Cuentan, que el pasado sábado, al cerrarse el plazo para el registro de aspirantes a la Presidencia Estatal del PRI, habiéndose inscrito solamente la fórmula encabezada por Nancy Sánchez Arredondo, se dió un “lineazo”, llamada telefónica, pues, entre el delegado del CEN del PRI, Oscar Aguilar González y el líder nacional priísta, César Camacho, más o menos, en los términos siguientes :
Oscar : -¿César…? Que tal. Misión cumplida. Tus instrucciones se acataron al pie de la letra. Como eran tus deseos, Nancy Sánchez, será en breve la nueva dirigente formal del priísmo en Baja California.
César : -Gracias Oscar, no podía esperar menos de tí. Ahora, te encargo el protocolo en el que se hará constar la decisión democrática del Consejo Político. No me falles. Se lo prometí a Nancy y tenemos que cumplir.
Oscar : -Por eso, ni te preocupes. Ya tengo todo listo.
César : -¿Y qué pasó con los rebeldes, los que pensaban que sería fácil desplazar a Nancy ?
Oscar : -Ni pío dijeron. Se resistían, pero finalmente todos doblaron las manos. Les tuve que advertir, que se atuvieran a las consecuencias. Que el partido no tolera las indisciplinas. Que la puerta está muy grande, para que el que se quiera ir.
César : -Excelente. Tienen que entender, que el PRI, no es un partido de grupitos. Que somos parte del proyecto del señor Presidente Peña Nieto. Que donde manda capitán, no gobierna marinero. Que eso de la democracia, solamente es para los discursos políticos. Qué carajo.
César : -Dile a nuestra líder, que luego hablo con ella. Que las instrucciones siguen igual. Que ahora le toca a ella cumplir con su parte. Que ya sabe a qué me refiero.
Oscar : -Hubieras visto. Ni los hankistas hicieron aspavientos. De cualquier forma, estábamos preparados para una posible rebelión. No fue necesario aplicar el Plan “B”. A Hank, con que no lo toquen, lo demás no le importa. Por ningún motivo va a tratar de contradecir los deseos del señor Presidente. Aspira la gubernatura y para ello, tiene qué hacer méritos. Para empezar, tiene que ser disciplinado. Algo le aprendió a su padre.
César : -Muy bien. Si algo se ofrece, me llamas de inmediato. Le hago saber al señor, que no se preocupe, que Baja California sigue siendo parte del pacto.
Hasta parece que se les escucha celebrar los resultados del “democrático” proceso de renovación de la dirigencia estatal priísta, que en momentos, parecía que podría complicarse. Como dicen por ahí, “este arroz ya se coció”.
Aún se recuerda, aquel escrito, de fecha 7 de abril, dirigido a César Camacho e Ivonne Ortega Pacheco, Presidente y Secretaria General del CEN del PRI, suscrito por destacados priístas, manifestando su desacuerdo “por la visible operación política implementada por el titular de la Secretaria de organización y el delegado del CEN, para en este proceso de renovación, se presente “una planilla de unidad”, encabezada por la actual dirigencia encargada del Partido en Baja California”.
Claramente, advirtieron que eso, además de constituir un desaseo, contradice la política de participación democrática, auspiciada por la dirección general. Además, les dijeron, que “con este pretendido continuismo, damos un mensaje equivocado a la sociedad y militancia, que exige ver un partido renovado, actuante, vinculado a causas ciudadanas y a la vanguardia de las reformas y cambios que los habitantes de nuestro estado y del país, en su conjunto, demandan”. Los firmantes, fueron 21 exfuncionarios y exdirigentes partidistas.
También hubo otra carta, en términos similares, dirigida a César Camacho, por parte de la Agrupación Política de Baja California, externando preocupación, “por la depreciación de la imagen política del PRI, no solamente en el Estado de Baja California, sino en todas las entidades fronterizas del norte del país”.
Hacían hincapié, en el sentido de que en esta entidad, “escándalos de mala administración y abuso de poder de los ayuntamientos locales, que recientemente salieron y que eran presididos por priístas, nos han decepcionado por los altos grados de corrupción que salen a la luz pública”. Y a esto añaden la decepción por la pérdida de la gubernatura.
Por ello, advertían que si el CEN del PRI, no instruía a que se llevara a cabo la renovación de los Consejos Políticos Estatales y Municipales y no permitía una elección democrática “habrá protestas y justas inconformidades, que indudablemente se reflejarán en las elecciones federales del año 2015, las cuales, ya de por sí se vislumbran muy difíciles para nuestros futuros candidatos”.
Así mismo, hubo una carta, en términos más tibios, de los alcaldes Jorge Astiazarán Orcí, de Tijuana, Gilberto Hirata, de Ensenada y César Moreno, de Tecate, reclamando, que “es tiempo de hacer política de manera diferente” y le recordaron a Camacho, sus propias palabras. Usted lo dijo : “si no cambiamos, nos cambian”.
El registro de Nancy Sánchez, aparentemente fue día de fiesta para el priísmo. Nadie se acordó de los reclamos y advertencias. Los inconformes, simplemente callaron. Algunos, se sumaron al festejo. Otros, se refugiaron en algún rincón a desahogar sus penas. La imposición centralista, se llevó al cabo, al pie de la letra. Pero eso no garantiza unidad, ni desmiente los augurios de derrota electoral en los siguientes comicios. A la vieja usanza, el “lineazo” político. Evidentemente, las derrotas, también se pactan.
gil_lavenants@hotmail.com
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