólares. El 17 de noviembre de 2008, en conferencia de prensa en Monterrey, Graven reveló que el propio Juan José entregó a Calderón 25 millones de dólares para su campaña.



Dijo que Calderón buscaba el apoyo de “10 amigos especiales” para que cada uno aportara 25 millones de dólares. Rojas Cardona le comentó a Graven que trataban de conseguir por lo menos 25 millones de dólares porque había un grupo llamado Amigos Especiales, formado por 10 conocidos de Calderón, cada uno de los cuales aportaría 25 millones, y que él quería ser uno de ellos para que, después de la elección, obtuviera todo lo que quisiera.



Y añadió: “Una de las primeras preguntas que le hice a Pepe fue: ‘estás haciendo números financieros, ¿por qué necesitas un accionista, dinero de mí?’. Y me respondió que un tal Pepe Serrano, que era su intermediario con políticos, le dijo que las elecciones estaban cerca y que dos veces a la semana en su avión particular enviaba todo su efectivo a México para ponerlo en la campaña de Calderón”.



Dos años antes, en octubre de 2006, Arturo Rojas Cardona constituyó con Graven 16 empresas llamadas Juegos de Entretenimiento y Video en las ciudades de Mazatlán, Mérida, San José del Cabo, Lagos de Moreno, La Paz, Acapulco, Morelia, Hermosillo, Aguascalientes, Cancún, Puerto Vallarta, San Pedro y el Distrito Federal, entre otras.



Sin embargo, en mayo y julio de 2007, “de común acuerdo”, los socios desintegraron las sociedades. Al año siguiente, Graven denunció que El Zar de los Casinos se había quedado con 3 millones de dólares que aportó para las aperturas de las casas de apuestas, pero expresó que no interpondría ninguna denuncia penal.



El Zar de los Casinos no sólo simpatizaba con Calderón, según Graven, pues de acuerdo con un informante del PRI, que pidió omitir su nombre, todos los propietarios de las casas de apuestas estarían haciendo una colecta de 300 millones de dólares “para apoyar al próximo candidato presidencial”.



El pasado 7 de agosto, Fernando Larrazabal y el exalcalde de San Nicolás, Zeferino Salgado, organizaron un acto proselitista en favor de Ernesto Cordero Arroyo, el precandidato favorito del presidente Felipe Calderón a la Presidencia de la República.



Para despejar dudas de posibles contubernios entre políticos, casinos y autoridades locales, Felipe Calderón advirtió en su quinto informe de gobierno:



“Me indigna el nivel de opacidad y corrupción que la tragedia de Monterrey ha dejado traslucir (el incendio en el casino Royale)…Y por eso he girado instrucciones para que… se revise escrupulosamente la operación de todos estos establecimientos en la República. Les he instruido también para que investiguen las evidencias de posibles casos de corrupción y que quien haya violado la ley, sea quien sea, del partido u orden de gobierno que fuere, afronte las consecuencias en cualquier caso.”



Pero las relaciones del Zar de los Casinos no sólo han sido con políticos panistas, también ha logrado el aval de la jerarquía católica. El 25 de febrero de 2008, en el municipio de San Pedro, Juan José Rojas inauguró el restaurante 40 West. Al acto asistieron no sólo autoridades del ayuntamiento, como Javier Maiz, entonces secretario de Desarrollo Urbano, también estuvo un personaje inesperado: el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México.







La corrupción







Cuando Adalberto Madero llegó al gobierno de Monterrey, corrió la versión de que Juan José Rojas Cardona pidió colocar en la dirección de Alcoholes a uno de sus personeros a cambio de 10 millones de dólares, comentó a los reporteros un viejo cobrador de piso de los casinos de esa ciudad.



Coincidentemente, una de las primeras acciones de la administración de Madero fue clausurar el casino Revolución, propiedad de Rogelio Garza, competidor del Zar de los Casinos.



El mismo informante relató que Daniel Torres, quien también trabajaba para el cártel de Los Zetas, y Eduardo Saldaña, El Puma, cobraban piso en nombre del municipio y de Rojas Cardona.



Un empresario regiomontano comenta a Proceso que Rojas Cardona “tiene poder en Nuevo León y apoyo, tanto de las autoridades como del crimen organizado”; relata que “Los Zetas llegan cada semana a los casinos que le causan ruido a Rojas, a distintas horas del día. Ello –agrega–, no tendría relevancia si no fuera porque a los establecimientos de Rojas nunca les sucede nada; no tienen problemas de cuotas, ni con la autoridad; tampoco actos de intimidación… ¡Nada!



Los empresarios que compiten con él tienen de dos: seguir pagando cuotas y sufrir actos vandálicos del crimen organizado o dejar morir el negocio.







Polémica trayectoria







Poco se sabe del origen de Juan José Rojas Cardona, de 44 años, quien en una década se convirtió en millonario y ha salido airoso en los diferentes casos judiciales que ha enfrentado en México y Estados Unidos.



Aunque son varias sus cuitas la que hoy lo tiene en vilo es la demanda del fondo inglés Bluecrest, que en 2008 le otorgó un crédito de 75 millones de dólares, y al no recibir pagos recurrió a las autoridades judiciales en 2009. Tan sólo el pasado 5 de julio el Primer Tribunal Unitario en materia civil y administrativa con sede en Nuevo León declaró procedente someter a concurso mercantil la empresa de Rojas, Entretenimiento de México, para que pague el adeudo más los intereses, lo que da un total de 90 millones de dólares.



Lo peor para Rojas es que al existir esta resolución judicial puede perder el permiso de Gobernación, pues el Reglamento de juegos y sorteos, en su artículo 34, dice que el permiso se cancela cuando la empresa es sometida a dicho concurso.



Pero la historia fraudulenta de Rojas se inició en 1985, cuando ingresó a la Universidad de Iowa para estudiar economía. El 6 de mayo de 1990, según el diario The New York Times, fue acusado de malversación de fondos públicos siendo dirigente estudiantil. A través del uso de una razón social denominada Romex Corportation y la Big Ten Estudiante Asoc., Rojas fue acusado y su caso fue liberado en 1992.



El año anterior tuvo otro registro penal (casos FECR029070 y FECR028526) en ese mismo distrito judicial de Iowa, por cargos relacionados con seis cuentas de falsificación, y otro de robo en tercer grado. La sentencia no se cumplió, pues hasta donde se sabe Rojas huyó de la jurisdicción en la etapa de apelación después de haber librado cargos por cinco años de cárcel.



La sombra del narco lo acompaña. De acuerdo con las causas penales 94-cr-00080LH-1 y 94-mj00056-JHG-1, radicadas en la Corte de Distrito de Nuevo México, en febrero de 1994 el gobierno estadunidense lo acusó, en el primer caso, de poseer con fines de venta 50 kilos de mariguana; en el segundo, de poseer otras 17 libras.



Aunque Rojas libró las diferentes acusaciones en 1997, por su historial el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) le tiene asignado el número 722659NA5. Dos años después fue detenido en Nuevo León por un fraude de 57 mil dólares contra una casa de cambio. En México fue denunciado en 2007 por la empresa Bingo de la Suerte S.A. de C.V., por abuso de autoridad, falsedad de informes y delincuencia organizada.



Un caso más de implicación internacional ocurrió en 2008 y acaba de obtener jurisdicción. Se trata del Lac Vieux Deserty Band of Lake Superior Chipewa Indians, de Michigan, una tribu que acusa a Rojas de fraude por 605 millones de dólares para un casino que se operaría en Guadalupe, Nuevo León.

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