Por Gilberto Lavenant
Quizás, para muchos mexicanos, no signifique nada la expresión “Parámetro Estatal 32”. Sin embargo, en muchos políticos, ha generado múltiples reacciones.
Para unos, los priístas, les sirve de base para fortalecer sus esperanzas de que en el 2012, el PRI regresará a Los Pinos. Para otros, los panistas, les da la certidumbre de que en los comicios presidenciales del próximo año, tendrán que dejar el poder público federal y regresarán a la condición de partido opositor, que seguramente nunca debieron abandonar.
Parámetro Estatal 32, es un trabajo realizado por la empresa encuestadora Parametría, S.A. de C.V., dado a conocer en días pasados, relativo básicamente a la preferencia electoral de los mexicanos por la Presidencia de la República. Es un indicador, Estado por Estado. Es el resultado de medición, cara a cara, con un margen de error de +/- 0.9 % a nivel nacional e indica la preferencia electoral de los mexicanos, según se señala en el portal de la empresa, que dirige Francisco Abundis Luna.
Parámetro Estatal 32, contiene un apartado especial, que denomina “Halazgos electorales”. Motivo de reacciones diversas. Si hoy fuera la elección para Presidente de la República, indica, el PRI ganaría la contienda electoral en 14 de los 32 Estados del país, por más de de 15 puntos porcentuales.
También señala que en 7 Estados, Yucatán, Durango, Jalisco, Quintana Roo, Chihuahua, Oxaca y Queretaro, el Partido Revolucionario Institucional se llevaría la contienda por 10 o 15 puntos. En el Distrito Federal, Veracruz y Sinaloa, la ventaja del PRI es mínima. Entre 5 y 10 por ciento.
Los Estados de Guerrero, Tabasco, Puebla, Guanajuato, Nuevo León, Baja California Sur y Sonora, Tendrían una elección competida. La diferencia entre los partidos que le siguen al PRI, es de menos de 4 puntos porcentuales. Hasta aquí, coincide con la idea general que se tiene de la preferencia electoral a nivel nacional.
Lo que genera inquietudes para muchos, es que observa que Baja California es el único Estado en el que el PAN ganaría la contienda electoral. Seguramente que al saber esto, los priístas bajacalifornianos se quedaron “helados”. Los panistas, por su parte, recuperaron un poco los ánimos, al considerar la posibilidad de triunfo en la entidad y conservar el dominio político de la entidad, que en el 2010 les dió un severo revés. Aunque, como se trata de los comicios federales, esto significa que los candidatos panistas a Senadores y Diputados Federales, podrían sentirse un tanto tranquilos y confiados de que tendrán chamba segura durante los próximos seis años. Bueno, a menos que los electores dedican lo contrario.
Para que esta última “predicción”, la que corresponde a esta entidad, se cumpla, se requiere que los actuales Senadores y Diputado Federales panistas, recuerden que Baja California existe, y regresen a dar cuentas de sus actividades. Pero no con “cuentas alegres”, como acostumbran, sino con información contundente. Sobre todo, para que expliquen y justifiquen qué hicieron para defender a sus presuntos representados, los bajacalifornianos, ante medidas centralistas como el SIAVE, la restricción en el manejo de dólares, las restricciones en la importación de vehículos usados, entre otras muchas, que han ahorcado a la economía de Baja California.
Si los legisladores panistas, no reaccionan, aunque sea ya un poco tarde, seguramente los electores habrán de advertir, como lo hicieron en el 2010, que ni caso tiene votar por los candidatos blanquiazules. Para que no hagan nada, para que no defiendan a los bajacalifornianos, ante los embates centralistas, ni caso tiene.
Si en estos momentos se hiciera una encuesta entre los electores, y les preguntaran si es que al menos saben los nombres de los Senadores o Diputados Federales, que les representan, sería bochornoso el resultado. La mayoría de los supuestos legisladores, son meros “turistas políticos”, que dedican muy poco tiempo a la tarea legislativa.
En el lado del PRI, nadie puede negar que el Senador priísta, Fernando Castro Trenti, le está haciendo la lucha con todas sus fuerzas. Que forma parte de cuanta comisión se integra en el Congreso de la Unión. Que los temas relativos a la problemática de la entidad, los plantea constantemente bajo Puntos de Acuerdos y gestiones directas con funcionarios federales.
Pero la estructura del Partido Revolucionario Institucional, al menos en Baja California, no se ve tan sólida. Fácilmente se perciben fisuras, o más bien grietas irreparables. Hacen falta líderes sociales, individuos de renombre, personajes que aglutinen.
A la mejor porque ya llevan 20 años fuera del poder público en esta entidad, fueron perdiendo los ánimos y el control de grupos. Son pocos los que le han dedicado tiempo al trabajo de campo. No han surgido caras nuevas. Casi todos los políticos priístas, son los mismos de siempre. Muchos de ellos, considerados como “cartuchos quemados”.
A eso habría que agregar los efectos de diversos factores, como el nombre del candidato presidencial de cada partido, el resquebrajamiento o divisionismo que cada organización política sufra cuando determine sus postulaciones, la “guerra sucia” que todos observan como eminente en este 2012 y sobre todo “las patadas de ahogado” del calderonismo y del panismo en general, que harán de todo, tratando de conservar el poder que se les escapa de las manos, apenas en su segundo sexenio.
Si bien es cierto que el panorama político nacional, está claro y favorece al PRI, en Baja California, “la moneda está en el aire”.
gil_lavenants@hotmail.com
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