Por Gilberto Lavenant
Al menos en materia de impuestos, desde los orígenes del México independiente, los políticos dedicaban gran parte de su tiempo a crear nuevas cargas impositivas, por mera ocurrencia, al grado de que se llegó al absurdo de cobrar impuestos por el número de ventanas que tenían las casas, o por el número de animales domésticos.Durante la administración del Gobernador Roberto de la Madrid, a alguien por ahí se le ocurrió el cobro de algo así como un impuesto, al que tuviese perros. Por cada perro se cobraría una determinada cantidad de dinero. Con los recursos recaudados, se integraría un fondo para atender la problemática generada por los perros callejeros. Finalmente esto fracasó, porque generó más especulaciones y críticas que cualquier otra cosa.
Pero la fórmula de legislar por mera ocurrencia, o sea de crear nuevas leyes, de reformarlas o incluso de eliminarlas, se ha seguido utilizando a través de los años. Las propuestas relativas a la llamada Reforma Política, al menos a nivel local, en algunos casos, parecen el resultado de meras ocurrencias.
Como eso de que el candidato a Alcalde, que pierda en los comicios, pero que luego del vencedor, sea el que más votos obtenga, lo que le llaman el candidato de primera minoría, integrarlo con el cargo de síndico social, resulta más que aberrante y definitivamente es una simple ocurrencia.
Esto de las ocurrencias, como fórmula legislativa, salió a relucir, porque supuestamente se pretende dejarla en el olvido, en el abandono. Que quede fuera de uso.
Esta semana, el diputado del Partido Verde Ecologista de México, Victor Hugo Navarro Gutiérrez, Presidente de la Comisión de Reforma de Estado, al anunciar que ya habían concluido los trabajos relativos a la reforma política, dijo que esto permitirá legislar en base a consenso, formado respecto a temas debidamente analizados y no por mera ocurrencia.
En torno a la pretendida reforma política, se establecieron mesas de trabajo, en las que participaron representantes del sector empresarial, del sector académico, de organizaciones de la sociedad civil y representantes de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, bajo siete ejes temáticos.
Entre las propuestas, destacaron las relativas a la revocación de mandato, el plebiscito, el referéndum y la creación del Distrito XVII en el municipio de Playas de Rosarito. Ahora solo falta emitir los dictamenes correspondientes en la Mesa de Reforma de Estado y someterlos a votación en el pleno de la legislatura. Básicamente, se establecerán las coincidencias y aquellos puntos o temas en los que no lograron consenso, pues por el momento los dejarán de lado.
Entre los temas que quizás queden pendientes de determinar, para una siguiente ocasión, se encuentra el del empate de elecciones, pues aún cuando se decidiera en estos momentos, todo indica que sería hasta el 2018 y por lo tanto, de aquí a entonces, muchas cosas pueden cambiar.
Pero insistiendo en la llamada fórmula legislativa por la vía de las ocurrencias, la experiencia lograda en el trabajo deliberativo desarrollado en torno a la reforma política, debería ser aplicado en muchos otros temas, de tal manera que logren consensos, y no se logren resultados por el simple mayoriteo, que muchas de las veces, por sí mismo, deslegitima la tarea legislativa.
También es importante observar y reconocer, que el trabajo legislativo se debe profesionalizar, teniendo los legisladores, un soporte técnico suficiente, de capacidad probada, y además aprovechar los avances logrados en las legislaturas de otras entidades. No importa que les digan que se fusilan, clonan o plagian leyes o reformas de otros Estados, si al final de cuentas benefician a la comunidad de Baja California.
Uno de los aspectos que permiten acreditar que se legisla con seriedad y no por mera ocurrencia, es que la correspondiente exposición de motivos, fundamente la propuesta y exponga con claridad la problemática a regular. Suele ocurrir, a propósitos de ocurrencias, que se hacen propuestas, sin una justificación debidamente sustentada.
Los ciudadanos, no creen en los legisladores, que hacen leyes por bonches, y de paso en base a simples ocurrencias, tan solo para demostrar que están devengando los salarios que perciben.
No importa que legislen poco, pero efectivo, positivo, certero y benéfico para los bajacalifornianos. Que escuchen a los ciudadanos. Que dejen las ocurrencias para otra cosa y no para legislar.
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