Maduro dijo que el incremento salarial es parte de un esfuerzo para corregir los efectos de la "guerra económica", que según el mandatario, empresarios y adversarios políticos habrían desatado desde el año pasado para generar malestar entre los venezolanos y causar desorden en las calles.
En la "onda de proteger a la clase obrera, que es la primera víctima, y la clase media, de esta inflación inducida, criminal del año pasado, yo he decidido arrancar enero dando un aumento salarial del 10% para los trabajadores públicos y privados", dijo Maduro durante una visita de legisladores oficialistas y opositores al palacio de gobierno.
Acotó que entre mayo del año pasado y enero, los aumentos del salario mínimo se ubicarán "por encima de la inflación criminal inducida de la guerra económica del año pasado y que algunos pretenden continuar este año".
En los últimos 12 meses los precios han crecido 56.2%, 36.1 puntos porcentuales por encima del índice que se alcanzó hace un año. Venezuela cerró el año pasado con una inflación de 20.1%.
Aunque el país ha enfrentado en los últimas dos décadas altos niveles de inflación, no padecía una aceleración tan fuerte como la vista este año desde los años 1995-1996 cuando se reportaron tasas de 56.6% y 103.2%, respectivamente, debido a una crisis financiera y un programa de ajuste económico que impuso el gobierno del presidente Rafael Caldera, ya fallecido.
Venezuela ha registrado la mayor inflación de la región en los últimos siete años a pesar de tener control de precios y de cambio desde hace una década.
Además, los venezolanos padecen desde hace más de cinco años dificultades para conseguir algunos productos esenciales debido a las distorsiones generadas por el control de precios y cambio vigente desde el 2003.
Maduro promulgó recientemente varias normas que refuerzan los controles del gobierno sobre la agobiada economía venezolana. Y lo hizo gracias a los poderes especiales que le otorgó en noviembre pasado la Asamblea Nacional dominada por el oficialismo para emitir decretos con fuerza de ley por un año.
Maduro negó que esté preparando el alza de los precios de la gasolina como una "medida fiscalista", saliéndole al paso a informes de los medios locales y comentarios de analistas y bancas de inversión que sostienen que con esa medida y otras medidas como una devaluación del bolívar se trataría de atender el severo déficit fiscal que enfrenta su administración ante el creciente gasto público. Las autoridades han negado una posible devaluación.
"Los que están diciendo que el aumento de la gasolina viene como medida fiscalista, es falso... no necesitamos de ese aumento para cubrir los gastos de este año de inversión, para aumentar salarios, (y) pensiones", expresó el presidente.
"Lo que sí es justo decir es que tenemos que cobrar los hidrocarburos que vendemos en el mercado interno...", agregó.
En Venezuela, los precios de los combustibles permanecen congelados desde hace casi 20 años. Mientras los consumidores pagan el equivalente de cinco centavos de dólar el galón (3.8 litros), el subsidio a la gasolina cada año le cuesta al gobierno el equivalente a 12,500 millones de dólares.
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