jueves, 7 de agosto de 2014

El SAT hasta en la cocina

Por Alfredo Ortiz López
Año de sobresaltos y preocupaciones económicas este 2014 para el grueso de los mexicanos y para los fronterizos del norte del país.
Enumerar todos los quebrantos, ya no porque se acuerda y a lo mejor le gana el llanto.


Pero por si fuera poco, mi amigo Juan Manuel Hernández Brito, contador público certificado “pone el dedo en la llaga” o como dicen para todo los del Centro Empresarial de Tijuana “el tiro de gracia”: a partir del mes de octubre hay que entregarle al Sistema de Administración Tributaria (SAT) TODA la contabilidad de los contribuyentes, personas morales o físicas.

A decir de Hernández Brito, la nueva disposición, que tiene preocupados y hasta encabritados a los profesionales de la contabilidad, ya atenta a los derechos humanos. Nos lleva a un esclavismo moderno, porque ya se factura electrónicamente, se envía la nómina electrónicamente, ahora lo que se mueve en el último rincón de las empresas, se tiene que timbrar y mandar al SAT.

La medida obliga a los contribuyentes a hacer una contabilidad fiscal que de poco servirá para la toma de decisiones en el negocio, porque el SAT establece la mecánica de cómo va a ser el tema de la entrega de la información que viene de un catálogo de cuentas.

Además que la medida deja de considerar las características propias de los sectores primario, secundario y de servicios, donde cada contribuyente tiene diferentes actividades y la autoridad mete en una camisa de fuerza a todos por igual; los contribuyentes tendrán que reportar una contabilidad igual para todo.

Es evidente que la nueva disposición del SAT presupone que los contribuyentes estamos en la ilegalidad, por lo que nuestro amigo Hernández Brito la califica de “muy desafortunadas” y nos recuerda que en México el SAT le puede perdonar y con un click al botón borra adeudos millonarios a los monopolios y corporativos pero no perdona a los pequeños contribuyentes, para ellos todo el peso de la ley.

Algo similar ocurre con los gobiernos, pues muchos de sus ingresos no están fiscalizados como el pago de Derechos en los ayuntamientos, del estado y la propia federación, pues los comprobantes que emiten no siempre son facturas que se estén timbrando electrónicamente, cuando en la propia constitución, en los propios códigos civiles establecen que los Gobiernos se considera como una persona moral y si en este término está considerado como persona moral, pues debería tener las mismas obligaciones en el tema de los ingresos.

Conforme avanza la plática con mi amigo el Contador Brito, coincidimos en que la reforma fiscal que hoy nos aplican, los diputados, los senadores le entregaron un cheque en blanco al Ejecutivo, que hace lo que quiere y los ciudadanos, nomás se aguantan.

Una conclusión, la medida va a inhibir todavía más al mercado interno, a alejar una dinámica económica positiva, por lo que se llama a los contadores y abogados a exponer las graves consecuencias que tendrá la aplicación, pero sobre todo a que el sector productivo y contribuyentes le exijan a los representantes populares que revisen y enmienden todos los errores que cometieron en la reforma fiscal,  que atenta contra los derechos y libertades de la propia economía del mercado.

Ay amigo Brito, a seguir mortificados lo que resta del año, lo malo es que no sabemos hasta cuando…

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