jueves, 5 de agosto de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Las opiniones respetables
Por Gilberto Lavenánt
El Secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa Anaya, al acudir este martes como invitado al foro de la Asociación de Periodistas de Baja California, que encabeza Jesús Ramón Gil, “pasó un trago gordo” cuando se le pidió su opinión sobre las serias acusaciones del General retirado, Sergio Aponte Polito, en las diversas cartas que ha hecho públicas.

Cabe recordar que el militar, ha escrito varias cartas en las que ha denunciado a los funcionarios corruptos, ineptos, ineficientes, solapadores e involucrados con criminales. En ellas aparecen con mucha insistencia el propio funcionario en mención, De la Rosa Anaya, y el Procurador de Justicia del Estado, Rommel Moreno Manjarrez.

Pues bien, armándose de valor, y sobre todo haciendo gala de cinismo, el flamante Secretario de Seguridad Pública del Estado, respondió a los periodistas, que lo que ha dicho el General Aponte Polito, solo son opiniones respetables.

Que conste, no dijo que fuesen mentiras. Es más, no negó las aseveraciones, ni eludió responsabilidades. Simplemente les llamó opiniones respetables. Como opiniones respetables, se tiene que considerar que se trata de aseveraciones serias, verídicas, fundadas, inobjetables, contundentes.

Al no objetar las verdades de Aponte Polito, al no contradecirlas, y simnplemente llamarlas “opiniones respetables”, casi fue como si no hubiese dicho nada y en ese sentido habría que advertirle que “el que calla otorga”. Sin embargo, dijo mucho más de lo que trató de evitar decir, pues la respetabilidad hacia la palabra de una persona como el General Aponte Polito, es algo muy serio, valioso y delicado. Quizás en boca de funcionarios como De la Rosa Anaya o de Rommel Moreno, la palabra respetabilidad o respetable, no tiene ningún significado, más que el de irresponsabilidad o cinismo.

Y no es el caso de que “el que nada debe, nada teme”, pues las verdades de Aponte Polito han sido sumamente contundentes. Las ha manifestado públicamente a través de sus cartas, y todos los que han sido referidas en ellas, lo mínimo que deben reclamar es que se investiguen los hechos denunciados, para deslindar responsabilidades.

Irónicamente, 62 policías y expolicías, fueron detenidos en días pasados y serán procesados muy lejos de aquí, por supuestamente estar involucrados con el crímen organizado, en base al dicho de delincuentes. Se publicó en el portal de Agencia Fronteriza de Noticias, el domingo 1 de Agosto, que las declaraciones que Raydel López Uriarte, alias El Muletas hizo tras su detención el pasado 8 de febrero de este año, fueron las que llevaron a la aprehensión de los 62 policías y ex policías, ministeriales y municipales que capturó el Ejército, en un mega-operativo efectuado el pasado 29 de julio en Tijuana.
Esto significa que para las autoridades, como el flamante Secretario de Seguridad Pública de Baja California, Daniel de la Rosa Anaya, es más valiosa la palabra de un criminal, que la del general Aponte Polito. Esto explica las enormes atrocidades e injusticias que se cometen. Con el solo dicho de un criminal, enviar a la cárcel a posibles inocentes, es más criminal que los ilicitos que se pretende combatir con tales acciones.

Para los criminales, es lo más sencillo que pueden hacer. Al ser sorprendidos y detenidos, independientemente de que puedan recuperar su libertad en poco tiempo, como una supuesta venganza o en el ánimo de lesionar al mayor número de elemenntos policiacos, sacan a relucir nombres y más nombres. Solo falta que exhiban las nóminas de las corporaciones, para no omitir nombre alguno.

Lo curioso es que rara vez incluyen nombres de funcionarios de primer nivel, o si es que los mencionan, quienes los interrogan, hacen como que no los escucharon. Sin duda alguna.

A esto agréguen la ventaja de que, para que se animen a mencionar el mayor número posible de nombres, tanto de policies como civiles, les ofrecen el trato de considerarlos como “testigos protegidos”, o sea les encubren, les disfrazan, les dan protección especial, les cambian el nombre y estos siguen disfrutando de la vida, mientras que otros, en algunos casos, que ni siquiera hicieron nada malo, pagan las consecuencias.

Pregunten a goggle por las cartas de Aponte Polito, léanlas, y luego reflexionen y determinen en qué consisten las acusaciones que hace el General retirado, y que el flamante Secretaro de Seguridad Pública de Baja California, Daniel De la Rosa Anaya, apenas si alcanza a balbucear que son “opiniones respetables”.

Lo comentaba aquí en Palco de Prensa en días pasados, al hacer referencia a “Las Cartas de Aponte Polito”. Si lo dicho por el General, en sus cartas, es cierto –y lo es, en tanto no se pruebe lo contrario- Baja California vive no solamente bajo condiciones de Narco Estado, sino bajo un sistema corrupto e ineficiente, aliado de los criminales. ¿Cómo entonces creer, que la aprehensión de los 62 policías, es realmente ejemplo de seriedad en el combate contra el crimen organizado?
Ni modo, palabra de militar, palabra de honor. Lo reconoce De la Rosa cuando se le pide que opine sobre dichas cartas, y solo se atreve a decir que “son solo opiniones respetables”. Que diga lo contrario y posiblemente Aponte Polito venga y le enfrente públicamente.

gil_lavenant@hotmail.com

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