El 19 de julio de ese año, Sinatra, de origen italiano, contrajo matrimonio con María Lourdes Villiers Farrow, más conocida como Mia Farrow, hija del director John Farrow y de la actriz Maureen O’Sullivan, ambos católicos practicantes.
Es de suponer que los padres de Mia no vieron con buenos ojos la boda de su hija, de veintiún años, con un hombre de cincuenta, divorciado dos veces y padre de tres hijos, alguno mayor que la propia Mia. Pese a todo, lo cierto es que la boda se celebró y, aunque el matrimonio apenas duró dos años, Mia se mantuvo en el círculo de amistades de Frank. Y eso a pesar de Sinatra le entregó los papeles del divorcio en pleno rodaje de “La semilla del diablo” y delante del equipo.
El matrimonio se disolvió ese mismo año. Y no sería el último ni para Frank ni para Mia. El cantante volvió a casarse, ya por cuarta vez, con la viuda de Groucho Marx, en tanto que Mia Farrow se casó en 1970 con el pianista y compositor André Previn, con el que tuvo tres hijos.
En 1979 Mia y Previn se divorciaron y, dos años después, la actriz estableció una peculiar relación con Woody Allen, pero eso es otra historia.
Quizá, por último, convenga recordar lo que dicen que dijo Ava Gardner cuando supo de la relación de Sinatra con Mia Farrow: “Siempre supe que acabaría con un chico”.
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