Por Gilberto Lavenant
El próximo domingo, 3 de julio, hay elecciones en el Estado de México, gobernado aún por el cuasicandidato priísta a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, así como en otras tres entidades del país.
Los ojos de muchos estarán fijos en lo que ocurra en la entidad mexiquense, pues se dice que estos comicios determinarán el arranque de la campaña presidencial priísta. Los partidos de oposición, PAN y PRD, con bajos niveles de preferencia electoral, hacen hasta lo imposible por vencer al PRI en esta contienda, no solo por ganar una entidad, sino porque una posible derrota priísta, sería un serio tropiezo para Peña Nieto.
Para fortuna de los priístas, Eruviel Avila, su candidato, va a la cabeza de las preferencias electorales, con una enorme ventaja. Sin embargo, aunque no lo necesita del todo, son muchos los que quieren hacer notar y publicitar que apoyan al candidato priísta, pues con ello quedan bien con Peña Nieto y se apuntn para la grande.
Entre los apoyadores, ha destacado un grupo en especial. Le llaman el “Grupo de los 33”, todos ellos hankistas, provenientes de Tijuana, que sin ser invitados por el PRI, se fueron hasta el Estado de México, invitados por un hankista. Se fueron por su cuenta en autobús, obviamente patrocinados por su jefe, el empresario priísta, Jorge Hank.
Cabe observar que el PRI de Baja California, atendiendo las indicaciones del dirigente nacional, Humberto Moreira, envió un grupo de 100 priístas, los que viajaron en avión y se concentraron en Tlalnepantla, donde han estado coadyuvando en las labores a favor de Eruviel. Ellos son el apoyo oficial. Fueron a trabajar y prácticamente han pasado desapercibidos.
Los que han hecho demasiado ruido, son los hankistas. No forman parte del apoyo institucional, los jaló un hankista, son apenas 33 y a cada rato aparecen en espacios destacados de periódicos capitalinos, cual si fuese publicidad pagada.
La idea, obviamente, es poner de manifiesto que su jefe, Jorge Hank, es cercano no precisamente a Eruviel, sino a Peña Nieto. Para que en Baja California lo den por cierto y con ello intuyan que el empresario tijuanense tiene un excelente futuro político si el PRI gana los comicios en el Estado de México y por lo tanto si Peña Nieto es el candidato presidencial.
El problema es que los mexiquenses no quieren saber nada de los hankistas y mucho menos de la cabeza del grupo, Jorge Hank, que aunque está muy ligado con la entidad que gobernó su padre, el profesor Carlos Hank González, debido a su mala fama, no quieren que los liguen con ellos. En especial que no los liguen con su candidato a la gubernatura, Eruviel Avila y mucho menos con el cuasicandidato presidencial Enrique Peña Nieto.
Los hankistas se han convertido en el “apoyo incómodo”. Evidentemente, mediante la compra de espacios periodísticos, se han afanado en hacer notar su presencia allá, aunque los priístas mexiquenses hacen como que no los ven, ni los escuchan, ni los conocen.
Las incomodidades fueron mayores a raíz de la detención del hombre de los casinos. Sobre todo porque los partidos de oposición lo aprovecharon para dar por cierto de que Eruviel Avila, el candidato priísta, estaba recibiendo apoyos económicos sucios. Poquito que los hankistas se publicitaron y otro tanto que les ayudaron los perredistas y panistas, pues ni Eruviel, ni Peña Nieto, pueden argumentar que desconocen la presencia del Grupo de los 33.
En la edición del miércoles 8 de junio, del periódico capitalino Reforma, en primera plana, en tanto que aparece la nota relativa a la consignación de Hank, por acopio de armas, con encabezado a dos columnas, en la parte superior derecha, a un costado, a una columna, aparece una “llamada” indicando que operan hankistas en Zumpango. Ya en interiores, en la página 4, en la sección nacional, se hace alusión a la presencia de los hankistas, cual si fuese espacio pagado.
Bueno, efectivamente se podría sospechar que los hankistas pagaron para ocupar tales espacios, empero en el texto correspondiente se destacó los pésimos antecedentes de varios de ellos. Por ejemplo, de Luis Javier Algorri, se indica que fungió como Secretario de Seguridad Pública siendo Han Alcalde y que su sucesor, Julián Leyzaola lo señalaba de haber comandado una policía corrupta.
En dicha publicación también se apunta que el coordinador de la campaña de Eruviel, negaba que estuviera recibiendo apoyos de Hank, pero que los propios hankistas se encargaron de publicitar lo contrario, creando un portal de internet.
Después de esto, hubo otras publicaciones en el mismo periódico capitalino, que obviamente generaron más incomodidades a los priístas mexiquenses. En la edición del jueves 9 de junio, por ejemplo, se dice que “Acusa PRD nexos Tijuana-Edomex” y señalan, en base a supuestas declaraciones de perredistas, que “…el PRI no puede ocultar que Hank le aporta recursos”.
Así continuaron las cosas. De nueva cuenta, en la edición del martes 21 de junio, en base a declaraciones de Hank, en conferencia de prensa, luego de su liberación, se indica que “Confirma Hank Rhon lo que Eruviel niega”. Al día siguiente continúan con el tema, señalando que “Miente Eruviel, acusan partidos” y se dice que reclaman apoyos de Jorge Hank Rhon para la campaña del PRI en Edomex.
Definitivamente, los hankistas resultaron ser algo más que una “piedra en el zapato” del candidato priísta a la gubernatura del Estado de México. Los hechos demuestran que Hank está muy lejos de Eruviel Avila, y en especial de Enrique Peña Nieto. Mucho más lejos que de Tijuana a Zumpango. De triunfar el mexiquense en los comicios del domingo próximo, sin duda alguna el empresario tijuanense no aparecerá en la lista de los invitados a su toma de posesión. Que cada quien haga sus propias conjeturas.
gil_lavenants@hotmail.com
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