Por Teresa Gurza
Hay de gobiernos de derecha a gobiernos de derecha.
Y en estos días a través de lo sucedido en México y en Chile, hemos podido constatar esa verdad que no siempre es tan evidente.
Mientras el presidente Calderón sigue con su actitud de “voy derecho y no me quito”; y en entrevistas y cumpleaños se muestra desmesuradamente orgulloso de lo que ha hecho, o deshecho, en estos cuatro años de gobierno; incluyendo narcomatanzas y narcofosas, que para él son sólo el polvo que resulta de barrer la casa.
En Chile el presidente Piñera se pone al frente del equipo de rescate de los 33 mineros atrapados 700 metros bajo tierra; y haciendo caso a la sociedad civil, ordena cambio de planes en la construcción de una termoeléctrica.
Pese a ser un asunto entre particulares, Piñera no vaciló en encabezar las cosas y en destinar los recursos de la estatal CODELCO, a favor de esos valientes obreros que, contra toda esperanza, a los 17 días de estar atrapados dieron señales de que están con vida.
Y horas después Piñera demostró que la opinión de otros le importa, haciendo caso a las presiones de los ambientalistas y dando vuelta atrás, a su decisión de permitir la construcción de una empresa termoeléctrica en Punta de Choros.
Punta de Choros es un precioso pueblecito costero del norte de Chile, ubicado a unos 115 kilómetros de la Serena.
Se llama así, porque en sus rocas hay abundancia de “choros” que son una especie de mejillones muy apreciados por los chilenos.
Y se caracteriza por la hermosura de sus playas y fauna marina; en la que destacan los pingüinos de Humboldt, y el Delfín Nariz de Botella.
Antes de decidir que no se construiría ahí la termoeléctrica Barrancones de la empresa Suez Energy, Piñera fue a bucear a las caletas de la zona para comprobar por sí mismo la belleza del lugar; y los daños que ahí ocasionaría, una central de las características de la proyectada.
Y este jueves que recién pasó, la sociedad civil consiguió que revirtiera la decisión de instalar la termoeléctrica en ese lugar.
Tras reunirse con ejecutivos de la Suez Energy, a quienes informó que desautorizaba la construcción de la central Barrancones, Piñera anunció que definitivamente no se pondrá cerca de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
En tanto todo eso sucedía en Chile, y el presidente Piñera permanecía horas afuera del tiro de la mina San José decidiendo las acciones que culminaron con la seguridad de que los 33 mineros están sanos, Calderón celebraba su cumpleaños en la páginas de Hola; incapaz siquiera de conocer, o de dar a conocer, lo que realmente sucede en su guerra contra el narco.
Y con frases como “los decesos de civiles inocentes en el fuego cruzado son realmente los menos”, pretendió quitar importancia a lo que sucede en casi todo el territorio nacional y aterroriza al país.
Esto que dice de que los muertos inocentes son los menos, en realidad son invenciones suyas; porque como ha denunciado en la columna En Reserva de El Universal, que se sepa no existen averiguaciones previas que sustenten sus dichos.
Informa la columna mencionada, que cuando el 21 de junio las instancias oficiales atribuían 22 mil muertes al crimen organizado, --ahora ya son cerca de 29 mil-- el mismo gobierno reconoció que al respecto sólo se habían iniciado mil 200 averiguaciones previas.
Y para más la propia procuradora de Chihuahua Patricia González, advirtió que “son tantos los muertos que no tiene caso investigar”.
Entonces habría que preguntar nuevamente, ¿de dónde saca el Presidente los números en que basa sus afirmaciones?.
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