El 7 de junio del 2015, serán las llamadas elecciones intermedias. Se elegirá a los diputados federales que acompañarán al Presidente Enrique Peña Nieto, en la segunda parte de su gestión administrativa.
Los diputados federales, al menos en Baja California, son los políticos más repudiados.
Aparecen en temporada de campaña. Después, rara vez se les vuelve a ver. Algunos de ellos, aunque vienen a la entidad, casi nadie los puede ver. Por eso se les identifica como los invisibles. O los fantasmas políticos.
En las encuestas de confianza, a nivel nacional, los políticos son los que están en último lugar. En especial los diputados federales. Los de Baja California en particular, luego de que avalaron el incremento de la tasa del IVA del 11% al 16%.
Luego de su “graciosada” y el linchamiento social de que fueron objeto, se hicieron de humo, por temor a ser agredidos, física o verbalmente. Algunos, desde entonces, no regresan a sus distritos electorales. Ellos son los que han hecho más difícil el trabajo electoral de quienes ahora deseen ocupar dichos cargos.
¿Qué es lo que van a decir, cuando recorran colonias pidiendo el voto popular ?
¿Qué van a prometer, que no hayan prometido ya sus antecesores y que no cumplieron?
Si hubiesen cumplido, al menos parte de lo prometido a sus representados. Dizque representados, porque a la hora de la hora, para ellos solamente cuenta la consigna y el compromiso partidista.
Los dirigentes partidistas, saben que esta contienda no va a ser nada fácil. Ningún partido puede cantar victoria.
Aunque, como siempre ocurre, los dirigentes partidistas presumen que postularán a sus mejores hombres o mujeres. La verdad es que no tienen mucho de donde escoger. Hay muchos dispuestos a “sacrificarse”, si es cierto, pero ninguno garantiza votos. De todos, no se hace uno.
Donde mayores problemas hay, es en el priísmo. Con la ola peñanietista, en Baja California, en el 2012 el PRI logró siete de los ocho distritos electorales.
En el 2015, la ola peñanietista operará en sentido inverso. Si el PRI logra uno, de los ocho distritos electorales, será mucho. Quizás ninguno.
Nadie puede negar, que entre los bajacalifornianos, existe una animadversión hacia el priísmo en general. Más aún respecto de quienes sean o aspiren a ser diputados federales. Son nocivos, dicen y en algunos casos, prácticamente no sirven para nada.
El problema principal es que las arcas de los partidos políticos, en especial las del PRI, están vacías. Hace mucho que no surgen nuevos valores. Y los que intentan sobresalir, los boicotean.
Qué tan mal estarán las cosas, para el priísmo, que la selección de sus candidatos a diputados federales, la harán bajo la base de que “más vale, malo por conocido, que bueno por conocer”.
En primera fila de los prospectos, están formados los exalcaldes priístas, Carlos Bustamante Anchondo, Javier Robles Aguirre, Javier Urbalejo Cinco y Francisco Pérez Tejada. Quizás el único que está bajo reserva, es el ensenadense Enrique Pelayo Torres, porque rompió record en rechazo popular.
En el caso de Panchito Pérez Tejada, que ya casi libró el juicio político, sin rubor alguno, está pidiendo que lo postulen como candidato a diputado federal por el VII Distrito, que actualmente representa su hermano David, por el Partido Verde Ecologista.
Por cierto, en la reciente convención del Consejo Político Estatal del PRI, se determinó que habrá dos formulas, para elegir a sus candidatos. Cuatro por convención, o sea a la antigüita, que son los candidatos de “dedazo” y los otros cuatro por la comisión especial de 7 consejeros, que decidirán entre varios registrados.
Los de “dedazo”, y que llegarán a las convenciones, nada más para su validación y postulación, serán los distritos II, de Mexicali, que ostenta María Fernanda Schroeder, el III, de Ensenada, que debería ostentar Gilberto Hirata Chico, pero que la dejó a su suplente, Ricardo Medina Fierro, para contender por la Alcaldía de Ensenada, el IV, de la zona este de Tijuana, que ostenta María Elia Cabañas Aparicio, la heredera política de Gregorio Barreto y el VI, del área de San Antonio de los Buenos y que ostenta Jaime Chris López Alvarado. En estas no quieren correr riesgos y por lo tanto van a seleccionar a quien, supuestamente, garantice mejores resultados electorales.
Los que batallarán un poco, pues su postulación la decidirá una comisión de 7 personas, en base a encuestas y sondeos, de entre los registrados, serán los candidatos de los distritos I, de Mexicali, que ostenta Benjamín Castillo Valdez, el V, de Tijuana, que ostenta el panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro, el VII, de Tecate, que ostenta David Pérez tejada Padilla, y que reclama su hermano, el exalcalde mexicalense Panchito Pérez Tejada Padilla y el VIII, de playas de Rosarito, que ostenta Mayra Robles Aguirre.
Si en elecciones pasadas, la opción era votar por los menos peores, ahora implicará tratar de seleccionar a quienes sean los menos peores de los peores. Dicen, que las cosas estarán tan complicadas, que las sorpresas y sustos para los partidos, estarán a cargo de los candidatos independientes. Ya veremos.
gil_lavenants@hotmail.com
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