No cabe duda que para algunos «empresarios» primero está el dinero que la salud de los ciudadanos y el Baja Beach Fest de Rosarito es un ejemplo de esto.
Como ciudadano estoy de acuerdo en que se realicen esa clase de eventos internacionales en Baja California, porque lo posiciona en el mundo como capital de la música regetonera.
Pero no era, ni es el momento —el próximo fin de semana continúa— para llevarlo a cabo, precisamente se da el permiso de no inconveniente cuando retrocedemos en Baja California a color amarillo y con más de mil 150 contagios activos del Covid19.
Lo que diga el secretario de Salud de Baja California, Alonso Pérez Rico es subjetivo, porque en los hechos sus protocolos sanitarios no se cumplen en un evento de esa magnitud, con más de 17 y 20 mil personas en cada uno de los tres días.
Es obvio que al calor del alcohol, la música y el baile, y algo más, a miles de asistentes se les olvidó el Covid19 y se quitaron cubrebocas y no hubo sana distancia.
Sin embargo, la autoridad de salud no lo acepta y ha buscado argumentos —como que todos los asistentes están vacunados— para decir que no se equivocó al permitir la realización del primer fin de semana del Baja Beach Fest 2021.
En este Baja Beach Fest se privilegió lo económico a la salud, al decir que es una derrama de 50 millones de dólares y que todos ganaban en Playas de Rosarito y municipios vecinos.
La organización es encabezada por un grupo de estadounidenses que se asociaron con Papas and Beer de Aarón Ampudia, de Oceana Condominos, cuyo accionista mayoritario es el estadounidense mister Keith y de Coco Beach de Jesús González, amigo del secretario de salud, Alonso Pérez Rico.
Esos tres negocios con muchas relaciones políticas con las autoridades de Semarnat, del Estado y municipio de Playas de Rosarito, rentaron sus espacios de playa para este Baja Beach Fest y se movieron para conseguir los permisos y se llevara a cabo este evento.
La familia Ampudia, Jesús González y mr Keith han hecho mucho dinero en Playas de Rosarito y evidentemente la pandemia del coronavirus les pegó y por eso vieron en el Baja Beach Fest la recuperación total de sus negocios.
Tanta influencia tiene la familia Ampudia del Papas and Beer que fue el primer antro abierto en la pandemia en Playas de Rosarito con el pretexto de ser «restaurante».
Además, en la madrugada del 2 de julio del 2021, guardias del Papas and Beer de Ensenada golpearon a un turista estadounidense y el antro abrió días después.
Si en verdad Baja California fuera ejemplo de combate al Covid19, no estaríamos en el lugar ocho del país en muertes por esta pandemia con 8 mil 884.
Más muertes que Oaxaca, Chihuahua, Guerrero, Chiapas, Tamaulipas y Michoacán, entidades del país con más habitantes que Baja California.
Incluso Tijuana tiene más muertes por Covid19 que Chiapas y Morelos con más habitantes, y casi igual que Oaxaca que tiene 2 millones más ciudadanos que este municipio fronterizo.
Es decir, en números el combate a la pandemia del Covid19 no ha sido tan efectiva como presume el secretario de salud, Alonso Pérez Rico.
Eso si hay que reconocer que en vacunación somos el número uno en porcentaje de ciudadanos con esquema completo en la República Mexicana y gracias al gobierno del Estado.
Sin embargo, un infectólogo recordó a AJEDREZ POLÍTICO que estar vacunado no garantiza que un ciudadano no contraiga otra vez Covid19 y ocasione una cadena de contagios como sucedió al principio de la pandemia en Baja California.
Es decir, con que uno de los asistentes haya tenido Covid19 y llegue a su casa, a su trabajo y en la calle contagiara a muchos y los casos pueden reactivarse, y los no vacunados ser las víctimas.
Por esa razón, este evento internacional debió esperar un tiempo más para llevarse a cabo en Playas de Rosarito, indicó el infectólogo.
En fin, business are business, la salud para después.
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