Palco de Prensa: “Los 7 magníficos”

Por Gilberto Lavenant
Apenas iniciado el mes de mayo, 7 personajes del partido blanquiazul, a quienes hoy muchos identifican como “Los 7 magníficos”, se manifestaron dispuestos a sacrificarse por México. Listos para lanzarse como candidatos a la Presidencia de la República, por parte del PAN.
Parecían la pura verdad, entusiastas y valientes. Capaces de enfrentar a cualquier rival y dispuestos a vencer todo obstáculo que se les presente para ocupar la silla presidencial,





Fue lo mejor que pudieron encontrar, evidentemente, o sea que el Partido Acción Nacional no cuenta con mejores hombres o mujeres, que esos siete.





Burlón como suele ser, Humberto Moreira, dirigente nacional del PRI, dijo que solo faltaba “blancanieves”, aludiendo que los presentados, eran tan solo los 7 enanos del cuento.





Todos ellos, panistas de primer nivel. Heriberto Félix, Secretario de Desarrollo Social; Emilio González, Gobernador de Jalisco; Alonso Lujambio, Secretario de Educación; Javier Lozano, Secretario del Trabajo; Josefina Vázquez Mota, diputada y coordinadora de la bancada panista en la Cámara de Diputados; Ernesto Cordero, Secretario de Hacienda y Santiago Creel, Senador.





Meros figurines que bien podría decirse que “no pelan un chango a mordidas”. Muchos todavía recuerdan que recientemente Cordero aseveró que, con apenas 6 mil pesos al mes, un mexicano podría pagar una casa de interés social, los abonos de un auto y la colegiatura de sus hijos. Palabra de Secretario de Hacienda, que pretende ser Presidente de México.





Cuando se le hizo reconocer que la había regado feamente, con aparente pena trato de componer el asunto diciendo que los mexicanos son luchones. El pueblo de México es grande, no solamente por luchón, sino por su enorme capacidad de tolerancia, para aguantar a funcionarios insensibles e irresponsables como ese.





Seguramente, ningún mexicano votaría por un individuo que, de finanzas personales, y de muchas otras cosas, no sabe nada, de nada. Sería criminal permitirle ocupar la silla presidencial. Uno menos.





De los otros 6, dos de ellos, Javier Lozano, Secretario del Trabajo, y Bruno Ferrari, Secretario de Economía, han quedado evidenciados como pésimos funcionarios, con los recientes accidentes mineros, al ponerse de manifiesto que éstos lamentables hechos se registran, básicamente, porque invidiuos como ellos, presuntos competentes en la materia, no hacen nada para evitarlo. Si no pueden, o no quieren, cumplir con responsabilidad tan elemental como el vigilar las minas y exigir las condiciones básicas para su operación, mucho menos podrían tener la capacidad para desempeñar funciones presidenciales.







De Heriberto Félix, Secretario de Desarrollo Social y presuntamente el más allegado a Calderón, lo único que puede decirse es que ha logrado romper todo record, sobre la cifra de mexicanos en pobreza extrema, en los años recientes.





Por lo que respecta a Alonso Lujambio, Secretario de Educación, sabido es que esta es un caos a nivel nacional. Moreira, profesor de profesión y dirigente nacional del PRI, ya dijo que Lujambio está reprobado. Podrá tener todos los títulos universitaros, habidos y por haber, pero no tiene madera de político, ni ha demostrado eficiencia en la función pública. México no está para improvisaciones. Otro menos, de la lista presidencial blanquiazul.





Quedan por ahí, Emilio González, Gobernador de Jalisco, un tipo polémico y controversial, conocido por manejar los recursos públicos como una cuestión privada. No vale la pena correr el riesgo. Se dice que es una combinación entre Fox y Calderón.





Por lo tanto, la lista de 7, los 7 magníficos, se reduce a solamente dos. El Senador Santiago Creel, resentido por haber sido derrotado por Felipe Calderón en la carrera presidencial y por lo tanto antagónicos políticos, y doña Josefina Vézquez Mota, diputada federal y coordinadora de la bancada panista en la cámara baja, operadora política calderonista.





De Santiago, puede decirse que su presencia en el Senado de la República, ha pasado desapercibida. No ha hecho nada, que le haya permitido proyectarlo políticamente. Mucho menos para merecer la postulación presidencial panista.





Por eliminación, doña Josefina les lleva la delantera a todos los aspirantes blanquiazules, Se le reconoce inteligente, manipuladora, conocedora de los temas nacionales. Independientemente de su condición de ser mujer, su aparente ventaja, es a la vez su mayor desventaja : su estrecha relación con Felipe Calderón.





Los mexicanos, sin duda alguna, no quieren volver a vivir 6 años, ni bajo políticas foxistas, ni calderonistas, ni una mezcla de ambas, y en el caso de “Los 7 magníficos”, no han demostrado tener ideas propias, actitudes propias. Todos ellos parecen cortados por la misma tijera.





Todo hace pensar que el destape anticipado de “Los 7 magníficos”, fue con la deliberada intención de exponerlos a fuego lento, para chamuscarlos y convencerlos de que ninguno de ellos será el elegido “del señor”.





Quizás por eso Calderón habló de la posibilidad de postular a un candidato ciudadano. Quizás.







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