lunes, 31 de enero de 2011

COLUMNA: Palco de Prensa

* El hilo delgado
Por Gilberto Lavenánt
Comentaba ayer, aquí en Palco de Prensa, que las acciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en contra de Fidel Villanueva y su Anapromex, empresa de protección vehicular, han sido espectaculares, sumamente espectaculares, pero más aparatosas, que contundentes.
Ahora cabe observar que tal parece que lo pretenden colgar del palo más alto, pero con un hilo tan delgado, que posiblemente le cause la muerte, pero del porrazo al caer al suelo.

Tan no pueden justificar las acciones oficiales emprendidas contra dicho individuo, que andan ofreciendo recompensa a quienes acudan al Ministerio Público, adoptando el papel de víctimas, a asegurar que fueron estafados por Villanueva, que los engañó, que les hizo creer que los cartones o engomados que les entregaba, eran equivalentes a las placas oficiales para circular en Baja California.

La estrategia resulta burda y frágil.

Ya lo exhibieron públicamente, ya lanzaron la baldronada de que lo capturarán y lo enviarán a la cárcel. Pero el caso es que no saben, como “empapelarlo” y el delito que escogieron para ello, el fraude, es el más fácil de desintegrar, en este asunto.

Todo, por un elemento básico del fraude, el engaño. Ninguno de los que portan placas o engomados de Anapromex, fue engañado. Sabían que los papeles carecen de valor, pero los recibieron y utilizaron, porque comprobaron que funcionaban. En la práctica, nadie les impedía circular sus vehículos, aunque la estancia de los mismos en territorio mexicano, es ilegal.

Además, Fidel es experto en mañas, es ladino y el negocio le reditua fuertes ingresos, así es que no va a ceder tan fácil.

Ya empezaron a aparecer presuntos afiliados a Anapromex, en defensa de Villanueva, a señalar que no hubo tal engaño, y que los documentos no se los vendieron, que lo que ellos le entregaron de dinero, eran simples aportaciones, por el servicio que les proporcionaba y que les permite circular su vehículos, sin necesidad de erogar fuertes cantidades de dinero en la importación de los mismos.

Evidentemente, los abogados de Villanueva ya están trabajando. Si una persona, de los afiliados a Anapromex, no resiste la tentación ante la oferta oficial, de auxiliarlo, económica y jurídicamente, para que regularice su vehículo, y acepta acudir a la Agencia del Ministerio Público, con cara de víctima, a declarar que Villanueva lo engaño, el acusado habrá de ofrecer, como testigos de descargo, o sea que digan todo lo contrario, 100 o más de sus afiliados.
Enorme será el ridículo en que quedará el Gobernador Osuna Millán y su brazo operador, el Procurador Rommel Manjarrez. Bueno, si insisten en la figura del fraude, para enviar al “bote” a Villanueva.

Tampoco las actividades de Villanueva se encuadran en la figura del fraude fiscal, dizque porque expide documentos no autorizados por la Secretaria de Planeación y Finanzas del Gobierno del Estado, que es la dependencia competente de todo lo relativo al control vehicular, en tanto que el acusado nunca ha dicho que se trate de documentos oficiales.

La existencia del negocio llamado Anapromex, regenteado por Villanueva, fue el resultado de la negligencia de las autoridades estatales y municipales, que nunca movieron un dedo para evitarlo, por la simple y sencilla razón de que no supieron, ni saben aún, qué hacer.

Circulan por ahí algunas mini patrullas, dizque de las autoridades fiscales estatales, que sancionan a quienes no han renovado placas o que circulan sin las mismas, pero no se percatan que más de 80 mil vehículos circulan amparados con cartones o engomados con la leyenda de Anapromex. Extrañamente, no los ven.

Quizás sea más sencillo, configurar el delito de contrabando, debido a que los vehículos amparados por Anapromex, fueron internados al país de manera ilegal, o sea sin realizar los trámites de importación, ni pagando los costos correspondientes.

O bien, aplicarles sanciones por circular sin placas y por lo tanto no estar autorizados para ello.

La negligencia oficial, permitió a Villanueva, establecer y regentear un fructífero negocio e incluso ya estaba aprovechando las circunstancias para proyectarse como líder social, además de que se atrevía a hacer negociaciones políticas, ofreciendo votos a determinados candidatos, con tal de que cuando llegaran a la función pública, se hicieran de la “vista gorda” y le permitieran seguir operando en la entidad.

Se dice amigo de muchos políticos, tanto panistas, como priístas. La larga lista la encabezan el exalcalde panista Jorge Ramos, el act ual Alcalde priísta, Carlos Bustamante y, por supuesto, el Gobernador Osuna Millán.

Anapromex tiene més de 11 años operando. Es casi seguro que Osuna Millán se topó con Villanueva en su campaña. Probablemente sean viejos amigos.

Tal vez por eso ahora pretende ahorcarlo con un hilo tan delgado, para no dañarle el cuello y pueda seguir viviendo, haciendo de las suyas.
gil_lavenant@hotmail.com

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