La cereza del pastel en el V informe de gobierno que dio el presidente, Enrique Peña Nieto, en las instalaciones de Palacio Nacional ante la clase política nacional, fue su asonada expresión durante su perorata en la que manifestó sin rubor alguno y con cinismo pleno, que gracias a la implementación de su política social, en diez años en México ya no existirá la pobreza extrema.
Nada esta más alejado de la realidad que esa estólida expresión de quien a través de las manipulaciones en los organismos responsables de llevar a cabo la medición de los resultados que arrojan los programas que llevan a cabo dependencias del ejecutivo federal en el combate a la pobreza y pobreza extrema, así como en la calidad de vida de los mexicanos, a partir del año 2015.
Su primer objetivo fue el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi), entidad que desde el año 2008 empezó a lograr independencia del ejecutivo y sus estadísticas en muchas ocasiones contravenían los resultados y cifras que entidades como el Banco de México, SHCP y Sedesol, daban a conocer a la opinión pública con respecto a el desarrollo denla economía, finanzas y avances en el combate a la pobreza en el país.
Obviamente el constante derrumbe de sus números por parte del Inegi siempre mantuvo molestos a los responsables en su momento de esas dependencias, en especial, al gobernador del Banco de México y Sedesol, es por ello que, al percatarse de que a finales del 2015 concluiría el mandato del ese entonces presidente del Inegi, Eduardo Sojo Garza Aldape, y si querían tener el control de esa dependencia para manipular las cifras a su albedrío e interés particular, tenían que proponer al senado para su aprobación, un alfil afín a sus intereses políticos, Carstens para buscar posición en el banco mundial y de Peña Nieto para maquillar las cifras de pobreza y pobreza extrema en el país, que impactaran en su ultimo informe antes de la elección presidencial y avaladas por Inegi y la Coneval, el otro ente que guardaba hasta ese entonces como el Inegi, independencia del ejecutivo federal y credibilidad ante la sociedad mexicana.
Ante la disyuntiva que se les presentaba, Peña Nieto opto por un personaje ligado por nexos académicos del ITAM, a Luís Videgaray, José Antonio Meade y Agustín Carstens (todos alumnos distinguidos del ITAM), Julio Alonso Santaella Castell, quien fue aprobado por mayoría en el senado y el primer día de enero del 2016, asumió el cargo de presidente del Inegi por el periodo 2016-2021.
Lo primero que hizo al llegar Santaella Castell a Inegi, fue generar una confrontación con la Coneval, al cambiar de manera unilateral las variables que empleaba esa dependencia para realizar las encuestas de medición de la pobreza y pobreza extrema, ya que de acuerdo al titular de Coneval, Gonzalo Hernández Licona, no ejecutarían los trabajos debido a que los resultados no serían confiables.
Para apuntalar el proyecto del Inegi, Peña Nieto ante la salida de la vicepresidencia del Subsistema Nacional de Información Demográfica y Social (responsable del estudio de la pobreza y pobreza extrema), que había dejado vacante en diciembre del 2016, Félix Vélez Fernández, a propuesta de Antonio Meadde, mando al senado el nombre de Paloma Merodio Gómez, ex colaboradora de Meadde en Sedesol, aprobación que consiguieron por mayoría y con el rechazo de decenas de organizaciones civiles, quienes externaron su preocupación por la perdida de independencia del Inegi ante tal nominación, que se agravaba por la designación de Santaella Castell.
Ya controlado el Inegi, Peña Nieto y subordinados se fueron tras el otro ente que requerirán dominar, el Coneval, cuyo titular durante un año mantuvo la confrontación con el Inegi, sin embargo, el pasado 25 de agosto, el Coneval sucumbió ante las razones y variables que diseño Inegi y dio como validas las cifras que el presidente en su informe presumió orgullosamente, la disminución en casi tres millones de mexicanos que salieron de la pobreza extrema, e igual cantidad de personas que abandonaron la pobreza, todo con referencia al 2014, lo que solo es una ficción ideada y ejecutada por Peña Nieto y subordinados, intentando desgravar la pésima imagen y la mala credibilidad que guarda él, su gobierno y su partido político, el PRI.
¿Que tanto le creerán los ciudadanos?.
Y mientras tanto….
No ha sido terso el inicio de actividades del nuevo titular de la policía municipal, Andrés Hernández, la designación de su comandante operativo le ha venerado serios señalamientos que debe aclarar a la brevedad.
Presiona la imagen y...
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