lunes, 15 de agosto de 2011

Palco de Prensa: El presidentito

Por Gilberto Lavenant
Aunque quizás él no lo sabe, todos lo identifican como “El presidentito”. Esto, porque luego del propio Alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, su suplente y Secretario de Desarrollo Social, David Saúl Wakil, se comporta, ostenta y exige trato de Presidente municipal de esta ciudad. Pero como no es el cargo que le corresponde, todos lo refieren como “El presidentito”.

Uno de los problemas principales que afronta la administración de Carlos Bustamante, es que han surgido múltiples grupitos, grupos y grupotes. Cada quien juega “para su santo”. Pocos realizan labor para fortalecer la imágen del Alcalde, todos buscan lucirse a sí mismos.

Uno de los grupos que se identifican con mayor facilidad, es precisamente el del Alcalde suplente. La agenda de Wakil, compite con la de Bustamante. En lugar de mantener una actitud discreta, que es lo común, el Secretario de Desarrollo Social aprovecha que maneja la bolsa de recursos para programas sociales, para proyectarse.

Coloca primera piedras, corta listones, entrega despensas, inaugura eventos. Hay quienes llegan a pensar que efectivamente se trata del mismísimo Alcalde. Wakil no pierde la esperanza de ser candidato a Alcalde en el 2013 y ocupar la silla presidencial del XXI Ayuntamiento de Tijuana. Todos los días piensa en eso. Cada acción, lleva ese propósito.

Wakil, al igual que muchos funcionarios municipales, padecen “El síndrome de rocky”. Piensan, sienten y presumen, que en los comicios del 2010, ganaron por méritos propios y por lo tanto consideran que de participar en la contienda electoral del 2013, sin duda alguna triunfarán. Si ya la hicieron una vez, fácilmente la pueden volver a hacer. Al menos eso es lo que creen o suponen.

No entienden, que los priístas no ganaron en el 2010, sino que perdieron los panistas. Que los priístas no eran los mejores candidatos, sino los menos peores. Su soberbia les lleva a suponer que ni siquiera el partido es indispensable, pues creen que ellos triunfaron por méritos propios.

A esa actitud se debe u origina la actitud rebelde que muestran, cuando se les reclama lealtad o disciplina partidista. Por eso se adhieren y rinden pleitesía a personajes que consideran son contrarios a quienes aparecen al frente de las estructuras partidistas, como quien agarra su presunto capital político, para venderlo al mejor postor.

Así mismo, Wakil, en sus aspiraciones partidistas, también trata de “sembrar” a su gente en la estructura priísta. Impulsa, como candidato a Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI, a José Luis Hernández Silerio, uno de sus más cercanos colabradores. Lograr esa posición, fortalecería las aspiraciones del Secretario de Desarrollo Social, para convertirse en Alcalde de Tijuana.

Además, también se dedica a hacer “amarres”. Dicen que ha formalizado compromisos con el Lic. Carlos Murguia, actual Presidente de la Legislatura Estatal. Juntos, se han dedicado a “tumbar caña”, tratando de hacer un lado a los posibles rivales u obstáculos, en sus aspiraciones futuristas.

Así mismo, a toda costa buscan posicionarse en diversas zonas de la ciudad, sin importar que otros funcionarios municipales tengan más ascendencia. Para ellos, todo Tijuana es su territorio. Requieren que los colonos los reconozcan como benefactores, como generosos. Es un tanto sembrar, para luego cosechar votos.

Para ello, aprovechan hasta la más elemental acción social. Ni siquiera por cortesía, invitan a los delegados municipales a sus eventos. Si acaso invitan al Alcalde, pero de preferencia buscan su exclusivo lucimiento.

No obstante, cuidan de no pisar “terrenos minados”, aquellos que están bajo el control de determinado político priísta, pero que no es afin a ellos. Es el caso de la zona de La Presa Rodríguez, la parte este de la ciudad, aquellas áreas que controla el diputado local Gregorio Barreto Luna. Ahí, difícilmente operan.

Actitudes como estas, debilitan la imágen y el equipo del Alcalde Carlos Bustamante, donde cada quien brinca por el lado que gustan, sin que nadie los limite. Sobre todo a “El presidentito”. No hay quien se atreva a enfrentarle.

En la historia política de Tijuana, pocas veces, como ahora, se ha observado tal divisionismo, en el gobierno municipal. Aunque todos lo niegan, no lo reconocen, pero no hacen nada para evitarlo. Es una verdad a voz en cuello.

Divisionismo este que cultivan a base de intrigas, maledicencias, descalificaciones y todo aquello que pudiese aniquilar a sus prsuntos rivales. Aunque sean priístas contra priístas.
  
Sin embargo, “El presidentito”, es harina de otro costal. Total, soñar no cuesta nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario