lunes, 8 de diciembre de 2008

Bandas mexicanas de drogas serán dueñas de Guatemala si no se actúa

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) advirtió que los cárteles mexicanos de la droga serán "dueños del país en dos años", si las autoridades guatemaltecas no son capaces de cerrarles el paso.

En declaraciones que publica hoy la prensa local, el jurista español Carlos Castresana, jefe de la CICIG que investiga a los grupos clandestinos de seguridad en Guatemala, sostuvo que de no ponerle un freno al ingreso de los grupos mexicanos, en dos años también "habrán tomado la capital".
El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, reconoció el pasado martes que los cárteles mexicanos de la droga han ocupado varios corredores del país y dijo que "llevará mucho tiempo recuperar los territorios" que tienen ocupados.
Según investigaciones de las autoridades, esos cárteles han ocupado varios espacios en la franja de la transversal del norte fronteriza con México.
Los grupos mexicanos "quieren acaparar todo el país" y están fuertes en el norte de Alta Verapaz, en Huehuetenango, en Ixcán (Quiché) en Sayaxché (Petén) y parece que en Izabal (Caribe)", dijo el gobernante.
El pasado domingo un enfrentamiento entre narcotraficantes, al parecer por la disputa de territorio, dejó 17 muertos en una población de Huehuetenango.
Según la CICIG, Guatemala tiene deficiencias en investigaciones y sentencias, falta de equipo y leyes para hacer frente al flagelo del narcotráfico.
"El sistema de seguridad es del siglo XIX, mientras que el crimen organizado opera con tecnología del siglo 21", señaló Castresana e insistió en que hace falta equipo para la persecución penal, programas de apoyo y procedimientos para capturar a las mafias y sus cómplices.
El jurista español dijo que es necesario poner en marcha un sistema de escuchas telefónicas, porque "sin éstas es imposible desarticular redes del crimen organizado", y también un programa de protección a testigos "confiable" que de seguridad a quienes aporten a la investigación.
En su opinión, "es necesario aprovechar la información de los delincuentes capturados que se arrepienten y aportan información sobre cómo operan las bandas y sus jefes, a cambio de reducir penas. Solo así se puede capturar a los capos de las organizaciones", enfatizó.
El titular de la CICIG manifestó que la creación de cárceles de máxima seguridad es una tarea pendiente en este país centroamericano para que gente como el mexicano Daniel Pérez, uno de los fundadores del grupo "Los Zetas", el brazo armado del cártel del Golfo, esté allí en una celda individual y controlada por una cámara de vídeo.

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