martes, 26 de octubre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* El lado oscuro, de Galicot
Por Gilberto Lavenánt

La luna aparece en el firmamento, tan brillante, aunque carezca de luz propia, Pero tiene un lado oscuro, el que nadie puede observar.
Guardadas las proporciones, José Galicot Béhar, principal organizador de Tijuana Innovadora, aunque parece un hombre brillante, casi merecedor de un premio especial, filántropo, carismático, generoso, defensor y promotor de Tijuana, tal parece que también tiene un lado oscuro.

Es socio o representante legal de innumerables empresas, lo mismo dedicadas a actividades inmobiliarias, a la cinematografía, a las telecomunicaciones, a las promociones turísticas y muchas otras más.

Se le liga lo mismo con el expresidente de Cofetel, Héctor Osuna Jaime, que con el exalcalde Kurt Honold, e indirectamente con Jorge Hank Rhon. Cuando se comenta sobre su persona, de inmediato se empiezan a hacer referencias sobre los ¨teléfonos azules¨. Maneja la representación de varias empresas relacionadas con la telefonía como B-Tel o G-Tel.

Pero, obviamente, tiene lados oscuros, acciones que muchos no imaginan o que desconocen. Como el asunto del usufructo de los dos corredores comerciales ubicados en el crucero de Boulevard Díaz Ordaz y Calzada Lázaro Cárdenas, conocido simplemente como 5 y 10, en la delegación de La Mesa y que se encuentran en los pasos a desnivel Oriente y Poniente, con una superficie de 730.70 metros cuadrados.

El domingo 24 de octubre de 2010, Consejeros Ciudadanos de la Junta de Gobierno del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), hicieron circular en los medios de comunicación, el texto de un escrito que dirigieron al Alcalde electo, Carlos Bustamante Anchondo, solicitando que espacios que le pertenecen y que han sido arrendados al presidente de Tijuana Innovadora, José Galicot Behar, le sean regresados a esa institución.

En dicho escrito explican que el flamante empresario tijuanense, ha sido beneficiado con un contrato de arrendamiento de 32 locales en el crucero de la 5 y 10, que le corresponden al IMAC. Contrato este que vence el 30 de noviembre próximo.

Pero lo censurable no es el que haya recibido en arrendamiento un espacio público, sino que el monto de la renta, es de solamente 22 mil pesos mensuales, por una superficie de 730.70 metros cuadrados, que aunque sean subterráneos, se ubican en uno de los puntos con mayor afluencia peatonal y vehicular de todo Tijuana.

Espacios estos que, según los reclamantes, el filántropo empresario, subarrienda a terceros, en montos de 1 mil y 2 mil dólares, lo que le reditua ganancias exageradamente desproporcionadas, comparadas con la que él cubre.

Explican los reclamantes que, además, esos espacios los ocupan comerciantes de diversos giros, que de ninguna manera se vinculan con la instancia municipal de la que son patrimonio y a la que debieran significarle una importante derrama económica, pero sobre todo, ahora que el IMAC ha quedado tan debilitado presupuestalmente.

A esto agregan que el contrato leonino, fue firmado por el IMAC y el Arq. Jack Winer, quien junto con José Galicot Behar, propietario de las oficinas donde se rentan esos locales, miembros activos del Patronato de la Sala Anguiano A.C. que a su vez tiene suscrito un Convenio de Comodato para el uso de un espacio (Galería) en el Palacio de la Cultura, así como otro acuerdo con la administración municipal, que les permite el resguardo de la importante obra plástica del artista mexicano (Anguiano) que fuera donada a esta ciudad en la administración pasada.

Fácilmente puede ser considerada ésta como una acción deshonesta, por el monto de renta tan bajo que paga, y los montos exageradamente altos que cobra, en tanto que el IMAC, requiere de recursos para desarrollar sus programas en beneficio de la cultura de los tijuanenses, anda pasando penurias. Por algo la califican como visión mercenaria.

El propósito de los consejeros ciudadanos del IMAC, no es precisamente hablar mal de Galicot, porque seguramente habrá muchos que salgan en su defensa, sino el pedirle públicamente al Alcalde electo, que dicho contrato de arrendamiento, cuya vigencia concluye el 30 de noviembre, cuando termina la gestión administrativa de Jorge Ramos, ya no sea renovado o prorrogado.
Sobre todo, solicitan se abra una convocatoria, dirigida a la comunidad artística y cultural, para la presentación de propuestas que permitan la optimización de dichos espacios a favor del arte y la cultura.
¨Esta ciudad –le dicen a Bustamante- tiene espacios para todos, pero visiones mercenarias sólo favorecen las asimetrías, la desigualdad y el abuso del poder. Finalmente, consideramos que los espacios que pertenecen a las instancias de cultura no deben distanciarse de su vocación, ni arrendarse a quienes toman usufructo de lo que no les pertenece por derecho, o que buscan legitimarse con el trabajo, el talento y la capacidad de otros¨.
Esto es solo una parte del lado oscuro de un hombre que aparece como filántropo, promotor y defensor de Tijuana. Luego comentaremos algunos aspectos de sus negocios en telefonía.

A la mejor habría que pedirle que regrese la llave de Tijuana, que le entregó el Alcalde Jorge Ramos, por lo de Tijuana Innovadora. Nunca se sabe lo que puede pasar.

gil_lavenant@hotmail.com

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