El día ayer en este espacio señalábamos lo ocurrido en la sesión del Tribunal de Justicia Electoral del estado, entre los tres magistrados que lo integran y en el que dos de ellos se fueron por la ratificación de validez en la elección de munícipe en Tijuana que dictaminó el IEE, en favor del candidato del PAN, de acuerdo al proyecto de sentencia presentado por el juzgador ponente y presidente de ese tribunal, Martín Ríos Gary, que fue abrazado con enjundia por su correligionaria, Elba Regina Jiménez y que dejó a los ciudadanos confundidos y dudativos de la probidad del máximo ente jurídico en materia electoral en la entidad.
Tienen que explicar el porque el magistrado Leobardo Loaiza, contó con pruebas documentales y videograbaciones que le permitieron a través de una fundamentada disertación en la valoración de las probanzas, establecer las irregularidades sistemáticas cometidas durante el proceso, que le inclinaron a estar en favor de la anulación de la elección de munícipe, y sus correligionarios Jiménez y Ríos, que a decir de la primera, desconocieron de la existencia de tales pruebas, y por ende no fueron analizadas y valoradas e incluidas en la elaboración del dictamen peseta do por Martín Ríos.
Esta discrepancia género la suspicacia ciudadana en la probidad de los magistrados, quienes por cierto, ya se encuentran etiquetados a marcas y colores de partidos políticos, así como ligados a personajes dela política en la entidad.
Leobardo Loaiza, se le vincula con el “diablo” embajador de nuestro país en la República de Argentina, Fernando Castro Trenti, y guarda compadrazgo con el candidato a la alcaldía de Tijuana, Rene Mendivil Acosta.
Martín Ríos, se le liga con el PAN, su amor y agradecimiento nacen de su permanencia en las administraciones de José Guadalupe Osuna Milán y en la de Francisco Vega de la Madrid hasta mediados del 2015, en la dirección ion de Asuntos Legislativos, área en la que inició como subordinado y llego a es alar hasta la titularidad.
La magistrada Jiménez por el tiempo que tiene en el tribunal, forma parte del inventario del ente judicial electoral, su última ratificación se la debe a la cámara alta del Congreso de la Unión, el senado, que por razones de modificaciones constitucionales, son los responsables de designar a los integrantes del Tribunal de Justicia Electoral y a los consejeros del IEE, cuya visera cardíaca esta enamorada del color azul.
Con estos antecedentes y lo acontecido entre los magistrados en la sesión del tribunal, en el que por mayoría determinaron desechar los pedimentos de anulación de la elección de munícipe en Tijuana, presentadas por el PES y el PRI, como esperar que los ciudadanos confíen en el que se supone es el garante de las elecciones y de respeto a los votos, si los visos de podredumbre y corrupción se perciben a distancia.
Alguien tiene que explicar lo que sucedió en la sesión entre los magistrados y lo que acontece al interior del tribunal.
Y sobre todo para evitar estas situaciones, cambiar el método de designación de magistrados, este debe de ser a través de exámenes de oposición y valoración de un órgano de la sociedad civil, integrado por académicos, abogados, partidos políticos, ciudadanos e intelectuales, que avale a los y las ciudadanas que reúnan el perfil requerido para que en verdad el tribunal sea un ente en el que se garantiza la equidad, objetividad, imparcialidad y transparencia, que hoy pregonan, pero de la que adolecen.
Y mientras tanto………..
El atropellamiento realizado por Donald Trump en nuestro país, cobro su primera víctima, Luis Videgaray, quien fue retirado de la titularidad de la SHCP por el presidente Enrique Peña Nieto, buscando con esto el primer mandatario, atemperar y paliar el malestar social que se generó a raíz de la invitación hecha por el gobierno de Peña Nieto a visitar nuestro país, y obviamente, por su visita y presencia en México.
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