Por Raúl García Salguero
Aunque no me lo creas pero de principio a fin resultó memorable el Congreso de la Federación de Periodistas Deportivos de América (AIPS-AMERICA) que se realizó en esta ciudad bonita y que como última jornada se realizó en recorrido por el Parque Nacional del Chicamocha también conocido como Panachi, en pleno cordillera Oriental después de una espectacular travesía por el teleférico entre la Mesa de Los Santos y el propio Panachi
Los periodistas de 14 países América, los presidentes de 27 regionales de la Asociación Nacional de Cronistas Deportivos de Colombia y el portugués Jorge Ribeiro, tesorero de la Asociación Internacional de Periodistas Deportivos (AIPS), se deleitaron de las maravillas naturales que ofrece el departamento de Santander.
Ataviados en ropa ligera para disfrutar de un encantador clima y dejando atrás las deliberaciones y las excelentes conferencias que se presentaron en el seminario como parte de los trabajos del congreso que inició el 23 y terminó el 27 de febrero, la última jornada comenzó muy de mañana.
Hayro Jiraldo de Bogotá, secretario de ACORD Colombia apoyó en todo a Carlos Julio Castellanos, principal orquestador del comité organizador, y ahora vicepresidente de Sudamerica para AIPS América, ambos dieron las instrucciones del viaje, salida a las 9:00 am y regreso a la media noche.
La aventura inició, dos autobuses escoltados partieron a lo que nuestros colegas y guías explicaron: El parque está ubicado en la vía Bucaramanga - San Gil, a 54 km de la capital del departamento de Santander y a 39 km de San Gil, siendo jurisdicción del municipio de Aratoca, ha sido construido sobre el Cañón del Chicamocha, aprovechando sus riquezas naturales e históricas. Su extensión es de 264 hectáreas.
Poco a poco, principalmente los periodistas extranjeros fueron descubriendo las maravillas naturaleza de este grandioso país colombiano del Departamento de Santander, yo que he vivido Congresos de AIPS en varias partes del mundo me sorprendí cuando vi en los visitantes las expresiones de admiración de la belleza del estacionamiento del parque que los colombianos llaman parquedadero y la plazuela urbanística donde se pueden comprar artesanías y desde donde se aborda un periférico.
Montados en un teleférico que cruza el Cañón del Chicamocha partiendo desde el parque en Aratoca hasta la Mesa de los Santos en 20 minutos y en grupos de 8 personas combinadas entre extranjeros y nacionales para hermanar más a los visitantes locales y nacionales, la montaña, la cordillera, el río, y la carretera que une a Bucaramanga con Bogotá fue una estampa para la mente y para las cámaras fotográficas y de video que captaban y atrapaban el momento.
Al bajar del teleférico apareció sobre las montañas un pueblito santandereanos muy bien planeado recreando la arquitectura de los pueblos santandereanos le da un toque regionalista pero también de modernidad diseñado seguramente por un conocedor de las lo que los turistas más exigentes esperan.
La caminata fue extenuantes, en son de broma un colega comentó, “nos quieren destrozar” pero ni los más gorditos del grupo se perdieron la oportunidad de subir al punto más alto del parque, que de acuerdo a la guía turística que nos entregaron es una hoja de tabaco en piedra labrada en la que se recrea artísticamente la revolución de los comuneros, donde se exponen 36 esculturas que pesan 100 toneladas creadas por el maestro Luis Guillermo Vallejo.
El tiempo pasó sin sentirlo y llegó la hora de regresar al autobús, y descender por una ruta en bajada llena de curvas mucho mas mareadoras que las volteretas que da la carretera libre entre las ciudades de Morelia y Quiroga en mi lindo estado Michoacán, quienes conozcan es parte bella de México entenderán mas lo que sentí cuando sude frio y estuve a punto de ya saben, pasar la pena de vomitar, mas tarde me fui que no era el único con ese problema.
Pero no me quiero desviar de esta vivencia, nos fuimos a comer a El Gallineral, un parque a 100 kilómetros de Buramanga, también llamado Parque Natural Bella Isla, ahí fue el almuerzo que los mexicanos conocemos como comida, el menú fue regional, comimos Cabro, pescado y carne de res, un delicioso platillo con su respectiva salsa picante como nos gusta a los aztecas, unos acompañaron los alimentos con gaseosa, otros con cerveza o vino pero lo mejor era la plática y convivencia .
Pasamos la plazoleta, nos instalamos en el restaurant, disfrutamos de la comida y de un recorrido por la plazuela, llegamos a un punto donde lo que hablas genera ecó, ahí Gustavo Lapaz, ex senador de la república en Uruguay y uno de los mejores narradores y animadores del micrófono y cronistas deportivo cantó un “gol del equipo de México, gol de Raúl García Salguero que le da la victoria de uno por cero sobre Uruguay”. Lo grabé para escucharlo y escucharlo porque fue sensacional ese momento.
La extraordinaria experiencia continuó al visitar Barichara un municipio de Santander declarado patrimonio cultural de la humanidad y regresamos a la plaza cívica del pueblo santandereano que les mencioné líneas arriba, el cierre de los trabajos fue trasmitido en vivo por televisión.
La clausura fue a la presentación del equipo profesional de ciclismo Formesan-Panachi-Indersantander-ESSA y esto reafirmó ante la prensa internacional el orgullo que tienen por este deporte que tantas satisfacciones ha dado al pueblo colombiano, y la tristeza de terminar este encuentro se ocultó, varios de los asistentes cerraron bailando al ritmo de la salsa de este bello país de Sudamérica.
De los nuevos amigos que conocí en este Congreso de AIPS les platico en otro cuento de Hoy te voy a contar, solo les adelanto que la revelación y hombre show fue el uruguayo Gustavo Lapaz, ya les explicaré porque.
Estas líneas no podrían cerrar sin un agradecimiento para Carlos Julio Castellanos, el orquestador de esta experiencia que pone a Bucaramanga en los primeros planos del deporte de América y su extraordinaria familia, su esposa y su cuñada, sus compañeros y colaboradores que no nos trataron muy bien, nos trataron de manera extraordinaria y excepcional como creo que no lo merecemos.
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