Por Alfredo Calva
El comportamiento del titular de Copladem, Ernesto Gilbert Castillo, no solo raya en lo barbajan, es además un lastre para la administración de Javier Robles Aguirre, su altanería y majadería para con los ciudadanos nuevamente emano, la agresión verbal a la que es muy afecto afloro de nueva cuenta el pasado martes en contra de los integrantes de los comités ciudadanos que acudieron a tomarse la foto oficial con el alcalde. La amistad y lealtad que el primer edil ha mostrado y demostrado hacia este nocivo y patán personaje del gobierno local, no es normal, se puede tipificar de insana, solo así se puede explicar y entender que, pese a la media docena de denuncias existentes en la Sindicatura en contra del egregio funcionario, continúe en la administración municipal.
Al respecto, no podemos soslayar la responsabilidad que guarda en este asunto el cínico del Síndico, por la desfachatez y sorna con que se mofa de quien o quienes se atreven a cuestionarlo respecto al porque de la permanencia de Ernesto Gilbert en la coordinación de Copladem.
La complicidad es la única explicación.
Por otra parte, los corresponsables del ejercicio gubernamental y que se ¨dicen¨ representantes de los intereses de los rosaritenses, los regidores, no han manifestado ninguna postura ante la patanería de Gilbert Castillo y mucho menos, han exigido la salida de este pésimo funcionario.
Estos, se encuentran durmiendo el sueño de los justos, su pasividad y aletargamiento son evidentes, su único interés se encuentra en sus asuntos particulares en aquellos que les permitan tener una mejor calidad de vida hasta cuando menos el 30 de noviembre del 2013, su perorata de amor e intención de lucha a favor de la comunidad se encuentra depositada en sus atarjeas.
Todo esta falta de atención a un problema grave por parte del alcalde y el Sindico Municipal, ha generado en Gilbert Castillo, como el salpullidlo, una capa de inmunidad e impunidad, que le permitirá en lo sucesivo no solo insultar a los ciudadanos, si no, agredirlos físicamente, y si no, al tiempo.
Para concluir solo diré que, el problema del titular de Copladem, Ernesto Gilbert Castillo, se conoció antiguamente como psicosis maníaco-depresiva y es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo.
Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios concomitantes o alternantes de depresión, de tal manera que el afectado suele oscilar entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.
Ernesto Gilbert, amistad que daña
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