martes, 11 de enero de 2011

COLUMNA: Palco de Prensa

* La tarea legislativa
Por Gilberto Lavenánt
Para muchos, la tarea legislativa, parece algo simplista. Por principio de cuentas, no se requiere ser Licenciado en Derecho, para ser legislador.
Pagan bien y no se trabaja mucho. Bueno, al menos eso parece.

El crear, modificar o eliminar o derogar leyes, ¨fácil y con la zurda¨. Cualquiera lo puede hacer.

De la funciones públicas, la legislativa es una de las más desprestigiadas. El trabajo legislativo, tradicionalmente, consistía en estar ¨ducho¨ para levantar el dedo, o la mano completa, cuando se tratara de aprobar una iniciativa, acuerdo o propuesta del ejecutivo. Por algo les llamaban ¨levantadedos¨.

Ni siquiera tenían que ¨quemarse los sesos¨. El ejecutivo, apoyado por sus asesores, le daba forma a un proyecto de Ley, o de reforma, la presentaba directamente o la entregaba en las manos de alguno de los legisladores afines, o sumisos, y listo. Así de sencillo.

Pero cuando se pierde la ¨tutoría¨ del ejecutivo y se sienten libres para legislar, ya no es tan sencilla la cosa.

Se requiere reunir muchas característas, cualidades o elementos para legislar.

Se requiere, obviamente, de asesores que le den forma o estructura jurídica a la idea que se desea transformar en ley. Y obviamente consultar a los asesores y darles libertad de critica, pues ocurre que generalmente, más que consultarlos, les imponen ideas, por absurdas que parezcan, y estos, con tal de conservar la chamba, pues dócilmente le dan forma. Total, el que queda en ridículo, es el legislador, no los asesores.

Se requiere, y mucha, sensibilidad social, para crear leyes, a la medida de las necesidades sociales. Sobre todo cuando de impuestos se trata. Los ciudadanos ya no soportan más cargas fiscales.

Se requiere sensatez y prudencia. Sensatez, para entender que son seres humanos, al igual que la población para la cual gobiernan, y en este caso, que legislan, de forma tal que deben entender que las leyes que crean o reforman, son aquellas a las que algún día tendrán que someterse.

Prudencia, para consultar a los posibles afectados o presuntos beneficiados. Muchas veces, suele ocurrir, aprueban leyes que pocos les requieren y que muchos rechazan.

En la tarea legislativa, no debe haber prisas, ni ceder a presiones o compromisos. Analizar o discutir el alcance de una nueva ley, antes de levantar la mano para aprobarla o rechazarla, también es parte de la prudencia que debe tener el legislador.

No se debe legislar ¨al vapor¨, porque hacer o reformar leyes, no es como hacer enchiladas.

Tampoco se debe legislar ¨sobre las rodillas¨. Se dice así cuando la tarea legislativa se hace al troche y moche, sin ton, ni son, o al ahí se va, sin ponerse a reflexionar sobre las consecuencias de lo que están aprobando.

Un ejemplo claro de todo esto, lo es la propuesta mocha para eliminar la tenencia vehicular. Primero al 100 % de los ciudadanos. Luego cedieron para que solo se aplicara a los vehículos de lujo, que son muchos menos que los de ¨consumo popular¨.

Como el Gobernador Osuna Millán se ¨montó en su macho¨ y les presionó para que al menos fuera aplicable a los propietarios de vehículos caros, pues no le vieron nada de malo. Y lo aprobaron.

Pero no se percataron que muchos de esos vehículos caros, no son precisamente unidades de lujo, sino de trabajo, para los cuales el pago de la tenencia resultaba gravoso
y lesivo. Y entonces, vinieron los reclamos y la rechifla.

Quizás hasta entonces, luego de sus novatadas iniciales, los legisladores estatales entendieron que la tarea legislativa es mucho más compleja que lo que inicialmente pensaban. Que implica una enorme responsabilidad.

Para que no les llamen ¨levantadedos¨, deben entender, que antes de levantar el dedo, para aprobar o rechazar, deben reflexionar, indagar, consultar y asesorarse, para que estén conscientes del beneficio o perjuicio social que ocasionará la ley que crean, reforman o eliminan.

El respeto, no lo da el cargo, sino la actitud respetuosa y responsable de quien lo ejerce.
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gil_lavenant@hotmail.com

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