Por el bien de la UABC, no se debe permitir que el rector de esa honorable y prestigiosa institución, Felipe Cuamea, se salga con la suya y no rinda cuentas y de explicaciones del movimiento de dinero del presupuesto de la máxima casa de estudios en la bolsa de valores, y esa acción, origino un daño patrimonial a la UABC.
A Cuamea no se le debe, ni puede permitírsele que se escude en una supuesta violación a la autonomía de la universidad, el consejo universitario y la junta de gobierno, no pueden ser cómplices de esa acción de distracción del rector con la única finalidad de no rendir por sus supuestos actos en detrimento del patrimonio universitario.
El poder legislativo guarda por ley la facultad a través de su órgano de fiscalización, revisar todos los recursos públicos que se otorgan vía presupuestos a las diferentes entidades, con la simple finalidad de comprobar que los dineros se apliquen por parte de los responsables de los organismos en lo que fueron programados.
El alumnado y el personal docente y administrativo de la UABC, deben de unirse a ésta exigencia por el bien de la institución, no pueden permitirle al rector que se atrinchere en una falacia como lo es la supuesta violación a la autonomía universitaria, tiene que rendir cuentas, esta obligado, debe de transparentar la aplicación de los recursos.
Será un grave error si la comunidad universitaria le otorga impunidad.
Arranca….
Mañana martes el Instituto Nacional Electoral (INE) dará el banderazo oficial de arranque de la carrera político electoral 2015, que concluirá con el proceso de votación el primer domingo de junio próximo, y en el que en esta entidad deberemos de seleccionar a quienes nos representen en los ocho distritos electorales federales en que se divide el estado.
A partir de la oficialización del INE al proceso electoral, partidos, aspirantes a los cargos en juego, se darán a la tarea, los primeros, en buscar los perfiles adecuados que les garanticen una buena posibilidad de triunfo, y los segundos, en lograr acuerdos entre las cúpulas de sus organismos políticos a los que pertenecen para verse favorecidos con la designación de una candidatura.
Posteriormente al proceso de obtención de la candidatura, quienes resulten favorecidos intentaran seducir a los potenciales electores a través de las vanas promesas y programas de trabajo que jamás cumplen, pero eso sí, inmersos en una dinámica de diatribas en contra de sus adversarios, con el consabido hartazgo ciudadano.
Lo de siempre, no cambia el modo de hacer política en éste país..
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