lunes, 3 de mayo de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* “Penoso incidente”
Por Gilberto Lavenant
Seguramente a cualquiera le habrá pasado. Se invita a una persona a un evento y el invitado abre la boca de más, o sale con una imprudencia o indiscreción. El anfitrión hasta desea que se lo trague la tierra y se arrepiente profundamente de haber invitado a dicha persona. Sin lugar a dudas.

Esto es más o menos lo que ocurrió en días pasados. Se trataba del evento de toma de posesión de Fernando Otañez Martínez, en su segundo período como Presidente del Concejo Coordinador Empresarial de Tijuana. La “crema y nata” del empresariado tijuanense estaba ahí presente.

Como es tradicional en estos casos, se invita a las principales autoridades civiles y militares, Ahí estaban presentes el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, el Alcalde Jorge Ramos Hernández y el Comandante de la Segunda Zona Militar, General Alfonso Duarte Mújica.

El líder del CCE, con la solemnidad requerida, hizo referencia a las condiciones difíciles que han enfrentado los empresarios y advirtió que uno de los retos más serios para el 2010 lo será el desempleo e indicó que están trabajando en un programa [ara incentivar la creación de nuevas fuentes de trabajo.

Observó que para ello se deben rectivar los programas de inversión extranjera, y enfatizó que para la creación de fuentes de trabajo requieren el apoyo de las autoridades.

Otañez aprovechó el momento para reconocer el trabajo realizado en materia de seguridad en la entidad, y en particular el llevado a cabo por el comandante de la segunda Zona Militar, Alfonso Duarte Mujica, ahí presente.

También le aventó un “cebollazo” al Alcalde Jorge Ramos por haber iniciado el proceso de certificación de la policía municipal por CALEA, que supuestamente vendrá a mejorar la calidad de los servicios que presta dicha corporación.

Entonces, como se estila en estos eventos, se pidió al Gobernador Osuna Millán que como máxima autoridad diera un mensaje a los empresarios. Y ahí se dió lo del llamado “penoso incidente”.

El Jefe del Ejecutivo estatal, en lugar de exhortar a los jefes de empresas a redoblar esfuerzos, de reconocer lo que han hecho para mantener abiertas fuentes de empleo, les pidió que denunciaran a los narco-empresarios, a los lavadolares.

Seguramente nadie podía creer lo que estaban escuchando. No era ni el momento, ni aparentemente había motivo alguno para ello.

Pareciera que Osuna Millán ni cuenta se dió de lo que podría ser considerado como una:”metida de pata”. Lo invitaron por formalismos, pero también con la intención de establecer compromisos para programas futuros y prácticamente les dijo pillos en su propia casa.

Como era de esperarse, los periodistas cuestionaron sobre este punto a los dirigentes empresariales y estos de inmediato reaccionaron, tratando de librarla, asegurando que no se sintieron aludidos, ni tampoco se consideraron sospechosos.

Pero el “penoso incidente” ha sido la “comidilla” de todos estos días.

Algunos piensan, tratando de justificar el desliz del gobernante, que se le confundieron las tarjetas que le proporcionan sus ayudantes cuando asiste a un evento y que sacó las de los narco-empresarios, por mera equivocación y no tuvo otra más que seguir adelante.

Otros, en tono socarrón o sarcástico, comentan que Osuna Millán traía en la bolsa una lista de empresarios que en breve serán correteados por la PGR, por sus nexos con el narcotráfico y que no se aguantó las ganas de darles un susto a los que vió por ahí presentes.

Lo cierto es que para nadie pasó desapercibido el “penoso incidente”, al grado de que los directivos del Concejo Coordinador Empresarial están pensando seriamente en no volver a invitar al Gobernador a otro evento similar. La situación fue incómoda, bastante incómoda, y temen se vuelva a repetir.


gil_lavenant@hotmail.com

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