En política, se aplica perfectamente aquello de “no hay que llegar primero, si no hay que saber llegar”. En atención a esto, a propósito de los comicios del 2016, quienes aspiran a lograr alguna candidatura, ya sea a diputado local, alcaldes, regidores o síndicos, no requieren una amplia experiencia política, ni nada. Basta tener un bun padrino político.
El “padrinazgo”, siempre ha sido efectivo para lograr éxito en política. Los hombres buenos, honestos, serios, capaces, generalmente quedan marginados. Lo que no ocurre con quienes viven y se desarrollan bajo la sombra y tutoría de un padrino político.
Fernando Castro Trenti, actualmente Embajador de México en Argentina, es sumamente hábil en política, controlador, negociador, pero sus logros se los debe a su padirno político, el exgobernador sonorense, Manlio Fabio Beltrones. Sin él, fuese un político del montón.
Luego de los comicios del 7 de junio próximo, habrá cambios en los comités ejecutivos nacionales, tanto del PRI, como del PAN. El priísta, César Camacho y el panista, Gustavo Madero, dejarán la presidencia de sus respectivos partidos, para asumir las posiciones de diputados federales.
Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, anda tras la dirigencia nacional del PAN. Su principal rival, lo es Ricdardo Anaya Cortés, quien ya ocupó temporalmente la presidencia del CEN del PAN, y actualmente es coordinador del grupo parlamentario panista en la Cámara de Diputados Federales. Es casi seguro que será el heredero de Madero.
El relevo de Camacho, en el CEN del PRI, quizás lo sea Manlio Fabio. De ser así, los priístas que deseen lograr alguna candidatura, deben tener línea con el sonorense. De arribar Beltrones a la cúpula priísta, sin duda alguna Castro Trenti abandonará la función diplomática.
Manlio, no es del Estado de México, ni cuenta con las simpatías de los integrantes del Grupo Atlacomulco, pero su función como operador de las reformas estructurales propuestas por Peña Nieto, le valieron el reconocimiento del priísmo y podría ser comisionado para preparar las elecciones presidenciales del 2018.
En tales comicios, no será el protagonista principal, por parte de los tricolores, pero será el estratega y por lo tanto uno de los principales actores en dicha sucesión presidencial. Si se logra el triunfo de quien sea el candidato priísta, el exgobernador de Sonora será uno de los políticos más influyenets durante el próximo sexenio. Actualmente lo es, pero lo sería aún más.
En ese caso, si le va bien a Manlio, le irá bien a Castro Trenti. Esa será la línea, para lograr candidaturas en el 2016 y en el 2018. Todo indica que así será.
Siendo uno de los operadores de Beltrones, Fernando tendría dos opciones. Integrarse al CEN del PRI o retornar a Baja California, para controlar los comicios en esta entidad.
Este panorama, no favorecería, para nada, los intereses del empresario casinero Jorge Hank Rhon y se agotarían las esperanzas de este, por llegar a ocupar la gubernatura de Baja California. Aunque Castro Trenti no lo fuese, tendría una fuerte influencia para impedir que Hank lograra la candidatura. De eso no hay ninguna duda.
En esas condiciones, Hank Rhon no sería idóneo para “padrino político”, de nadie. Ni siquiera para lograr una suplencia de Regidor, salvo que el aún Embajador, diera su anuencia para ello.
La “bola de cristal” indica, que durante los próximos 3 años, habrá una desbandada en el hankismo. Permanecerán en dicha corriente, solamente aquellos que sean empleados del hijo del Profr. Carlos Hank González. Los que tengan aspiraciones políticas, si es que realmente pretenden cristalizar sus sueños, tendrán que buscar otras vías.
Cabe hacer estas observaciones, para los priístas que sueñan con una candidatura en los próximos comicios. Lo más recomendable, es que se afilien al beltronismo o cuando menos al castrotrentismo. En todo caso, que guarden cautela, hasta agosto, cuando se de la renovación del CEN del PRI. La posición en que quede Manlio Fabio, será determinante para el futuro de muchos bajacalifornianos.
Del futuro político de Beltrones, depende el de muchos políticos de esta entidad. Por ejemplo, el ahijado Chris López, podría lograr la candidatura a Alcalde de Tijuana, pero el poder político de su padrino, no le garantiza ningún triunfo electoral. Sin embargo, podría ceder la fuerza de su padrinazgo, a favor de su suegro, Mario Escobedo, quien ya tenía la candidatura, pero la soltó, asustado, cuando observó que Castro Trenti le impondría a todos los integrates de su planilla. Hasta a su secretario particular.
Así es que Chris tendría que conformarse con alguna posición administratuiva del gobierno federal, o en la estructura priísta, hasta que los bajacalifornianos olviden que avaló la homologación del IVA. Su futuro político electoral, no parece alentador. Por el contrario.
Igualmente ocurre con el aún diputado local, René Mendívil. Creación de Fernando Castro Trenti, luego del fracaso por la gubernatura estatal, se distanciaron. Es remoto que el funcionario diplomático lo avale en sus aspiraciones por la Alcaldía de Tijuana.
Los priístas, que tengan aspiraciones similares, ya lo saben, escojan al padrino idóneo. Sin padrino, no pueden tener futuro político. Si lo dudan, inténtenlo.
gil_lavenants@hotmail.com
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