Base: Poseedora de una belleza física que le permitió convertirse en señorita Bajá California 2012, la joven Jeraldine González Meza es una mujer suertuda, pues difícilmente un burócrata podría obtener una plaza laboral en solo 6 meses. Al terminar la presente gestión municipal, Jeraldine no será despedida porque su generoso patrón le consiguió su base.
Claro que la guapa jovencita, quien recién cumplió 23 años, era Jeraldine González Meza, orgullo de la comunidad tijuanense.
El tema brinca porque apenas a finales de agosto, la joven Jeraldine fue integrada a la plantilla de trabajadores de base, lo que significa que mantendrá su labor en el Ayuntamiento aunque no necesariamente en la presidencia. Jeraldine es asistente del actual alcalde, aunque seguramente será removida a otra área al arribar el alcalde electo Jorge Astiazaran. ¿Qué tal si la sostiene?
Una mujer que labora desde hace 10 años en el Ayuntamiento de Tijuana, se muestra sorprendida al conocer que Jeraldine obtuvo su plaza en sólo 6 meses de asistencia, pues se reitera que Jeraldine es asistente.
Durante las últimas tres administraciones esta mujer labora incansablemente para que el Sindicato de Burócratas se apiade de ella y le otorgue una plaza. Al reconocerse madre soltera, esta mujer se sobresalta ante la posibilidad de un despido. En charla con Cicuta, asegura que constantemente cumple labores fuera del horario de trabajo con la esperanza de sindicalizarse.
En el caso de la plaza de Jeraldine está claro que el alcalde Bustamante intervino para que el secretario general de los burócratas de Tijuana Martín Plascencia la integrara a la lista de sindicalizados.
Al margen de sus intereses personales en la “basílficacion” de una docena de familiares e incondicionales, el señor Plascencia está obligado a quedar bien con el alcalde. Si Bustamante acepta las peticiones de aumento salarial ¿cómo negarse a otorgarle una plaza para a Jeraldine?
Justificadamente indignados se encuentran periodistas mexicalenses que se han dedicado a luchar en su carrera al bienestar de los representantes de los medios de comunicación en el Estado. Resulta que hace unos días los legisladores priístas “metieron la nariz” donde no debían al nombrar a los integrantes del Consejo Estatal de Periodistas, que ellos mismos crearon,.
Los señores legisladores se metieron un lo que no deben al maniobrar en la integración de una mesa directiva que debía componerse por decisión propia de los comunicadores. El presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, Juan Montejano de la Torre, no quiso escuchar las inconformidades de los periodistas, principalmente de la reportera Indira Mata. Al señor Montejano le valió verdura que los periodistas le reprocharon su metiche actitud.
Contra viento y marea, el legislador Montejano convenció a sus compañeros de partido de votar en favor de la mesa directiva “que más le convenía”. Muchos comunicadores no están de acuerdo en que las personas que encabezan ese Consejo sean ahora mismo funcionarios públicos.
Ellos argumentan que “toda la vida” han sido periodistas, aunque ahora laboren, uno de ellos en el gobierno federal y otro en el Ayuntamiento de Tijuana. Para ellos cobrar un salario de la nomina gubernamental no les quita su etiqueta de periodistas.
Sin embargo “no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre” según reza un refrán popular. Esto quiere decir que estos dos personajes no tendrían la importancia que revisten si no fuera por la abusiva y metiche actitud del diputado Juan Montejano.
Obvio que los diputados priístas comulgan con los reporteros-funcionarios que simpatizan con el partido tricolor. Por eso la bancada priista votó a favor de esos nombramientos sin importarle que los legisladores blanquiazules se manifestaran en contra. Esto es, sin duda, un juego de intereses donde lo más importante son unos 6 millones de pesos que contiene la bolsa del Consejo llenada por diputados.
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