La cantante tenía graves problemas con el alcohol y las drohas, al igual que el selecto grupo de rockeros que fallecieron prematuramente a los 27 años.
Las situaciones en las que encontraron el final de sus vidas incluyeron la utilización de diferentes tipos de drogas, e incluso el suicidio y accidentes de tránsito.
El caso de Kurt Cobain tuvo gran resonancia cuando se conoció la noticia en 1994, de que el líder de la banda Nirvana se pegó un tiro en su casa en Seattle.
Al artista siempre lo acompañó una historia de maltrato infantil, adicción a la heroína y problemas con el alcohol.
En tanto, en el caso de Jimi Hendrix las causas todavía no están del todo claras. Una de las hipótesis señala que el músico tuvo un infarto en su casa en Londres y falleció luego de que la ambulancia no llegó a tiempo.
Sin embargo, hay quienes señalan que el genial guitarrista se descompuso tras una pesada noche de fiesta, drogas y alcohol, lo que derivó en que muriera en camino al hospital, ahogado en su propio vómito.
En octubre de 1970, luego de trabajar en los estudios de grabación, Janis Joplin salió y se emborrachó. Fue hallada muerta y el forense indicó que su fallecimiento se debió a una sobredosis de heroína.
Por su parte, el ex líder de The Doors, Jim Morrison, falleció en su departamento de París, agobiado por las fuertes críticas y los problemas legales que se levantaron en su contra, a raíz de su comportamiento en los recitales de la banda.
De acuerdo con la autopsia, falleció por un explosivo coctel de tranquilizantes y alcohol. Su novia, fue la única persona de su entorno que lo vio muerto, lo que dio lugar a cientos de conjeturas.
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