Querido DiálogoEcológico: Con todo lo que se habla de la desalinización del agua del océano para beber, ¿qué sabemos sobre los impactos que esto podría tener sobre el clima, la salinidad del océano y otros procesos naturales?
- Fred Kuepper, por correo electrónico
Debido a su alto costo, la intensidad energética y la huella ecológica general, la mayoría de los defensores del medio ambiente ven la desalinización (o desalinización), la conversión del agua salada del océano en agua dulce, como último recurso para proporcionar agua dulce a las poblaciones necesitadas. Obtener agua dulce de arroyos, ríos, lagos y acuíferos subterráneos y adherirse a estrictas medidas de conservación del agua son mucho más viables por razones económicas y ambientales en la mayoría de las situaciones, aunque algunas regiones desérticas con poblaciones sedientas y en crecimiento pueden no tener muchas opciones.
La relación entre la desalinización y el cambio climático es compleja. El calentamiento global ha aumentado las sequías en todo el mundo y ha convertido los paisajes anteriormente verdes en desiertos cercanos.
Algunas fuentes de agua dulce de larga duración simplemente ya no están disponibles de manera confiable para cientos de millones de personas en todo el mundo.
Mientras tanto, la expansión de las poblaciones en las áreas desérticas está ejerciendo una intensa presión sobre los suministros de agua dulce existentes, lo que obliga a las comunidades a recurrir a la desalinización como la forma más conveniente para satisfacer su sed colectiva. Pero el proceso de desalinización quema muchos más combustibles fósiles que abastecer la cantidad equivalente de agua dulce de cuerpos de agua dulce. Como tal, la proliferación de plantas de desalinización en todo el mundo, unas 13,000 ya suministran agua potable en 120 naciones, principalmente en Medio Oriente, África del Norte y el Caribe, es una reacción y uno de los muchos contribuyentes al calentamiento global.
Más allá de los vínculos con los problemas del clima, los biólogos marinos advierten que la desalinización generalizada podría tener un alto costo en la biodiversidad del océano; ya que las tuberías de admisión de estas instalaciones esencialmente aspiran y matan inadvertidamente millones de plancton, huevos de peces, larvas de peces y otros organismos microbianos que constituyen la capa base de la cadena alimentaria marina. Y, según Jeffrey Graham, del Scripps Institute of Oceanography's Center for Marine Biotechnology and Biomedicine, los restos de lodo salado después de la desalinización por cada galón de agua dulce producido, otro galón de agua salada doblemente concentrada debe eliminarse y causar estragos en los ecosistemas marinos si tirado willy-nilly en alta mar. Para algunas operaciones de desalinización, dice Graham, se cree que la desaparición de algunos organismos de las áreas de descarga puede estar relacionada con el flujo salino.
Por supuesto, a medida que disminuyen los suministros de agua dulce, el costo económico de la desalinización, especialmente en las zonas costeras con fácil acceso al agua del océano, comienza a parecer competitivo con el abastecimiento de agua tradicional. Hasta la fecha hay alrededor de 300 plantas de desalinización en los Estados Unidos, con 120 en Florida y menos de 40 en Texas y California. Se planean unas 20 plantas adicionales para la costa de California en los próximos años, a menos que prevalezcan los ambientalistas ensalzando las virtudes de la conservación y empuñando las duchas de bajo flujo y los inodoros.
CONTACT: Scripps' Center for Marine Biotechnology and Biomedicine, www.cmbb.ucsd.edu.
FUENTE: https://www.scientificamerican.com/article/the-impacts-of-relying-on-desalination/
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