* Militares políticos
Por Gilberto Lavenánt
Uno de los aspectos que más destacaron con motivo del evento relativo al tercer informe del aún Alcalde de Tijuana, el panista Jorge Ramos Hernández, no fue precisamente lo que dijo que hizo durante el tercero y último año de su gestión administrativa.
No, no fue así. De antemano se sabía que el munícipe proyectaría su informe en base a dos puntos, que son el discutivo y cuestionado PIRE y el combate al crimen organizado, con la actuación de su ídolo Julián Leyzaola, Secretario de Seguridad Pública.
Lo que llamó la atención es que quedó evidente que hasta los militares, son políticos, o actúan como tales.
Y lo extraño es que resultó un tanto ambiguo el protagonismo de los personajes de la milicia. En especial, el del General retirado Sergio Aponte Polito –recordar sus ya famosas ¨Cartas de Aponte Polito¨ y el del General Alfonso Duarte Mújica, Comandante de la Segunda Zona Militar.
La presencia de Aponte Polito en el evento de Ramos Hernández, y la ausencia de Duarte Mújica, fueron las primeras cosas que llamaron la atención.
El Alcalde le colgó a Aponte Polito el mérito de haber frenado al crimen organizado en esta ciudad de Tijuana, cuando que su obligada retirada de esta frontera ocurrió hace un par de años, bajo el supuesto de su jubilación, cuando que quedó, más que claro, que fue a petición del propio Gobernador Osuna Millán, una vez que el General retirado empezó a denunciar la corrupción existente en las corporaciones policiacas y procuraduría de justicia de Baja California.
No obstante que se puso de manifiesto su valía para la seguridad pública, ni Ramos Hernández, ni el Gobernado Osuna Millán, obvio, hicieron algo para evitar su desplazamiento. Por el contrario, fueron ellos quienes promovieron su retiro.
Así es que, extraño resulta que pese a la afrenta sufrida, ahora Aponte Polito acepte, a destiempo, que se le hagan reconocimientos y que hasta se le entreguen las llaves de la ciudad.
Algo así como cuando alguien nos falta al respeto y luego con un simple ¨usted disculpe¨, demos por olvidada la ofensa. Hipocresía o cinismo, que para el caso dá lo mismo.
Lo lógico es que se reconociera a Duarte Mújica, que es quien se está fajando en estos momentos y ha logrado magníficos resultados. Pero ni siquiera estuvo presente, quizás para no entrar en ese juego.
Pero también hubo algo más. Se dice que Aponte Polito vino a apadrinar al capitán Gustavo Huerta para ocupar la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, en tanto que Duarte Mújica apadrina al Capitán Eduardo Montero, aún Secretario de Seguridad Pública de Playas de Rosarito. Como dicen, favor con favor se paga.
Y surgen entonces múltiples cuestionamientos.
¿ Por qué el enérgico Aponte Polito, accede a recibir un reconocimiento a destiempo y en especial del Alcalde Ramos Hernández ?
¿Por qué accede Aponte Polito a apadrinar a Gustavo Huerta, que es lo mismo que el controvertido Julián Leyzaola ?
¿Por qué interesa tanto a los militares, la plaza de Tijuana ?
¿Por qué presumen tanto la supuesta pacificación de la plaza de Tijuana, si la ola de crímenes de alto impacto, sigue siendo algo cotidiano ?
¿No le dará pena a Aponte Polito, recibir reconocimientos, cuando que hace tiempo le dieron una patada, para sacarlo de Baja California ?
¿Hecho este reconocimiento, a destiempo, Aponte Polito dejará de escribir sus cartas de denuncia contra los corruptos e ineptos funciónarios públicos de la entidad ?
Además de los reconocimientos ¿Qué ganan los militares, Aponte Polito y Duarte Mújica, en todo esto ?
¿Estarán conscientes o sabedores, Aponte Polito y Duarte Mújica, que la política es aprender a comer suciedad de cochi, sin hacer gestos ?
¿Estarán conscientes o sabedores, Aponte Polito y Duarte Mújica, que al actuar como políticos, corren el riesgo de que los bajacalifornianos, dejen de creer en ellos ?
Está claro que aún nos falta por ver muchas cosas.
gil_lavenant@hotmail.com
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