Por H. E. Cavazos Arózqueta
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es el hombre de las derrotas. Todas las batallas que ha librado, incluso desde antes de usurpar la Presidencia de la República, las ha perdido.Primero, como candidato del Partido Acción Nacional para contender en los comicios federales de 2006, perdió contra Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Por el bien de todos, conformada por el Partido de la Revolución Democrática, el del Trabajo y Convergencia.
La segunda derrota la sufrió, y la sigue sufriendo, cuando en diciembre de 2006, ya como detentador y ostentador del Poder Ejecutivo de la Federación, le declaró la guerra al crimen organizado, fundamentalmente al narcotráfico.
También fue derrotado, por segunda vez consecutiva, por un movimiento que encabezaba López Obrador en defensa del petróleo nacional. Esta derrota se manifestó con el frenó a la Reforma Energética que pretendía llevar a cabo privatizaciones anticonstitucionales.
Otra derrota de Calderón fue contra la crisis económica de 2008. A pesar de que aseguraban que iba a significar un catarrito, terminó, literalmente, en una epidemia de Influenza AH1N1.
Y ésta significó su siguiente derrota. Cuando llegó el virus de la Influenza AH1N1 al país, la administración calderónica llevó a cabo una labor negligente, inepta y contraproducente.
Y seguía perdiendo su guerra contra él narco’.
Las derrotas continuaban. Una de las últimas fue diplomática. Por más que Calderón Hinojosa se empeñaba en que el gobierno de los Estados Unidos le hicieran caso, lo escucharan, sólo recibía coscorrones y regaños.
La última derrota que me viene a la mente fue la liberación de Jorge Hank Rhon. Felipe Calderón Hinojosa fue derrotado por el PRI. Y es que aunque aquél ha comenzado una guerra sucia contra este último, en realidad, no ha ni rasguñado al Partido Revolucionario Institucional.
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