martes, 19 de octubre de 2010

La "cereza" de Julián Leyzaola

TIJUANA (D.C.E.B.).- Era difícil ver tanta droga de un sólo vistazo. El patio central del cuartel Morelos estaba hasta el tope. Los funcionarios eran pequeños munequitos justo enmedio de lo que parecía una maqueta de trabajo escolar, por el volumen de tanta mariguana.
Eran bloques acomodados en cuadros de unos 2 metros de ancho y de largo por un metro de alto o más, era de tamaños diversos, algunos parecían regalos de navidad por su envoltura en colores fuertes como el rojo carmesí, verde, blanco, café o gris plata, sólo por mencionar algunos.

Bien empaquetaditos, eso sí, identificados. Se podían leer apodos como Perro, Dálmata, Pony, Zorro, Lobo, Turo, Manzana Rita, Yoyo, CAP, INGE, Ficach, Taur, Cui, Mil, V, algunos con el dibujo de la estrella de David, una carita feliz hecha con la forma de una mano y hasta etiquetadas pegadas con la caricatura de Homero de la serie norteamericana Los Simpons.

Para caminar entre la droga era necesario hacerlo con cuidado o se corría el riesgo de que cayeran los cientos de paquetes que desde las 9 de la mañana del lunes comenzaron a bajar de las cajas de trailers los militares. Una labor que terminó 8 horas después.

Todo un ejército de castrenses se necesitaron para bajar la droga, tal vez como el que conforman quienes se dedican a cosechar, cortar, limpiar, empaquetar, enviar, transportar y vender este enervante en las calles de los Estados Unidos, el mercado ideal para esta ‘mota’ que llegó por las Costas del Pacífico mexicano, vía aérea en avionetas o la clásica y riesgosa por carretera.

El comandante de la Segunda Zona Militar, el General Alfonso Duarte Mújica trató de comparar este decomiso con lo hecho en los últimos tres años por todas las autoridades de Baja California en el combate al narcotráfico en México. La verdad es que era algo nunca antes visto, al menos no la entidad.

10 mil paquetes, 105 toneladas. “Yo digo que son más, le pega a las 120”, refirió un Jefe de la Policía mientras se daban los detalles de cómo se incautó tanta droga en la ciudad fronteriza más codiciada por los narcos para llevar la “merca”, como le llaman, a los “yunaites”.

Los fotógrafos y camarógrafos buscaban el mejor ángulo en sus imágenes para dimensionar la cantidad de droga decomisada. Hubo quienes subieron a los trailers decomisados para desde el techo tomar su mejor fotografía.

Ahí también estuvieorn 10 hombres, se presentaron a los medios de comunicación, pero faltaba uno, el herido. Todos callaron, ninguno alegó inocencia como en ocasiones suele pasar al momento en que autoridades presentan los resultados del combate al narcotráfico, ya sea en especie o en la captura de integrantes de las distintas organizaciones.

“Es la cereza del pastel de El Jefe”, se escuchó decir a un policía en referencia al Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez, secretario de Seguridad Pública de Tijuana, pues en su periodo al frente de la corporación policías coludidos con el narcotráfico fueron detenidos, así como el arresto de peligrosos líderes del narcotráfico, pero a su vez el asesinato de policías ante esta llamada "guerra" contra el narco en México y que declaró el presidente de México Felipe Calderón.



Aunque del militar Leyzaola se desconoce su futuro, pues el 1 de diciembre próximo deberá dejar ese cargo al terminar la administración del conservador alcalde panista Jorge Ramos Hernández, pues el gobierno de Tijuana a partir de entonces estará a cargo del priista Carlos Bustamante Anchondo, quien no ha definido sí continuará o se va el Teniente Coronel de la corporación.

Cientos de militares también estuvieron al momento de la presentación del decomiso. Eran de los llamados “boinas verdes”, un cuerpo de élite en el Ejército Mexicano. Y todas las calles aledañas al cuartel Morelos estaban cerradas a la circulación, nadie podía pasar a borod de un auto, todos debían caminar, incluso periodistas.

A Leyzaola se le veía contento, pues la madrugada del lunes, policías municipales marcaron el alto a varios autos que custodiaban un trailer donde se transportaban más de 20 toneladas de mariguana. Se enfrentaron, pero eso no los amedrentó y pidieron refuerzos para lograr este histórico decomiso.

Se desconoce a qué organización de narcotraficantes pertenece la droga, pero se sospecha podría ser de Fernando Sánchez Arellano, “El Ingeniero”, porque es el único que cuenta con la capacidad financiera para comprar tanta droga, más aún valuada en 4 mil 200 millones de pesos.

A diferencia de otros decomisos, donde la la droga es almacenada hasta que un Juez autoriza su destrucción, no será así. “Toda será incinerará en las próximas horas”, adelantó el general Duarte, quien además destacó la labor de las policías que coadyuvaron en este operativo.

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