Por Miguel Rojas Salazar
La aduana de Tijuana, permite transportar de Estados Unidos a México mas de un millón de dólares mensuales no ¨fiscalizados¨ pero si cobrados a comercio de ropa y línea blanca de medio uso, como ¨tributación clandestina¨, un grueso desvío de ingresos no reportados a la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico SHYCP , en Ensenada la Administración Portuaria Integral API , ha sido ¨violada¨ por empresas que podrían estar lavando dinero ¨sucio¨ invirtiendo en importación del mercado Chino, el coloso de la piratería.
Los ¨dos huecos fiscales¨ en medio de la ¨cacería fiscal¨ de Hacienda contrastan por el flujo de transacciones que originan tanto la aduana Tijuana y la API en Ensenada, ambas, monitoreadas administrativamente, pero taladradas ilícitamente. El escenario plantea una paradójica ¨veda¨ en medio de ¨la cacería fiscal¨ iniciada contra tres altos funcionarios del gobierno Panista del Estado 29 representado por el mandatario Francisco ¨Kiko¨ Vega de la Madrid.
En primer término la aduana de Tijuana por sus compuertas en las garitas de Otay y San Isidro, no han combatido el tráfico de cigarrillos operado por reconocidas bandas que desvían impuestos reales por ¨cohechos¨ y cooptaciones que van desde supervisores hasta la cabeza del organigrama del ¨intocable¨ Alejandro Amadeo González Guilbot, jefe de la aduana.
Con un promedio de 10 mil operaciones diarias en las garitas a su cargo, y bajo un salario superior a diputados, alcalde, regidores y casi homologado al de algunos humildes gobernantes, Amadeo González, antes que canalizar los impuestos a Hacienda succiona a sus cuentas privadas más de un millón de dólares mensuales derivados de la corrupción que ¨exprime¨ los bolsillos de la sociedad comerciante de Tijuana que cruza la línea divisoria dos veces en promedio mínimo por semana a los estados Unidos para abastecerse de mercancía de segunda.
El estimado arroja 20 mil cruces semanales a razón de 20 o 30 dólares ¨per cápita¨ como ¨pasaporte¨ al semáforo rojo para introducir ropa, línea blanca y otros enseres que son vendidos en los sobre ruedas de Tijuana.
Calculando 25 dólares promedio por persona para evadir el impuesto una vez por semana nos arroja 25 000 dólares multiplicado por 20 mil cruces nos da la friolera de 50 mil dólares, cifra que aumenta a 100 mil dólares producto de 40 mil cruces a la semana una de rigor los sábados, otra ¨equis ¨día de la semana.
A los 400 mil dólares que significa el 40 % de ingresos sustraídos a la caja federal Hacendaria, el resto, o sea el 60% para calcular el millón de dólares que succiona la aduana ilícitamente es el flujo de los traficantes de cigarros.
En Ensenada se ha producido otro fenómeno de corrupción ¨tolerada¨ pues el mercado Chino, o coloso del oriente es un monopolio de exportación que entra al mercado Nacional contratado por inversionistas Mexicanos especialmente de Tijuana, Mexicali y Ensenada, que a su vez exportan a los Estados Unidos y el sur de México plazas de altos volúmenes importadores.
La utilización de prestanombres prevalece en todas sus formas y contenidos lavando dinero de operaciones ¨sucias¨ un mercado controlado por la efervescencia de la piratería multifuncional, desde zapatos, ropa, llantas, comida hasta sofisticada tecnología.
Además de provocar una competitividad mediocre, reduciendo al máximo plazas de factorías inversionistas transnacionales y empleos en la región una fuga incontrolable de impuestos un saqueo corrupto o parcialidad fiscal.
AL SILENCIO…La caja federal ¨chica¨ opera en Tijuana merced a la plaza que más aporta desde la clandestinidad a cuentahabientes políticos de alto nivel; Aduana y API. De ahí la ¨intocabilidad¨ a esos puestos.
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