Qué semanita ésta de aguaceros e inundaciones; declaraciones, amenazas e inconformidades.
Con Harvey, el cambio climático le dio una cachetada a Trump y como no ocurría hace décadas, quedaron bajo el agua, árboles, casas y vehículos, en decenas de condados de Texas.
En México como cada año, viviendas y calles de barrios pobres en Cuautitlán, Tlalnepantla, Ecatepec y Netzahualcóyotl, Morelia, Colima, Jalisco, Sinaloa y Baja California, Iztapalapa, Álvaro Obregón y otras delegaciones ubicadas en la laguna que era la Ciudad de México, se anegaron con aguas negras y no tan negras; y Lidia tiró en Los Cabos un edificio de cuatro pisos.
Todo, mientras por televisión y radio pasan anuncios donde Peña Nieto presume los logros de su gobierno; sin referirse a la desigualdad o la corrupción, la violencia o los huachicoleros, o al último informe del CONEVAL, que afirma que en su sexenio bajó el porcentaje de pobreza, pero creció la cifra de mexicanos pobres; que es ahora de más de 53 millones, nueve millones 300 de los cuales viven en la miseria; y que su número podrá incrementarse, por la actual inflación.
Son cientos de anuncios al día, donde Peña habla y habla; sin que alcance yo a entender, en qué se beneficia el país de verlo caminar por la playa mojándose los pantalones.
La publicidad política ya atosiga, y es solo un anticipo, del horror que nos espera en las campañas.
Prendemos la televisión y tenemos que aguantar los consejos del INE, las quejas de AMLO, las auto porras de Silvano Aureoles, Alejandra Barrales, y panistas como Rafael Moreno Valle, que acaba de ser acusado de espiar desde al Presidente hasta a sus cuñados; pero sale muy orondo de su imagen e ideas.
Me mareo solo de pensar, en multiplicar los miles de euros gastados Macron en maquillaje, para dar con los pesos que se echaría el poblano si por alguna venganza de los dioses contra México, llegara a Los Pinos.
Fue también noticia, la encuesta de Morena para la candidatura a gobernar la CDMX; que no favoreció a Ricardo Montreal, que en su molesta reacción ha ido pasito a pasito, siempre exculpando al dueño del dedito.
Responsabilizó primero, a “compañeros que hicieron mal la encuesta”; agradeció y rechazó después, ofertas de otras organizaciones; emulando luego a López, pidió repetir la encuesta; y terminó la semana advirtiendo, que al no poder con la nomenklatura morenista, analizará ir como independiente.
Y hablando del dedito, algunos del PRI pasan los días esperanzados en el dedazo.
Seguramente Meade, se siente reflejado en el perfil que dijo Peña debe tener el preciso, porque se ha vuelto hasta chistosito; al bromear con reformas y goles obtiene carcajadas barberas y no se le cierra la boca entre sonrisa y sonrisa; pero ¡aguas!, porque del plato a la boca se le puede caer la sopa.
En el PAN, se ahondan las divisiones; algunos senadores como Cordero, ceden a las mieles priistas; y suma adversarios el pleito de Anaya con El Universal, por dar a conocer su inmensa fortuna y la rapidez y condiciones para formarla.
Pero ni en su caso ni en los de otros políticos, podemos esperar asomos de justicia por la impunidad conocida; que es precisamente, una de las causas de la afrentosa realidad de pobreza y desigualdad, que presentó esta semana el INEGI; mostrando que los que más pobres de nuestro país, sobreviven con 25 pesos diarios.
Lo que no fue tomado en cuenta por el INE, al formular su presupuesto de más de 25 mil millones de pesos para el año que entra.
O a lo mejor en ellos estaba pensando su consejero presidente, cuando declaró el martes pasado a El Universal, que ese presupuesto ayudará a los 60 mil mexicanos que el Instituto contratará en periodo electoral; y a las empresas que fabrican los montones de artículos, que se regalan en los mítines.
Bueno saberlo, porque pensé que esas dádivas estaban prohibidas por la ley.
Siguen arreciando los rounds de Trump contra México.
Este viernes comenzó en la CDMX, la segunda ronda de negociadores y tanto los secretarios Videgaray y Guajardo, como dirigentes de la IP, nos previenen de que puede terminar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
Pero confían en un Plan B, tendiente a diversificar nuestro comercio y no seguir dependiendo del país vecino; cuyo presidente acaba de agregar a nuestra zozobra, la amenaza de terminar con el DACA, programa de protección a los migrantes que llegaron a EU siendo niños.
Presiona la imagen y...
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