“Esperamos que a través de todas esas reformas, las 11 reformas que se nos han propuesto y que se han aprobado, que realmente nuestro país crezca, que se desarrolle. Estamos sintiendo este punto difícil el que se arraiguen, que tomen su camino estas reformas para que el país pueda en un momento dado llegar a tener la debida resonancia. En lo positivo estamos esforzándonos todos por construir un país mejor, un país que vaya realmente creciendo por los senderos de justicia y de paz”, dijo el Arzobispo.
Mencionó también que en este mes patrio en que estamos muy habituados a dar el grito de ¡viva México! Podamos ver los aspectos positivos como negativos.
En los aspectos negativos, donde debemos impulsar el cambio, ejemplificó el caso de la Secretaría de Educación en Oaxaca donde resultan afectados los estudiantes por los paros magisteriales, y las autoridades no actúan en contra de los maestros faltantes. Y lo que se debe hacer es aplicar la justicia.
Ejemplificó también el caso de las multas que pueden ser de 100 salarios mínimos a los ciudadanos, y cuestionó quién multará al gobierno por los malos servicios públicos que brinda, como son los baches que afectan los vehículos de los particulares. Y también el desperdicio del agua que corre por las calles y ninguna dependencia arregla rápido la fuga.
Monseñor Romo Muñoz cuestionó si ante estos malos servicios los ciudadanos son responsables de exigir al gobierno.
“Yo creo que tenemos que aplicarnos más para que en esta actitud de crear un país nuevo que camine por senderos de justicia y de paz, podamos ir adelante en nuestro caminar para que de veras nuestro grito de ¡viva México! sea un grito prometedor, un grito que sale del corazón en una actitud agradecida de cómo vamos caminando”, invitó el Arzobispo.
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