A escasas semanas de haber jurado el cargo como director de la Policía Municipal en Playas de Rosarito, el Teniente de corbeta, Adrián Hernández Pérez, no se le han dado las cosas y su panorama luce “cuesta arriba”, al desatarse una aparente guerra cruenta entre bandas criminales que operan en Rosarito.
No obstante ciudadanos ajenos a esta violenta también sufren las consecuencias directa o indirectamente, ante la magnitud del problema, las muchas carencias en unidades, armamento y equipo y la siempre desconfianza en muchos de los actuales uniformados.
El Teniente improvisó en sus declaraciones que contrario a lo que esperaba, cayó mal entre la gente al anunciar que trabajará para eliminar o al menos bajar la incidencia delictiva, aunque no precisó fecha para presentar resultados. “No quisiera decir el tiempo, no soy Superman ni traigo varita mágica. Yo soy un hombre de trabajo y los planes que hacemos nosotros no son en tan poco tiempo, nadie lo va hacer”, asentó.
Expresó que la falta de equipo y material no será excusa para no empezar a trabajar en la falta de seguridad que tanto aqueja a la población. “Vamos a tratar de rendir con ese equipo y obviamente con la señora alcaldesa, la buena voluntad de cabildo y espero tener un poquito más de apoyo de la federación, pero con lo que tengo voy a trabajar y tratar de bajar la incidencia”.
Anunció que realizará un relevo de mandos dentro de la corporación para poder trabajar en la calle, para ello realizará una evaluación al personal para seleccionar aquellos que tienen mayor capacidad técnica y sobre todo profesional, pero que tengan experiencia en la policía.
El militar reconoció que dentro de la misma corporación hay elementos capacitados, al ser cuestionado sobre la posible integración de nuevos elementos en la Dirección de Seguridad Pública Municipal. “Aquí hay policías preparados y con experiencia policial”. Por lo cual consideró que tiene una corporación “limpia” y si no trabajará para “limpiarla”.
Reconoció que el robo a casa habitación y robo de vehículo son los delitos con mayor incidencia, sin embargo, se ocupará en trabajar en la prevención para bajar la incidencia delictiva.
Junto con el Sub Comandante Ricardo Botello Morales, el Jefe Hernández Pérez comparte además de la responsabilidad sus antecedentes militares, incluida su molesta fama de ser inflexibles, cuadrados y abusivos en su trato hacia la tropa, a quienes insiste en tratar como soldaditos de paga, con arrestos y correctivos incluidos.
A días de asumir el mando, el Jefe Policiaco se ha ganado el rechazo de buen número de elementos, aunado a que en la práctica el Jefe de Escoltas de la Presidencia Municipal, Carlos Enrique Espinoza Torres, protege e impone a sus incondicionales en puestos claves para mantener el control, como son los oficiales de apellido Ledesma y Moreno a quienes montó como parejas o coordinadores de turno al Subcomandante Botello, cuando ambos elementos fueron observados por la Sindicatura Municipal al no haber aprobado los controles de evaluación y confianza.
Muestra de ello es la comidilla que ha generado la Oficial titular de la Policía Comercial, de aspecto hombruno y dominante al muestrear a una guapa asistente que sin pudor alguno muestra sus estrellas tatuadas al cuello y atrae las miradas de propios y extraños.
Aparentes frivolidades que hablan del desorden interno en la policía municipal en donde no hay militar que pese, por más reconocimientos y logros obtenidos en el frente de batalla.
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