MARY: Condenado a refinanciar la cartera vencida de créditos impagables que fueron concebidos para fomentar empleos, el Fideicomiso Mi Crédito solo sirvió para que algunos de sus titulares engordaran su chequera. Hace casi una década, el gobierno federal distribuyó recursos a Estados y municipios para personas pobres interesadas en habilitar su micro negocio.
Durante el primer tercio de la administración del alcalde priísta de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo, el manejo de Mi Crédito se ubicó en la boca del drenaje. En aquel momento transcendió que Mercedes Erdmann Baltazar, una priista recalcitrante, incurrió en malos manejos según denuncio su amiga Juana Antonia Jiménez.
Según esa mujer, la señora Erdmann usaba dinero público en asuntos personales además de dedicarse a avalar expedientes solamente que representaran una ganancia. Las peticiones hechas a Mi Crédito durante el gobierno del panista Jorge Ramos acabaron en la basura.
Aunque la autoridad investigadora nunca reseñó sus conclusiones, la versión señala que el titular de Mi Crédito "palomeaba" determinados créditos que iban de los 20 mil a los 50 mil pesos. Como ese crédito era "a fondo muerto" los beneficiarios entendían que nunca se pagaría el adeudo. Al recibir el monto autorizado, el ciudadano entregaba un porcentaje del dinero en efectivo al titular de Mi Crédito, quien reiteraba que nunca se pagaría.
El 29 de abril del 2011 estalló el escándalo de corrupción y la señora Erdmann fue sustituida por Luis Enrique Fisher Lizárraga, quien por esos tiempos se desempeñaba como director de Fomento Industrial de la Secretaría de Desarrollo Económico de Tijuana.
Ya como representante máximo de Mi Crédito, el señor Fisher fue enredado por Lourdes Inzunza. una influyente mujer que durante el trienio pasado ocupó la titularidad del Instituto Municipal de la Mujer (Inmujer).
Kay
Antes de vincularse sentimentalmente con el ex alcalde Carlos Bustamante, la señora Inzunza destacó como promotora de una línea de productos de tocador que maneja un ejército de mujeres que promocionan cremas, maquillaje y accesorios. Resulta que Lourdes Inzunza conoció que la esposa de Enrique Fisher también era promotora de esos productos.
Sin perder un minuto, ambas mujeres se pusieron de acuerdo para canalizar a su caudal de vendedoras hacia el Fideicomiso Mi Crédito. Allí podrían obtener dinero fresco que les permitiría comprar más producto a mejor precio. !Qué maravilla! En su calidad de "punta de la pirámide" ambas promotoras obtendrían jugosos dividendos a costillas de su pandilla de vendedoras.
Si la empresa MK ofrecía mejor precio en la compra de 5 cremas, resultaba obvio que a las promotoras les convenía adquirir más volumen, lo que se traducía en !más ganancias!
Atento a las peticiones de su esposa y avalados por la señora Inzunza, Fisher permitió que el negocio resultara exitoso. Así sucedió, aunque nadie pagó.
Irizar
Resignados ante la existencia de los llamados “aviadores”, trabajadores de la delegación Playas de Tijuana se limitan a levantar los hombros. Aunque algunos se resisten a justificarlo, otros tantos saben que el actual secretario de esa demarcación Marco Antonio Irizar Lizárraga es "ahijado político" de un influyente personaje de apellido Beltrones. Esa simpleza es todo un mérito.
El joven Irizar asiste esporádicamente a su sitio de trabajo, pues aparentemente la mayor parte de su tiempo lo dedica a promover el priismo entre la juventud de Tijuana. Irizar Lizárraga es el suplente del actual diputado local por el VIII Distrito Fausto Gallardo, quien obtuvo su curul bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México.
Y aunque nadie se atreve a extrañar la presencia de Marco Antonio en la delegación de Playas, algún observador dijo a Cicuta que Irizar cobra allí desde la época del ex delegado de Playas Basilio Meza Gastélum, un simpático personaje que gusta vivir adherido al erario. Si el gobierno lo mantiene ¿por qué no dedicarse a contar chistes? La actual delegada Adriana Padilla mantiene el silencio. Debe preferir alejarse del ruido, lejos de Irizar
Patitas
Con una actitud audazmente relajada, la tarde del pasado jueves aquel joven se plantó frente a Cicuta para presentarse. Dijo llamarse Juan Manuel Gastélum Rivera, hijo del diputado federal panista conocido como el Patas.
El muchacho dijo a Cicuta que leyó el texto del pasado lunes, donde se relatan los abusos denunciados por empleados de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). El joven Gastélum no reclamó un ápice.
Por el contrario se mostró contrariado por la descobijada, al señalar que su padre Juan Manuel Gastélum Buenrostro lo exhortó a reconocer y corregir sus errores. El columnista le confió que después del periodicazo, dos empleadas despedidas contactaron con Cicuta para ofrecer más información.
El gesto de este joven tiene un extraordinario mérito y por ello el escribiente no volverá a referirse al tema. La postura de el Patitas debían practicarlo políticos soberbios que abusan de su poder, se frotan en su cinismo y todavía repudian a sus críticos.
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