Por Alfredo Calva.
Es lamentable y de preocupación que de manera discreta, aunque parece que no tanto, entre la clase política de Baja California se esté impulsando la moda de que las parejas sentimentales de algunos funcionarios de elección y de designación se arroguen roles protagónicos en las responsabilidades de sus cónyuges e interfieran en la escala de mando hacia los subordinados tomando decisiones y dictando ordenes de lo que se debe o no realizar.
Ejemplo de este soterrado fashion político, son las consortes del titular de la Secretaría del Bienestar en el XXIV Ayuntamiento de Tijuana, Gerardo López Montes, (mejor conocido como Gera López), de nombre Luisa Ríos y del diputado local por el PRI, Román Cota, de nombre Alejandra Herrera, personajes que ya de por si su actuar no los tiene colocados dentro de los estándares de aprobación ciudadana, como para que también sumen las irregulares actividades de sus cónyuges.
Estas anomalías fueron denunciadas en su oportunidad en respectivas entregas periodísticas, a la esposa de Gera López, se le evidenció en semanario abc que dirige Gabriel Medina, y en la columna Expediente Confidencial que el periodista Gerardo Fregoso publica en el periódico El Sol de Tijuana, dio cuenta puntual del proceder de la pareja del legislador tricolor.
Hace un par de semanas que los trabajos periodísticos de Medina y Fregoso denunciaron de manera puntual y concisa las irregularidades en que han incurrido las damas usurpadoras de funciones, gracias a las anuencias conyugales, sin embargo, no ha existido repercusión alguna para los implicados, la indolencia del Sindico Procurador, Rafael Leyva es pasmosa, pues ha optado por refugiarse en la mediocridad política en la que vive y en donde sueña en que puede ser candidato a la alcaldía de Tijuana, ignorando lo que por mandato de ley es, el garante de que este tipo de irregularidades no se realicen en el gobierno municipal.
Y si la indolencia del ente fiscalizador municipal es insultante, en lo que respecta al novel diputado y político, Román Cota y su esposa Alejandra Herrera, el valemadrismo y la impunidad se encuentran en su máxima expresión, ya que no existe posibilidad alguna de que se le llame la atención o sancione por los integrantes de la mesa directiva del congreso estatal, mientras continúe con su lealtad ciega para las causas parlamentarias de quienes dominan y controlan el poder legislativo.
Pero hemos de suponer que esa actitud de parsimonia rayando en la inamovilidad es consecuencia de las expresiones del máximo jerarca de la 4T, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien un día si y el otro también, manda al carajo a las instituciones y se pasa por el arco del triunfo toda ley que le estorbe o incomode.
Benditas indolencia e impunidad.
Cotilleo político….
En un sueño guajiro el soldado tricolor vio, que en el 2024 podrá hacer alcalde de Tijuana a su vástago.
Y mientras tanto….
En los gobiernos emanados de Morena, están empleando a discreción y sin rubor alguno, los recursos económicos y humanos para promover lo que ningún ciudadano solicitó, la revocación de mandato y, que solo se realizará para satisfacer el narcisismo del habitante de Palacio Nacional.
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