¿MILAGROSO?.- Suficientes personas han considerado a Julián Leyzaola Pérez la panacea que llegaría a Tijuana (como alcalde) para resolver como por arte de magia todos los problemas que lasceran a la sociedad, principalmente en el tema de la seguridad pública, pues esa es la especialidad del teniente coronel.
Los fanses de Leyzaola parece que medio piensan -o tal vez no- que, para gobernar-administrar la cuarta ciudad más importante del país, sólo se necesita saber y tener experiencia en combatir a la delincuencia organizada y no organizada, desdeñando así arraigados problemas sociales que nada tienen qué ver con el asunto de la seguridad, y de lo cual no hay garantía plena que el militar retirado tenga los elementos cognitivos para conseguirlo.
Es indiscutible que el susodicho ha generado, a partir de su participación en el próximo pasado proceso electoral, una gran empatía entre muchos tijuanenses que no fueron capaces de -como él mismo lo ha dicho- ayudarlo a defender su triunfo en las urnas, pues no fueron los suficientes para completar la estructura que vigilara las casillas y los votos que, aviesamente, dieron el triunfo a un remedo de presidente municipal que hoy tenemos.
Sin embargo, muy lamentable ha sido el que entre esos simpatizantes, adherentes o militantes del PES y aplaudidores del ex militar, se encuentren personajes que son motivo de justificada desconfianza por su sobrada abyección. Entre ellos no pueden pasar desapercibidos dos legisladores federales: Jorge Ramos Hernández y Cintya Gissel García Soberanes, sin mencionar a otros tantos más.
Del primer mencionado, puede decirse que su experiencia política le ha permitido inducir a Julián Leyzaola a mantenerse vigente en los medios de comunicación, independientemente de lo que ha hecho el teniente coronel a través de las redes sociales.
Lo que destaca del presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso de la Unión, Jorge Ramos, es el haber recomendado al ex militar con la alcaldesa de Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas, para que lo contratara como asesor en materia de seguridad pública. Fue precisamente en una conferencia de prensa al asumir esa posición, cuando Leyzaola Pérez se exhibió, y lo hizo con su "gurú político", como "el cocinero al que se le va un tomate entero", al hacer público su reconocimiento al regidor Miguel Calles, mostrando así que no es tan real el conocimiento que se ha difundido que tiene el teniente coronel en materia de seguridad pública, pues es vox populi quién es el padrino del regidor presidente de la comisión de seguridad pública en el quinto municipio de Baja California.
¿Lo seguirán considerando "milagroso"?
Hasta aquí la dejamos, no sin antes recomendarles que NO SE ENREDEN ¡Y PUNTO! Agradeciendo su lectura a estos puntos de vista y la difusión de los mismos.
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