TIJUANA.- El hidalguense José Luis Vélez vive una historia especial. Tal vez por ahora se encuentra lejos de casa, pero el hecho de haber sido convocado a la selección nacional juvenil de taekwondo lo acerca a un sueño al formar parte de la nueva generación de atletas en una disciplina que ha sacado la cara por México en los últimos años.
Tiene apenas 17 años y luego de haber ganado la medalla de plata en la pasada edición de la Olimpiada Nacional en su categoría llamó la atención de los entrenadores nacionales. No fue campeón en la justa nacional, pero una gran puerta se le abrió para regresar a un escenario con el que se ha familiarizado en poco tiempo.
“Me tocó competir aquí en la Olimpiada Nacional en Tijuana, en el Centro de Alto Rendimiento, son unas instalaciones muy padres, por que entrenan aquí atletas de muchas disciplinas y para nosotros ha sido una gran oportunidad el estar aquí a pocos días de iniciar el mundial”.
José Luis es originario de Pachuca, donde reside su familia, a la que extraña, pero con quien espera reunirse durante la competencia para que lo vean pelear en los escenarios que ya fueron instalados en el Gimnasio de Usos Múltiples.
“Luego de la Olimpiada Nacional fue convocado a la selección, estuve concentrado con el resto del equipo y participé en varias evaluaciones, perdí una y gané la última para poder estar en el equipo y pasar el corte final”, recordó.
Desde el momento en el que fue convocado y tras haber conservado su lugar en el equipo mexicano, el joven peleador asegura que ha sentido cómo mejora su nivel de competencia. “Me he sentido mejor, mucho más fuerte, mucho más rápido y con una mejor condición”, indicó.
La química con sus compañeros de equipo ha sido muy buena, puntualizó, trabajando bajo las órdenes de los entrenadores y conviviendo con varios muchachos como el veracruzano Luis Aguilar y con José Manuel Robles, por ejemplo.
Un gran resultado se dio para el joven Vélez, cuando en el pasado abierto norteamericano de Las Vegas, finalizó con el primer lugar dentro de la categoría semi-completa (light-heavy) enfrentando a rivales internacionales, con ello se incrementó el fogueo y la motivación del muchacho que junto con el arte marcial coreano también disfruta del futbol describiéndose como aficionado de la “Maquina Celeste” del Cruz Azul.
“Me siento contento y con el apoyo de mi familia, tengo otros tres hermanos y estoy viendo si mis papas vienen a Tijuana para poder seguir mis combates en este mundial, muchos de nosotros queremos tener a nuestras familias apoyándonos, por que va a ser una gran experiencia”, dijo.
José Luis, al igual que el resto de sus compañeros sostuvo entrenamientos conjuntos con selecciones como las de Brasil y al mismo tiempo, ha entrenado en los escenarios adicionales que fueron instalados en lugares como la cancha de usos múltiples y la de futbol.
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